La mayor citrícola se reconvierteExclusivo Members

El plan de la 'nueva' San Miguel: plantas en Sudáfrica y Uruguay y la primera oferta de acciones en años

Hace un año, San Miguel salió del negocio de fruta fresca y se concentró en el segmento industrial del limón, del que es el mayor procesador mundial. Invertirá u$s 51 millones en sus nuevas fábricas del exterior y piensa en un fuerte aumento de capital. Su CEO, Pablo Plá, explica la estrategia

El próximo 23 de junio, a las 14 horas, San Miguel hará una asamblea general de accionistas. El tercer punto del orden del día es el aumento de su capital social, con la emisión de hasta 955,3 millones de nuevas acciones. Además, se dará al directorio al facultad de aumentar en hasta un 15% el volumen, en caso de sobresuscripción

A valor nominal, $ 0,10 por papel, en el caso de aprobarse -y de que sea por ese máximo-, serán más de $ 95,53 millones. A precio de mercado -la acción de San Miguel cerró el martes 6 de junio a $ 347-, equivalen a $ 331.500 millones, unos u$s 1300 millones al cambio oficial y más de 13 veces su actual capitalización bursátil ($ 24.653,8 millones).

Será la primera emisión de acciones de la empresa desde 2017, cuando colocó 58,5 millones de títulos Clase B -el mismo tipo que lanzará ahora- y recaudó $ 704,6 jillones, u$s 44,7 millones del momento. Más allá del monto final que, de tener visto bueno de la asamblea, tengan tanto el precio como el volumen a ofrecer ahora, lo más importante es la señal, subraya Pablo Plá, gerente general de la citrícola, principal productora y exportadora de limones del hemisferio Sur y mayor industrializadora del mundo, con un share del 16% de la molienda global.

"Significa que los accionistas están dispuestos a capitalizar la compañía. Refleja que, en este momento, la empresa es una buena inversión", asegura el ejecutivo. 

Ex Quilmes y Coca-Cola, en los últimos 15 años, Plá lució la tarjeta de CEO. Primero, en General Mills -con un lustro en Brasil-, luego en Alicorp y, más recientemente, en Ingredion. Su última misión allí fue negociar el joint venture con el que fusionó los activos de producción de glucosa de maíz de la estaodunidense con Arcor. Experto en estrategia y liderazgo, disciplinas de las que es profesor de posgrado en la Universidad de San Andrés y de grado en la Austral, San Miguel -cuyo 53% es de las familias Miguens-Bemberg y Otero Monsegur, el 26% de la ANSeS y el 21% cotiza en la Bolsa de Buenos Aires- lo reclutó hace dos años y le encomendó su reconversión.

En ese sentido, la decisión más trascendental fue la salida de la fruta fresca, el negocio histórico de la empresa, de 69 años, y concentrarse en el industrial, de mayor valor agregado y, fundamentalmente, sustentabilidad. El punto de inflexión de ese giro estratégico fue hace un año, cuando anunció la venta a la española Citri&Co de sus plantas en Perú y Sudáfrica, operación que le reportó u$s 94 millones, según su informe de resultados de 2022.

"Decidimos no seguir compitiendo en un negocio con fuertes pérdidas y fortalecer nuestra estructura de capital", explica Plá. "Pero un redireccionamiento estratégico nunca se hace bajando costos", aclara. En ese sentido enumera tres pilares.

San Miguel le vendió a la española Citri&Co su negocio de fruta fresca. Embolsó u$s 94 millones

Los tres pilares del redireccionamiento de San Miguel

"El primero es que se necesita un mayor crecimiento de ventas", menciona. El 90% de las ventas de San Miguel proviene del exterior, un total de 200 clientes diseminados en más de 50 países. "Logramos incremento de ventas desarrollando contratos a largo plazo, con clientes importantes. Eso le da una previsibilidad mucho mayor a los ingresos", explica. La cartera actual, apunta, permitirá incrementar su participación del 16% al 20% del limón procesado en el mundo.

Describe dos atributos vitales en este punto. "Somos el único productor multiorigen. Eso significa que podemos elaborar productos de limón industrializados (aceites, jugos y cáscara) desde la Argentina, Uruguay o Sudáfrica. Mitiga los riesgos políticos, económicos y climáticos, que pueden afectar a un área en cualquier momento", amplía.  El segundo atributo, menciona, es la filosofía de "Stakeholder 360", que le da una base de sustentabilidad concreta a su operación. Por ejemplo, el 57% del consumo eléctrico de la planta de Tucumán ya está provisto con energía eólica

El segundo pilar del redireccionamiento es la optimización de costos, procesos y productividad, continúa Plá. "Nos llevó a una reducción de más de u$s 7 millones", dimensiona.  Y el tercero es el giro estratégico: tras la salida de la fruta fresca, San Miguel está reconfigurando y ampliando toda su operación industrial.

"Estamos consolidando las capacidades industriales en Tucumán, prácticamente haciendo una nueva planta en Paysandú, en Uruguay, y lo que anunciamos la semana pasada: la construcción de una en Sudáfrica", cuenta.

En Famaillá, Tucumán, San Miguel tiene una capacidad total de molienda de 300.000 toneladas. Con las plantas de Uruguay y Sudáfrica, crecerá 60%, con 170.000 toneladas adicionales, aportadas en partes similares. 

La instalación uruguaya demandará una inversión de u$s 31 millones, financiada con un crédito otorgado por el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU), es decir, a costo charrúa. La de Sudáfrica insumirá u$s 22 millones. Estará lista en mayo de 2024 -ya está en fase de obra civil e incorporación tecnológica- y no se descarta la opción de sumar un socio local, que aporte capital, aunque no más del 20 por ciento.

Plá proyecta que, una vez terminadas, a partir del segundo semestre del año próximo, la curva de ocupación plena no sea inmediata pero sí rápida. "Llegaremos en 2025", confía.

En 2022, San Miguel facturó $ 13.909 millones, un 17% más que en 2021. El resultado neto, una pérdida de $ 9488 millones, fue un rojo 126% superior al del año previo. La deuda neta, no obstante, se redujo de u$s 246 millones a u$s 166 millones. "La baja se explica por las ventas de subsidiarias, que permiten a la compañía contar con altos niveles de liquidez", explicó en su informe de resultados.

Allí, también consignó que, en el último trimestre del año pasado, hizo una tercera emisión de obligaciones negociables dollar linked vinculadas a la sostenibilidad, por un monto de u$s 38 millones. Agregó que, en marzo de este año, las reabrió, por u$s 12 millones, hasta completar el monto máximo de la serie (u$s 50 millones).

Para 2023, su primer año concentrado 100% en producción industrial, el CEO proyecta un incremento del 10% en sus ventas. Los frutos ya empezaron a verse. En el primer trimestre, los ingresos de San Miguel crecieron 97% interanual, a $ 1781 millones, según los datos difundidos semanas atrás. El resultado neto continuó siendo pérdida: $ 1010 millones. Pero, esta vez, sólo 2% superior a la de un año antes.  Por su parte, la deuda neta, medida en dólares, ascendió a u$s 171 millones. Al 31 de marzo de 2022, sumaba u$s 278 millones.

Después de un 2022 estable -abrió a $ 140,25 y cerró a $ 137-, en lo que va del año, la acción de San Miguel creció más de 150 por ciento.

Temas relacionados
Más noticias de san miguel

Las más leídas de Negocios

Las más leídas de Apertura

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés

Compartí tus comentarios

¿Querés dejar tu opinión? Registrate para comentar este artículo.