

El SAT lanzó una advertencia decisiva para todas las empresas que importan mercancías a México: a partir del 1 de abril de 2026, será obligatorio transmitir la Manifestación de Valor Electrónica (MVE) a través de la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCEM).
Esta medida marca un cambio profundo en los procesos aduaneros e implica que miles de operaciones deberán migrar por completo al esquema digital.
Hasta el próximo 31 de marzo, los importadores aún podrán cumplir con esta obligación mediante el formato tradicional o el electrónico, pero después de esa fecha el uso de la MVE será ineludible. Con esta transición, el SAT busca agilizar trámites, reducir errores en el valor declarado y reforzar la fiscalización del comercio exterior.
¿Qué es la Manifestación de Valor Electrónica y por qué será obligatoria en 2026?
La MVE es un documento digital que declara el valor real de las mercancías que entran al país y sirve para calcular correctamente los impuestos al comercio exterior. Su uso a través de la VUCEM forma parte del plan de modernización aduanera del SAT. La obligatoriedad del formato electrónico busca ofrecer mayor claridad en la información, reducir errores y agilizar auditorías. Con ello, las operaciones serán más rápidas y menos propensas a inconsistencias.

El SAT explicó que esta transición también permitirá adoptar estándares tecnológicos internacionales y fortalecer la seguridad jurídica en cada importación.
Además, la MVE electrónica ayudará a evitar sanciones por documentación incompleta o imprecisa, haciendo que el proceso sea más uniforme, verificable y confiable para todos los importadores.
Cómo funcionará la prórroga en 2026 y hasta cuándo se puede usar el formato tradicional
Hasta el 31 de marzo de 2026, los importadores podrán presentar la manifestación de valor en cualquiera de sus dos formatos: el tradicional o el electrónico. Esta prórroga le da tiempo al sector para ajustar sistemas, capacitar personal y preparar la transición sin afectar operaciones.
Durante este periodo no habrá sanciones por usar el esquema anterior, siempre que la información se entregue completa y correcta. El SAT mantiene mesas de apoyo con cámaras empresariales para resolver dudas técnicas y acompañar la adaptación.
La autoridad aclaró que la prórroga no significa un relajamiento en el cumplimiento, sino una fase de preparación. Una vez que la MVE sea obligatoria, las operaciones serán más rápidas, transparentes y con menor riesgo de errores o multas.
Qué pasa si no cumplo con la Manifestación de Valor Electrónica
Si una empresa no transmite la MVE a partir del 1 de abril de 2026, el SAT puede aplicar sanciones económicas, ordenar revisiones más estrictas e incluso retener mercancías hasta que la información se entregue correctamente.
El incumplimiento también puede generar auditorías posteriores y multas adicionales si se detectan errores en el valor declarado, además del riesgo de que la empresa sea clasificada como contribuyente de alto riesgo.
De esta manera, no cumplir con la MVE implica costos, demoras y mayor fiscalización, por lo que el SAT recomienda preparar la transición antes de la fecha límite.














