Cuál es panorama de los agronegocios y la coyuntura político-económica fueron algunos de los temas que abordó el panel moderado por Hernán de Goñi que contó con la participación de Pablo Adreani, consultor de Pablo Adreani & Asociados; Ernesto Ambrosetti, consultor en Agronegocios, y Mariel Fornoni, socia directora en Management & FIT.
"En la opinión pública el sentimiento generalizado hoy es la incertidumbre y, como consecuencia, la angustia y eso obviamente lo paga la dirigencia política, la gestión de todo esto termina teniendo un costo", explicó Fornoni. Y agregó que " la imagen positiva de Alberto Fernández ronda el 33% a nivel nacional previo al escándalo de la foto e indicó que, si el oficialismo saca los mismos números que en 2019 tendría una situación de clara ventaja en diputados con minoría simple, un tema para la democracia".

Adreani hizo alusión a la incertidumbre que registra el sector agroindustrial que se ve agrava en un contexto electoral con la retención que los propios productores realizan sobre lo que generan sus emprendimientos: "El aumento de las commodities previo a las PASO es un quiebre para la estrategia del productor de retener o no. Actualmente, el agro posee 22 millones de toneladas de soja que son u$s 11.000 millones, y 10 millones de toneladas de maíz que son u$s 2400 millones sin vender. Es decir, u$s 15.000 millones. El Gobierno debe hacer un 'plan tentación' para que el productor se desprenda post PASO y antes de las elecciones de noviembre", comentó.

Ambrosetti indicó que "tuvimos mucha suerte, la mejora de ingresos de divisas vía exportaciones mejora toda la economía argentina, que es lo que necesitamos". No obstante, dijo que "no es permanente la mejora de precios, nunca lo fue en el sector agro ya que el hecho de que muchos países estén recuperando sus economías tiende a un equilibrio".

El consultor en Agronegocios reconoció que, aunque el escenario de precios es bueno, el productor sigue siendo prudente "porque no es sostenible en el tiempo la sustentabilidad de una empresa agropecuaria por los precios, sino por su competitividad. Esta mejora de precios opaca la pérdida de competitividad del agro argentino a nivel internacional. Estamos ante la fortuna de que los precios internacionales nos salven de un cataclismo interno económico, pero la Argentina está teniendo pérdida de buenos negocios ante el exterior y eso nos debería preocupar", cerró.














