El estrés bueno: una investigación científica confirmó que vivir situaciones límite tiene beneficios para la salud
La ciencia respalda los efectos positivos del estrés controlado en el bienestar físico.
El estrés es un problema de la actualidad, ya que por el estilo de vida de la mayoría de las personas, son muchos los que lo padecen. Pero aunque el estrés suele considerarse un factor negativo para la salud, investigaciones científicas recientes demostraron que enfrentar situaciones extremas puede, en realidad, traer beneficios para la misma.
Según un estudio de la Universidad de Cambridge, el estrés impacta de diferentes formas en el sistema de defensas del cuerpo, y no siempre es malo para la salud.
¿El estrés puede tener beneficios para la salud?
De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Cambridge, un estrés puntual no siempre es negativo. De hecho, en ciertas situaciones, puede fortalecer nuestras defensas.
Cuando experimentamos estrés temporal, el cuerpo libera hormonas como la adrenalina y el cortisol, que nos ponen en estado de alerta. El doctor José Gómez Rial, inmunólogo del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, explica que este proceso activa la circulación de células T y macrófagos, células clave para defendernos de infecciones.
Estas células, encargadas de identificar y eliminar patógenos, se movilizan con mayor eficiencia durante episodios de estrés agudo. Según el doctor Gómez, el cortisol actúa como un modulador que, en niveles adecuados, facilita la llegada de las células inmunitarias al área afectada por una infección o lesión.
Este proceso es crucial para la respuesta inmune y la reparación de tejidos, lo que confirma que, en dosis controladas, el estrés puede ser beneficioso para la salud.
¿Cómo aprovechar el estrés para mejorar la salud?
Aunque el estrés puede tener beneficios para la salud, es clave saber cómo gestionarlo adecuadamente. Para aprovechar sus efectos positivos, es fundamental mantener un equilibrio y no permitir que el estrés se convierta en un factor constante en la vida.
- Establecer prioridades: organizar tus tareas diarias y enfocarte en lo más importante puede reducir la sensación de agobio.
- Practicar técnicas de relajación: técnicas como la meditación, la respiración profunda o el yoga pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol.
- Ejercicio regular: realizar actividad física ayuda a liberar tensiones y a mantener el equilibrio hormonal.
- Descansar lo suficiente: dormir bien es esencial para permitir que el cuerpo recupere energías y se reponga del estrés.
- Buscar apoyo social: hablar con amigos o familiares sobre lo que te preocupa puede aliviar el estrés y mejorar el bienestar emocional.
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