Historias de marcas

De juntar monedas en las rocolas a crear la cadena ícono de los fichines: el origen de Sacoa y su increíble nombre

La familia Mochkovsky fundó su negocio en Mar del Plata en 1957 y doce años después lanzó la cadena de juegos que se volvió furor en la Costa.

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Dentro del negocio de los centros de entretenimiento familiar (FEC, por sus siglas en inglés), Sacoa supo ser uno de los grandes exponentes en la Argentina. Para toda una generación, esta marca es sinónimo de diversión. Sus locales estaban atestados de jóvenes comprando monedas para jugar a todo tipo de arcades. El año pasado se cumplieron 65 años desde que los Mochkovsky, sus fundadores, dieron el primer paso en el negocio del entretenimiento, sin embargo hoy la compañía tiene un foco distinto a la de sus orígenes.

Mauricio Mochkovsky se dedicaba al mundo de la construcción y en 1955 decidió mudarse con su familia a Mar del Plata en busca de oportunidades laborales. En su taller armaba radios, fabricaba aparatos y hacia la instalación eléctrica en obras. Pero el negocio estaba en caída, entonces empezó a aguzar el ojo para encontrar un nuevo nicho. Y lo encontró en un bar.

Mientras tomaba su café, Mochkovsky vio como varias personas se levantaban para ir a la rocola del lugar. Depositaban una moneda y elegían una canción. "Mucha gente pagaba por un servicio que se reproducía una única vez, pero todos estaban contentos porque creían que se reprodujo porque ellos lo eligieron", recordó su hijo, Jorge, en diálogo con Replay Magazine. Entonces, en 1957, Mauricio compró tres máquinas y las puso a trabajar en algunos bares de la zona.

El negocio de divertir

Poco después de su introducción en este negocio, una persona le dio 15 pinball que tenía en un depósito. Mauricio los arregló y junto a Jorge armaron un circuito en distintos locales comerciales. Los dueños de cada espacio se quedaban con un porcentaje de lo que recaudaban. Como el negocio creció también se sumaron sus otros hijos, Alex y Ricardo.

Llegó a tener más de 40 locales en operación en el país.

Pero Mauricio quería conocer las novedades del rubro porque sus máquinas ya tenían varios años de antigüedad. Entonces viajó a los Estados Unidos para recorrer la meca del entretenimiento. De ahí trajo más juegos electromecánicos, principalmente bingos, con los que se lanzó en la Ciudad de Buenos Aires.

Sacoa nació oficialmente en 1969 cuando la familia Mochkovsky armó su local propio en el subsuelo de un edificio sobre la hoy peatonal San Martín, en Mar del Plata. Esa primera sucursal tenía pool, bowling y ping pong. Los juegos llegaron más adelante.

La historia detrás de Sacoa

¿Por qué eligieron ese nombre? El edificio pertenecía a la empresa Sociedad Anónima Constructora de Obras y Afines y dentro del inmueble también funcionaba una galería con ese nombre. En tanto, los locales que abrieron por fuera de esa propiedad operaban bajo el nombre Plaza. Cuando Sacoa explotó, entonces lo adoptaron como su marca oficial.

El nombre de la compañía salió de las siglas de la sociedad dueña del edificio donde instaló su primer local

Los hermanos Jorge y Alex hicieron algunos cambios para escalar el negocio. El primero creó un software que le permitía llevar los números de otros locales a la distancia, y el otro desarrolló una lata con capacidad para recaudar más monedas en las máquinas. De esta manera abrieron centros de entretenimiento en Tucumán y Bahía Blanca.

La compañía fue punta de lanza en algunos productos. En sus repetidas visitas a ferias en los Estados Unidos, Jorge Mochkovsky entabló relación con Nolan Bushnell, cofundador de Atari, y trajo el primer Pong que operó en el país. Asimismo, negoció con Namco para poder armar las máquinas localmente ante la imposibilidad de importarlas.

Jorge Mochkovsky junto a sus hijos, Sebastián y Pol

De los juegos al software

A fines de los 80 llegaron a tener casi 50 locales el país. El crecimiento de las consolas de videojuegos los empujó a desarrollarse en centros comerciales. A su vez, Sacoa se transformó en una desarrolladora de tecnología que cambió la ecuación de la industria.

En 1993 la firma presentó el sistema playcard. Se trataba de una tarjeta magnetizada en la que se cargaba crédito que buscaba reemplazar las históricas fichas. El objetivo era tener un control más eficiente sobre los ingresos, supervisar la operación de manera más transparente y poder modificar los precios con mayor flexibilidad.

El desarrollo consistía en un software y hardware que pronto llamó la atención de otros jugadores del negocio. Al año siguiente se lo vendieron a un cliente en Brasil y en 2017 aseguraban que el sistema tenía presencia en 37 mercados. Jorge junto a sus hijos, Sebastián y Pol, se enfocaron en esta pata del mix.

Por su parte, la empresa redujo su presencia nacional. En abril de 2019 la AFIP intervino su local insignia en Mar del Plata por una deuda fiscal de alrededor de $ 47 millones, según informes de aquella época. En su cuenta oficial de Instagram, Sacoa solo reporta dos sucursales en operación.

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