La Inteligencia Artificial y el mercado laboral están redefiniendo las carreras de grado
Las universidades suman carreras vinculadas a la innovación tecnológica o incorporan materias a las ya existentes, pero también analizan a los futuros profesionales en términos estratégicos.
En un contexto de aceleración tecnológica e irrupción de nuevos modelos de negocio, las universidades buscan adaptar sus carreras de grado, pero sin abandonar propuestas tradicionales, orientando la formación hacia perfiles en los que dominen los conocimientos en materia de innovación, pero también las habilidades blandas, con valores éticos y principios que identifican a cada institución.
"Hay cambios profundos en la formación de grado", considera Eduardo Andrés Vázquez, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Belgrano (UB). "El estudiante hoy requiere profundizar sus conocimientos en el uso de las principales tecnologías del mundo empresarial, con soluciones integradas en la nube y con inteligencia artificial", completa.
Precisamente, la Inteligencia Artificial (IA) es una de las materias que más penetró en los diversos programas de estudio, ya sea con carreras específicas, como a través del currículo de otras ya existentes.
Es el caso, por ejemplo, de la Universidad de San Andrés. Su rector, Lucas Grosman, cita precisamente carreras nuevas como Negocios Digitales, Ciencias del Comportamiento o Ingeniería en Inteligencia Artificial, junto con el agregado de materias generales como Introducción al Pensamiento Computacional, que forma parte del Ciclo de Fundamentos y es cursada por estudiantes de diversas disciplinas, incluidas las más tradicionales.
Guadalupe Sanz, directora de Admisiones de la Universidad Torcuato Di Tella, coincide en que "disciplinas como la Inteligencia Artificial y la Ciencia de Datos impactan en todas las áreas de estudio y se ofrecen en todas las carreras, desde las de Ciencias Sociales hasta las de Negocios". Y añade: "Otro campo relevante es el de la Sustentabilidad, que se ha convertido en esencial para las nuevas generaciones".
"A medida que la IA se integra cada vez más en nuestras vidas, las habilidades técnicas necesarias para manejar estas herramientas están evolucionando rápidamente", reconoce Matías Popovsky, vicerrector de la Universidad de Palermo.
Pero apunta que la educación "no debería enfocarse únicamente en la parte técnica, sino que debe complementarse con una formación general sólida que permita a los profesionales ver los problemas de manera holística, así como desarrollar la curiosidad y la capacidad de aprender de manera constante". Asegura que "contarán con ventaja quienes entiendan y reaccionen a las necesidades humanas con empatía, conectando desde lo emocional. Estas habilidades van a seguir siendo una característica muy positiva a la hora de interactuar".
El abordaje de la innovación a través de habilidades que hoy se imponen en el mercado es generalizada. "No se trata solo de entender estas tecnologías, sino de aprender a utilizarlas estratégicamente para resolver problemas complejos y generar valor en cualquier ámbito profesional", argumenta Laura Rosso, rectora de Universidad Siglo 21. En esa línea, informa que la Universidad integra módulos de pensamiento crítico, ética y ciudadanía digital, con el fin de preparar a los graduados "para liderar en un mundo cada vez más digitalizado y orientado a datos".
La académica coincide en que hay una tendencia hacia la formación multidisciplinaria. "Observamos un auge en programas de doble titulación y estudios interdisciplinarios, donde los estudiantes buscan combinar conocimientos en distintas áreas para tener una formación más completa y flexible", manifiesta.
Federico Iñíguez, vicerrector y decano de la Facultad de Ciencias Económicas de UADE destaca que muchas de las profesiones mejores pagas hoy no existían hace 10 años. "Se está observando una atomización en la oferta de disciplinas de grado que, si bien están relacionadas con las carreras más clásicas, van diferenciándose en especialidad o industria", asegura. Precisa, en ese sentido, que carreras como Negocios Digitales o Gestión de Medios y Entretenimiento "no tenían demasiado atractivo hace 15 años y hoy están en el grupo de las más demandadas".
Destaca, asimismo, la importancia de contemplar en las carreras -"aún en las más duras", aclara- el desarrollo profundo de habilidades blandas, al igual que la construcción de la marca personal.
Catalina Nosiglia, secretaria Académica de la UBA señala que los profesores revisan los contenidos que incluyen en sus respectivos programas "con el objeto de que sus estudiantes desarrollen capacidades críticas para analizar cuestiones emergentes". Asimismo, a través de su Centro de Innovación en Tecnología y Pedagogía (CITEP) interviene en la experiencia de aprendizaje, para mejorar la comprensión de fenómenos complejos y la anticipación de la práctica profesional mediante tecnologías inmersivas. "Esta aproximación permite visualizar lo intangible, recrear entornos inaccesibles y facilitar interacciones tanto individuales como colectivas, ofreciendo múltiples perspectivas", explica Nosiglia.
Nuevos perfiles
La innovación constante no es el único factor condicionante de la oferta académica. Desafíos de todo tipo llevan a los referentes de los centros educativos a pensar en un perfil de profesionales preparados para distintos tipos de entornos exigentes.
Miguel Ángel Schiavone, rector de la Universidad Católica Argentina (UCA) cita, por ejemplo, como determinantes "las pandemias y guerras, cambios climáticos y una transición demográfica con envejecimiento poblacional". A partir de estas circunstancias es que opina que "la sociedad demanda nuevas carreras con inserción laboral rápida de acuerdo a los cambios del mercado del empleo, el estudiante busca respuestas inmediatas como en las pantallas digitales a las que visita como adicción".
Schiavone define entonces al estudiante como un "neo-alumno" que valora solo la aplicación práctica de los contenidos curriculares sin considerar su trascendencia, privilegiando el cómo hacer más que el por qué hacer. "La oferta educativa ya no tiene límites geográficos ni jurisdiccionales. Estas trasformaciones obligan a renovaciones en las universidades: cambios pedagógicos, tecnológicos y de gestión", asume. Subraya que es precisa la renovación, pero que las transformaciones no deben afectar la esencia del proceso educativo ni los valores con los que se identifican instituciones como la UCA. "Los medios podrán ser diferentes pero los fines se deben mantener inalterables", resume.
En similar sentido se expresan Héctor F. Dama, asesor en Desarrollo Institucional del Rectorado, y Claudio Flores, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad del Salvador. "La Universidad del Salvador debe su origen a la Orden Jesuita, por lo que, además de la formación en cada una de las disciplinas técnicas, se cuida muy especialmente a la formación como persona de cada uno de sus estudiantes", dicen.
Andrés Agrés, rector del ITBA, también destaca las cualidades que esperan de los alumnos. "Queremos graduados resilientes, personas con iniciativa personal que acepten desafíos. Que, por otro lado, es lo que se pide en el ámbito laboral". El ex voleibolista profesional, que desde 2020 dirige la universidad, está trabajando con tres ejes en su cabeza: una universidad excelsa, de excelencia y basada en el mérito. Y asegura que ya enfoca sus acciones con la siguiente visión: cuál es el ITBA de los próximos 50 años.
El perfil de los docentes es igualmente clave para los alumnos. "Percibo un cambio profundo en los chicos que entran en la Universidad. Los ingresantes de hoy tienen capacidades y motivaciones distintas de los estudiantes de hace, por ejemplo, 15 años", advierte Julián Rodríguez, rector de la Universidad Austral. "Naturalmente valoran mucho la incorporación de nuevas tecnologías a las aulas, metodologías más dinámicas y participativas, el uso de herramientas nuevas que nos permiten los nuevos desarrollos tecnológicos", continúa. Y aclara: "Sin embargo, lo que más esperan y valoran los alumnos de esta generación son ciertas actitudes de los profesores: que muestren interés en ellos, que sean apasionados por lo que hacen, que sean exigentes a la vez que comprensivos, que sean cercanos".
Formatos flexibles
Algunas propuestas llevan más allá los límites de la flexibilidad con formatos casi a demanda de los alumnos. Un ejemplo es la Licenciatura en Arte Liberales y Ciencias, de UCEMA, en la que el alumno puede armar su carrera a medida mediante un proceso de "cross learning", de acuerdo a lo que indica su rector, Edgardo Zablotsky, quien lo describe como "un concepto único que viene a plantear la educación del futuro".
"El plan de estudios está organizado en un ciclo estructurado y otro 100% electivo que da la oportunidad de construir la carrera a partir de los intereses del alumno, combinando las disciplinas que más le apasionan", presenta. Esta modalidad -añade- es combinada con una formación en múltiples áreas de conocimiento con el fin de que los egresados puedan adaptarse a un mundo multidisciplinario.
En esa línea, Agrés, desde el ITBA, procura romper con los silos de los campos de conocimiento. "Estamos tomando del sistema norteamericano que es más libre y proponemos materias que integran conocimientos", explica el rector. Entre ellas, Ambiente y movilidad o Sistemas complejos y energía. El sistema es más flexible y tiene más materias electivas. "Antes de 44 materias solo se podían elegir dos. Ahora, el alumno puede elegir el 40 por ciento de las materias que quiere cursar", detalla.
Además de qué se enseña, también hay cambios en el cómo y las herramientas de enseñanza vía remota han contribuido a esa transformación. "Gradualmente, se van sumando nuevas carreras de grado completas en formato on line, en tanto que prácticamente todas las carreras cuentan con materias a distancia", revela Dama, de la Universidad del Salvador. De todas formas, aclara que "es un tema al que se atiende con cuidado, pues los estudiantes de grado valoran las clases presenciales y las posibilidades de trabajos en equipo, relacionamiento y networking".
Entre las carreras nuevas que se lanzarán el año próximo, la Universidad Torcuato Di Tella sumará la Licenciatura en Ciencias del Comportamiento, cuenta Sanz, quien asegura que "es una carrera que generó muchísimo interés". "Habíamos pensado abrir solamente una comisión, pero por la alta demanda que tuvimos, habilitamos una segunda sección que también se completó rápidamente", amplió. Por su parte, UCEMA abrirá en 2026 la carrera Ingeniería en Inteligencia Artificial, con una duración de cinco años.