"La puerta del infierno": el abismo de fuego que lleva medio siglo ardiendo en el desierto
En el desierto de Karakum, en Turkmenistán, se encuentra un espectáculo tan fascinante como inquietante: el pozo de Darvazá.
En el corazón de Turkmenistán, yace un enigma geológico que desafía la comprensión científica: el pozo de Darvazá, apodado "La puerta del infierno".
Esta antigua prospección de gas, convertida en un cráter en llamas, lleva ardiendo más de 50 años, desconcertando a los investigadores que buscan descifrar el secreto detrás de su fuego eterno.
In 1971, engineers from the Soviet Union ignited a fire in a gas-filled hole in the Turkmenistan desert.
— Fascinating (@fasc1nate) March 12, 2024
Anticipating that the flames would extinguish within days, they were surprised when the fire continued to burn.
Now, 52 years later, this site, known as "The Door to... pic.twitter.com/ucv65fMKal
¿Qué es el pozo de Darvazá?
El pozo de Darvazá, también conocido como "Resplandor de Karakum", es un enorme cráter en llamas ubicado en el desierto de Karakum, Turkmenistán.
"La puerta del infierno": un cráter ardiente desafía el paso del tiempo
Su origen se remonta a 1971, cuando un accidente durante la prospección de gas en territorio soviético reveló una enorme cavidad subterránea repleta de gas metano, un combustible altamente inflamable.
Tras la perforación, el suelo cedió, formando un inmenso cráter de 69 metros de diámetro y 30 metros de profundidad.
Ante el riesgo de fuga de gas, los geólogos tomaron una decisión radical: encender el metano con la esperanza de que se quemara rápidamente.
Para su sorpresa, las llamas persistieron en lugar de extinguirse como se había anticipado. Durante más de medio siglo, el metano subterráneo ha alimentado continuamente el fuego.
Este cráter, conocido como la Puerta del Infierno de Derbent, arde a temperaturas que alcanzan los 400°C. Este fenómeno artificial emite gases inflamables y ofrece un espectáculo visual fascinante que atrae a turistas de todo el mundo.
El pozo de Darvaza: un dilema entre el turismo y el medioambiente
En 2022, tras cinco décadas de combustión ininterrumpida, el presidente de Turkmenistán expresó su preocupación por el desperdicio de recursos naturales y el impacto ambiental del pozo de Darvaza.
"Estamos perdiendo valiosos recursos naturales por los que podríamos obtener importantes beneficios y utilizarlos para mejorar el bienestar de nuestro pueblo", declaró entonces el presidente a AFP.
Apagar el fuego no es una tarea sencilla. Se han barajado alternativas como cubrir el cráter con tierra o un agente extintor, pero expertos como George Kourounis, advierten que el gas natural encontraría la manera de salir a la superficie y reavivar las llamas.
Otra posibilidad extrema y costosa sería realizar una explosión masiva para sellar las fracturas rocosas y cortar el suministro de metano a 500 metros de profundidad.