Expectativa

Por qué las Big Four se beneficiaron del cambio de Gobierno

En un año dominado por la inflación, las firmas de servicios profesionales lograron mantener su volumen de negocios. El crecimiento, por ahora, parece lejano

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Inflación, desequilibrios macroeconómicos, restricciones cambiarias y, sobre todo, incertidumbre por un proceso electoral que duró prácticamente todo el año. En medio de esas condiciones poco favorables, las principales firmas de servicios profesionales de auditoría, consultoría e impuestos tuvieron que agudizar el ingenio para mantener o, incluso, hacer crecer sus niveles de negocios.

La clave, sostuvieron los número uno de las consultoras, estuvo en encontrar aquello que sus clientes necesitaban. Por un lado, asesoramiento para desenredar toda la maraña regulatoria que les dificultaba la operación diaria. Asuntos tales como de qué manera lidiar con el cepo cambiario o cómo protegerse frente al incremento constante de los precios fueron parte del día a día de las Big Four. Por otro, surgieron muchas oportunidades a raíz de la aceleración del proceso de digitalización de las compañías. En este camino, las firmas tomaron el rol de guías para ayudar a sus clientes a recorrer el camino de los negocios 4.0. Y no solo en ese aspecto, sino que también crecieron las consultas sobre cómo hacer frente a las cada vez más peligrosas amenazas cibernéticas.

"Cerramos un año en el que, a pesar de de todos los problemas que hubo en la Argentina, logramos mantener nuestro negocio. Todos decían que el problema iba a ser la incertidumbre, pero nosotros logramos el volumen de trabajo que teníamos previsto. En cambio, el panorama no estuvo tan claro en materia de precios. Corremos de atrás a la inflación y cuando estás por alcanzarla, te corren el arco de nuevo", dice Miguel Urus, socio a cargo de PwC Argentina desde el 1 de julio del año pasado.

En 2023 la consultora cerró acuerdos de ajuste automático con sus clientes, de manera de recuperar la inflación pasada. El mecanismo logró ahorrar horas de negociación que no aportan ningún valor agregado y permite centrarse en lo que realmente importa. Con los niveles de inflación del último año, dice Urus, ya nadie discute la necesidad de ajustar los precios.

Cambiar de estrategia

En Deloitte la primera estrategia para lidiar con la inflación fue cerrar contratos en dólares. Sin embargo, con la divisa que se movió por debajo de la inflación durante casi todo 2023, los precios volvieron a quedar atrasados y tuvieron que recurrir a convenios en pesos con cláusulas de ajuste.

"Fue una manera de no tener que estar constantemente hablando con el cliente de la parte incómoda, que por ahí uno la quiere dejar para una vez en el año. Pero con inflaciones tan altas, todos estamos un poco incómodos en la Argentina. Y cuando uno habla con los clientes lo hace conociendo perfectamente el contexto y la realidad en las que se mueven", dice María Inés Del Gener, CEO de Deloitte Marketplace Cono Sur.

María Inés Del Gener, CEO de Deloitte Marketplace Cono Sur

Para la firma que dirige, 2023 fue un año bastante atípico, pese a que hubo mucha demanda de servicios de compañías que necesitaban ayuda para llevar adelante sus negocios y sortear las trabas que suponen los cambios constantes de regulación.

"Son muchas horas hombre que tuvimos que dedicar el año pasado a poder resolver trabas. Ayudamos a los clientes en eso y ahora estamos trabajando para asesorarlos en la interpretación de la nueva regulación que surgió del DNU 70/23 y en ver cómo les impacta", sostiene Del Gener.

Regulación en exceso

La excesiva regulación, agrega, es una de las grandes complicaciones que tienen las compañías extranjeras que quieren operar en el país. De hecho, en los últimos años, la firma ayudó a distintas empresas a adaptar el modelo de negocios que utilizan en el resto del mundo para adecuarlo al marco normativo local.

"Muchas veces en ese proceso se pierde la esencia original del negocio y, a veces, desisten del desembarco. Me parece que varias de las modificaciones que propone el Gobierno vienen a traer soluciones a estos problemas. Si prosperan, nuestra tarea va a dejar de ser ayudar a transformar el negocio para que sea viable en la Argentina para pasar a enfocarnos en que nuestros clientes sigan creciendo y trayendo negocios al país", señala.

Tanto el decreto, que entró en vigor el último día hábil de 2023, como el proyecto de ley ómnibus enviado al Congreso buscan cumplir con la promesa de campaña del presidente Javier Milei de desregular la economía argentina y hacerla más abierta al mundo. Y las consultoras saben que sus clientes tendrán que adaptarse para poder operar en este nuevo contexto.

"Las empresas estuvieron adecuándose por muchos años a los cambios que se introdujeron, especialmente en la última década. Ahora cambió el contexto y tienen que volver a adaptarse a una nueva situación. Se vienen muchas desregulaciones y eso va a generar muchos cambios que obligarán a las compañías a reacomodar su estructura. Con estas nuevas legislaciones podemos suponer que el trabajo de consultoría va a crecer aún más", aporta Urus, de PwC.

Volver a la normalidad

Para este año, agrega, espera que el cepo cambiario desaparezca y que se regularice el mercado cambiario. Se tratará de un 2024 muy duro por todo lo que implica normalizar las condiciones económicas. Pero también, sostiene, se abrirán muchas oportunidades y será necesario estar atentos para poder tomar decisiones rápidas.

Fernando Paci, Country Managing Partner de EY Argentina desde principios de mes, sostiene que el año pasado la firma logró crecer en volumen y en cantidad de clientes. Lo hizo a pesar de una coyuntura complicada marcada por la incertidumbre electoral y las distorsiones de la economía.

Fernando Paci, Country Managing Partner de EY Argentina

"Todos los servicios tradicionales como la auditoría, impuestos, consultoría y estrategia y transacciones tuvieron una muy buena demanda y acompañaron el crecimiento de la firma. Sin embargo, desde hace algunos años hay ciertos servicios como los relacionados a la transformación digital, los riesgos informáticos, los vinculados a la sustentabilidad, y la estrategia de las empresas que están experimentando un crecimiento mayor", señala y detalla que el giro en materia de política económica representará un desafío nuevo para la firma y sus clientes.

En ese sentido, destaca que mantiene una visión optimista del futuro. En su opinión, si la Argentina se estabiliza y puede retomar la senda de crecimiento sustentable, habrá oportunidades para los negocios en el país.

Miguel Urus, socio a cargo de PwC Argentina

Por su parte, Cecilia Goldemberg, Managing Partner de Andersen Argentina, cree que este año las firmas de servicios profesionales tendrán una mayor demanda gracias a la mayor previsibilidad y estabilidad económica: "Los regímenes fiscales de regularización aportan a una tendencia positiva. Tenemos también expectativas en logros de incrementos de eficiencia internos como consecuencia de las medidas que adoptamos dentro de la compañía".

Similar valoración sobre el futuro hace Néstor García, presidente y CEO de KPMG Argentina, que marca como tarea prioritaria controlar los desvíos macroeconómicos. Solo con eso, asegura, se puede iniciar un camino de recuperación que aproveche los recursos físicos y humanos que ya existen en el país.

"Sabemos que este año no será fácil, pero creemos que el país puede comenzar su recuperación. Y en esto KPMG tiene mucho que aportar tanto para el sector privado como para el público en el proceso de transformación y de reformas estructurales que necesita el país. Somos una red mundial que siempre estará disponible para contribuir al crecimiento con nuevos puestos de trabajo y modernización de las distintas áreas", agrega.

Bajar la rotación

Uno de los desafíos que enfrenta el sector es cómo lograr disminuir la rotación de colaboradores. El problema se agravó en los últimos años con el crecimiento de la demanda de profesionales argentinos para trabajar fuera del país, explican.

"Tenemos un equipo muy bueno y de mucha gente de Recursos Humanos que trabaja en la captación y la retención. Seguramente sin ellos los números serían más elevados. Nosotros contratamos mucha gente recién recibida. Sabemos que muchos de ellos se formarán y después se van a ir, eso está dentro de lo normal en el negocio. Pero también hay algunos que queremos conservar y ahí tenemos que ver cómo somos atractivos para ellos", dice Urus.

Para ello, PwC trabaja en lograr que un ambiente laboral agradable, con una buena política de capacitación y un paquete de beneficios robusto. El objetivo es que, incluso quienes decidan irse, lo hagan con una buena imagen de la firma.

"La buena noticia es que hay mucha gente que vuelve. Son personas que evidentemente estuvieron bien en la firma. Estamos satisfechos con la tasa de rotación que tenemos", señala Urus.

La cuestión salarial

El otro gran problema fue cómo mantener el nivel de remuneraciones en un contexto de alta inflación al que se le suma la competencia de compañías del exterior que contratan profesionales argentinos para trabajar en forma remota con sueldos dolarizados.

"Mantener nuestros estándares de remuneraciones fue un desafío muy grande. Era muy difícil la ecuación con los salarios que se indexaban por inflación y el ingreso fijo en dólares con la divisa muy atrasada. Creo que ahora con las nuevas condiciones que empiezan a verse vamos a poder competir mejor, no solo con la carrera que brindamos, sino también con la parte económica. Sin embargo, cuando aparecen ofertas de US$ 4000 o US$ 5000 por mes es imposible igualarlas para nosotros", dice Del Gener, de Deloitte.

Néstor García, CEO y presidente de KPMG Argentina

La contracara de este fenómeno es que las firmas hoy pueden contratar personal en cualquier punto del país, sin importar si hay una oficina cerca.

"Les dio oportunidades a gente que vive en ciudades pequeñas de trabajar en una empresa internacional con altos estándares de trabajo. A nosotros nos viene muy bien porque hay mucha gente capacitada en todo el interior", dice Sergio Crivelli, socio director de BDO.

Freno de mano

Según el especialista los próximos meses se va a ver un estancamiento de la actividad. Las empresas ya no tendrán el excedente de pesos que se observaba en el mercado en los últimos años y eso va a repercutir en los niveles de inversión.

"En estos primeros meses en los que la inflación va a dar un salto muy grande y los salarios no, va a haber una retracción en la demanda importante. Nosotros ya estamos revisando nuestra economía, porque si los clientes empiezan a tener caída en la actividad nos va a afectar", dice.

Sergio Crivelli, socio director de BDO

En el último año, BDO tuvo un crecimiento del 10 por ciento en el volumen de trabajo, por lo que el año fue bueno, pese a las condiciones del país. La firma cuenta en la actualidad con casi 900 empleados

"El crecimiento de estos últimos años, en gran parte se dio ganando market share de lo que ya está. No es que haya crecido la torta en su conjunto. Para que haya un crecimiento más vigoroso y sostenido debería haber más inversión en la Argentina, más cantidad de empresas que se creen todos los días y más inversiones", agrega.

Fuera del radar

Sin embargo, el consenso es que todavía falta para que se empiece a ver interés de inversores por llegar a la Argentina. A diferencia de lo que sucedió en 2015, cuando la asunción de Mauricio Macri despertó expectativa en el exterior, hoy prácticamente no se ve interés por adquirir activos locales, incluso cuando sus precios en dólares están en mínimos históricos.

"De las conversaciones que tenemos, entendemos que el mercado espera un período inicial de transición con cierta complejidad y muchos cambios. Si las nuevas políticas comienzan a estabilizar la macroeconomía puede haber muchas oportunidades y nuevas inversiones en el país, especialmente en áreas estratégicas como agribusiness, la energía y la economía del conocimiento entre otras", aporta Paci, de EY Argentina.

Cecilia Goldemberg, Managing Partner de Andersen Argentina

Lo cierto es que todavía reina la cautela entre los inversores extranjeros. Miguel Urus cuenta que en PwC ni siquiera empezaron a recibir consultas para tantear cómo está el mercado. El veredicto es que en el caso de que estén observando, todavía esperan señales claras.

"Cuando está todo así muy revuelto, con esta tasa de inflación, nadie se anima a entrar, salvo en sectores como minería y energía que representan una oportunidad muy grande. Pero fuera de eso no se ve movimiento. Es cierto que hoy la Argentina está muy barata. Calculo que hay que darle un par de meses más, ver qué pasa con el DNU y las leyes que se manden al Congreso. Si se aprueban y el índice de precios al consumidor empieza a ceder, tal vez ahí aparezcan las consultas", apunta.

Para recuperar la confianza de los inversores, agrega García, de KPMG, no solo es necesario controlar la inflación, sino que se debe alcanzar estabilidad cambiaria para que las compañías puedan planificar a mediano y largo plazo.

A la expectativa

"Si, como se anunció, ahora el protagonismo de la reactivación económica lo tendrá el sector privado, esperamos y estamos preparados para responder a nuestros clientes actuales o futuros las consultas sobre las nuevas posibilidades que se abren en el país. De todas maneras, aquellos sectores ligados directamente al mercado mundial como el energético, la agroindustria y la economía del conocimiento ya vienen con altos niveles de actividad que seguramente seguirán creciendo", destaca.

Fuera de estos sectores, los inversores del exterior quieren asegurarse de que este cambio va a ser duradero, dice Crivelli, de BDO. La experiencia fallida de los cuatro años de Macri hace que todavía miren con recelo a la Argentina.

"Entre 2015 y 2019 hubo cambio de políticas y más ambiente de negocios, pero no se consolidó y después de cuatro años hubo más regulaciones y más controles. Hoy la gente de afuera prefiere esperar a ver qué pasa. Sobre todo porque es un Gobierno que viene con muy poco caudal político, no tiene mayoría en las Cámaras, no tiene una estructura partidaria detrás que lo sostenga. Tiene que hacer cambios que son importantes y muy duros, y a la par necesita construir poder. Eso de afuera lo saben y lo están mirando", dice Crivelli y agrega que durante todo el proceso electoral. Milei llamaba la atención fuera del país por exótico. En ese sentido, las preguntas estaban relacionadas con qué podría pasar en su gobierno, pero solo por curiosidad: "Nadie preguntaba porque estuviera pensando en invertir". 

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