Audiencia

Vicentin: liberaron al presidente de la cerealera, pero seguirá imputado en la causa penal por presunta estafa

El juez rechazó la prisión preventiva que pidió la fiscalía para el ejecutivo que preside el directorio de la empresa y pidió "no usar el sistema penal para influir en otros fueros". Scarel quedó en libertad, pero continuará imputado mientras avanza la investigación

El presidente del directorio de Vicentin, Omar Scarel, quien estuvo detenido desde el lunes en el marco de una investigación penal por presunta estafa, fue liberado tras la audiencia de imputación que tuvo lugar en Rosario.

La Justicia rechazó el pedido de prisión preventiva que solicitó la fiscalía por "riesgo procesal". No obstante, aunque el ejecutivo recuperó su libertad, seguirá imputado mientras avanza la investigación sobre "desobediencia" a la disposición judicial, establecida en 2020, que le prohibió a la cerealera concursada innovar en el paquete accionario de las empresas que se encuentran bajo su órbita.

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En la cita judicial que se desarrolló en el Centro de Justicia Penal de Rosario, el juez Nicolás Foppiani resolvió que Scarel deberá abonar una fianza de u$s 500.000. Así las cosas, el magistrado sentó su postura y pidió "no usar al sistema penal para influir sobre procesos judiciales de otros fueros".

Justificó su decisión argumentando que "cuesta pensar en una maniobra tan burda" como la denunciada, ya que "el proceso concursal está a la vista de todos". "Sería un delito de ejecución imposible, porque los actos imputados son de conocimiento público", destacó.

El ejecutivo de la cerealera -quien antes de la salida del el ex management se desempeñó como contador de la empresa- había sido detenido en su domicilio de la localidad santafesina de Avellaneda, situada a poco más de 300 kilómetros de la capital provincial, a primera hora del lunes

El juez de la causa consideró que "cuesta pensar en que Vicentin realizó una maniobra tan burda".

Según el fiscal Sebastián Narvaja, se constituyó una "desobediencia consumada" de la prohibición de venta de activos de la agroexportadora. Scarel fue acusado de participar en el traspaso de las acciones de Renova, firma que se creó en 2007 y produce harinas y aceites de soja en Timbúes y biodiesel en San Lorenzo.

En diciembre de 2019, Vicentin se desprendió de un 16,67% de su tenencia accionaria en ese complejo aceiterio. Le transfirió ese porcentaje a Glencore Agriculture, ahora Viterra, la unidad de commodities agrícolas del gigante suizo. Desde entonces, Vicentin conserva el 33,33% de la participación y Viterra es el accionista mayoritario, con el 66,67% de las acciones.

Ante esa acusación, Scarel aseguró que Vicentin no vendió esas acciones, sino que "se trató de un acuerdo de transferencia sujeto a condiciones", y que no se violaron las medidas cautelares. Según explicó, la medida fue informada oportunamente en el expediente y avalada por los accionistas en asamblea y se pensó para mejorar la oferta de pago a los acreedores, con quienes busca cerrar un acuerdo por la deuda superior a los u$s 1500 millones declarada.

Vicentin se enfocará en alcanzar un acuerdo que le permita salir del concurso. Tiene tiempo hasta el 30 de este mes.

Con el presidente del directorio en libertad nuevamente, Vicentin se enfocará en alcanzar un acuerdo que le permita salir del concurso. Tiene tiempo hasta el 30 de este mes, luego de la prórroga del período de exclusividad que le concedió la Justicia.

La trama detrás de la detención de Omar Scarel

Detrás de la denuncia que motivó la detención del presidente del directorio se encuentra una fábrica de zapatos porteña, Olzen Industria y Comercio de Calzado S.A., que inició sus actividades en mayo de 2018 y se dedica a la fabricación y a la venta al por menor de calzado.

La zapatera se convirtió en acreedora de Vicentin luego de comprarle un crédito concursal en marzo de 2020, a pocos días de que se abrió el concurso preventivo, a la firma agropecuaria Garagro S.A., que tiene sede en la localidad santafesina de El Trébol.

La promotora de la denuncia que derivó en la detención de Scarel es una zapatería porteña.

Mientras que originalmente Garagro informó una acreencia por $ 5,9 millones, el precio de la cesión del crédito por trigo y soja fue por $ 10.000, más el 80% de la suma de dinero que finalmente el acreedor perciba por parte de Vicentin, según lo acordado en el marco del concurso.

En el escrito de la denuncia, al que accedió El Cronista, figura como apoderado Gustavo Feldman, abogado rosarino que representa los intereses del grupo más reluctante de acreedores comerciales de la agroexportadora.

Feldman publicó en marzo de 2021 un libro: "Nunca fuimos Vicentin". En él, recopiló artículos periodísticos publicados en medios nacionales y explicó que, según su punto de vista, la empresa llevó a cabo una "gran estafa". La acusa de haber actuado bajo el esquema de fraude Ponzi.

Garagro le cedió a Olzen su crédito en 2020 por $ 10.000.

Fuentes conocedoras de los movimientos le aseguraron a este medio que "la entrada en escena de una empresa que jamás le vendió ni un solo zapato a Vicentin fue la forma que encontró el estudio jurídico que encabeza Feldman para litigar, abogados que, desde que Vicentin entró en cesación de pagos en diciembre de 2019, arremeten contra la compañía constantemente".

En off, se dice que este mismo grupo fue el que impulsó las denuncias penales que enfrentan varios ejecutivos de Vicentin, en representación de productores agrarios querellantes que buscan que se produzca un cramdown; como así también que recurrió a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).

Se dice que el grupo que recurrió a Defensa de la Competencia fue el que impulsó las denuncias penales que enfrentan varios ejecutivos de Vicentin.

El organismo, que depende de la Secretaría de Comercio y hasta entonces estaba bajo la órbita de Roberto Feletti, le solicitó hace 20 días al grupo de inversores que quiere comprar los activos de la cerealera que le brinde información sobre la transacción, en caso de concretarse.

Por lo general, los protagonistas de una compra o fusión le presentan los papales para su aprobación luego de firmada la operación. Algo que, todavía, no ocurrió, dado que el ingreso de las tres empresas interesadas en Vicentin no es un contrato ya cerrado, sino supeditado, en primer término, a que la cerealera logre las conformidades necesarias con sus acreedores para la firma del acuerdo que definirá una inyección de capital y el traspaso de las acciones.

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