El próximo gobierno y la Argentina: entrevista al titular de la Confederación empresarial
En un mano a mano con El Cronista, Diego O'Neill, titular del colectivo que nuclea a la mayor parte de las cámaras del país, evalúa el proceso electoral y el escenario económico hacia el balotaje. Los pedidos de los empresarios al próximo Presidente y el nexo bilateral
"Creo que los sistemas políticos uruguayo y argentinos son diferente. Evidentemente, el de Milei es un estilo que acá no creo que pueda caminar", sostiene con diplomático equilibrio Diego O'Neill, presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales del Uruguay, al ser consultado por El Cronista sobre la posibilidad de que un político local cultive ese perfil de ese lado del charco. La pregunta no es al azar: durante la campaña 2024, no faltó el candidato a la Presidencia que se referenció en el economista libertario como parte de "los nuevos liderazgos de la política" -Andrés Ojeda (Partido Colorado)- y obtuvo un buen resultado en la elección.
Desde que nació el 29 de agosto de 2016, la CCE se involucró activamente en el debate público sobre la agenda de políticas y reformas estructurales que considera necesarias para contribuir al desarrollo del país. Lo hace en nombre de 29 cámaras que representan a la casi totalidad de los sectores económicos del país, desde la construcción, el agro y la logística hasta las gremiales empresarias de la logística, tecnologías de la información y demás rubros de servicios. También lo hizo en esta elección, al entregar un extenso documento de propuestas a las fuerzas que competían por la Presidencia de Uruguay y que ahora se ponen en evaluación de cara al balotaje.
En un mano a mano con El Cronista, O'Neill se refiere al escenario económico que espera al próximo gobierno, las reformas pendientes y los vínculos con la Argentina y el Mercosur en medio de la demanda de mayor flexibilización en el bloque.
-¿Qué análisis hacen del panorama económico en Uruguay que recibe el próximo Presidente?
-Este gobierno ha tenido algunas cosas destacables, como puede ser la reducción de la inflación del 8%, que era la zona de confort de la economía, al 5%, y hoy lleva casi un año y medio dentro del rango meta que fijó, lo que le da credibilidad a la política del Banco Central. Y también ha tenido buenos resultados con el salario real, seguramente de la mano de la reducción de la inflación, que se ha puesto por encima de los valores de 2019. En paralelo ha generado alrededor de 100.000 puestos de empleo nuevos. Encaró un par de reformas importantes, como la de seguridad social e inició la reforma educativa con luces y sombras que eran materias pendientes. Después tiene otros temas que no ha podido resolver, en particular, el déficit fiscal sigue siendo alto, Tenía un compromiso de terminar el periodo en torno del 2% y vamos a terminar acerca del 4%, que es más o menos el mismo déficit fiscal que recibió. Obviamente quedan materias pendientes para la próxima administración
-Hubo muchas críticas a la propuesta de reforma previsional que finalmente no prosperó aunque desde el PIT-CNT dicen que insistirán. ¿Desde el sector empresarial están totalmente en contra o entienden que lo problemático fue el modo de plantearlo, a través de una reforma constitucional?
-A ver, la intención puede ser buena, pero la iniciativa era muy mala. Era improvisada e irresponsable porque no son temas para incorporar a la Constitución, ningún país se ata de pies y manos en este tipo de temas en un mundo tan cambiante. Y no se explica cómo se financiaría, anclar la edad de retiro a los 60 años, establecer un mínimo para cualquier prestación. En fin, hubiera expuesto al país a un juicio con las AFAP que iban a ser confiscadas y con las propias personas que tienen sus ahorros personales en esas AFAP y que podían reclamar por un ahorro individual que era heredable por sus hijos y dejaban de tenerlo. Es decir, le pegaba justamente a una de las fortalezas que el país tiene y que ha construido a lo largo de décadas de ser un país serio, donde se respetan los contratos. Obviamente que hay una situación de personas que perciben jubilaciones muy bajas y que eso es algo que hay que atender, pero no por esta vía.
-¿Como CCE tienen alguna preferencia política por algún partido?
-No, no, en absoluto, la confederación y en general las gremiales empresariales son apartidarias, digamos, no puedo decir que sean apolíticas, todo es política, pero apartidarias, trabajamos con el que esté en el Gobierno y nuestros planteos van a ser los mismos, gane quien gane.
-¿Y tuvieron la oportunidad de estudiar las propuestas económicas que hicieron los candidatos?
-Nosotros hicimos un documento que le llamamos Agenda para el Desarrollo 2025-2030. Tuvimos reuniones con los candidatos de todos los partidos y representantes parlamentarios y encontramos coincidencias. El economista (Gabriel) Oddone, que sería el ministro de Economía del Frente Amplio en caso de ganar las elecciones, es una persona que ha estado muy cerca del sector empresarial, ha sido asesor de algunas de las gremiales, es un tipo con el que tenemos mucha cercanía y afinidad. Habrá que ver después, en caso de ganar las elecciones, qué tanto margen de maniobra tiene, porque los equilibrios internos en el Frente Amplio son complicados.
-Hay quienes lo mencionan como el nuevo Danilo Astori, referente de una vertiente más liberal dentro del FA...
-Probablemente en el pensamiento, sí, la diferencia es que Astori era un tipo que tenía peso político, era un político, tenía su propia organización. Oddone es un técnico, entonces no tiene ese peso que Astori tenía por los votos que le daba a la gente.
-Todos los candidatos mayoritarios fueron nuevos en la competencia, ¿sienten que hubo un recambio de ideas con su ascenso?
-El caso del Frente Amplio es bien claro. Los grandes líderes ya no están. La mayoría porque han fallecido, y bueno, es Mujica porque ya es muy mayor. En el Partido Nacional el líder es el actual Presidente, pero no puede ser candidato. Entonces Delgado es una figura muy conocida. De hecho, fue secretario de la Presidencia en esta administración, pero no es un líder natural, digamos. Y Ojeda es bien nuevo. Así y todo, creo que más o menos la tradición de los partidos se mantiene. En ese sentido no veo mucha diferencia.
-Mencionaba antes el déficit como uno de los problemas que hereda el próximo gobierno. También son varios quienes han analizado el crecimiento estancado en torno al 1% durante la última década, ¿coincide con ese diagnóstico?
-Sí, el quinquenio 2015-2020 fue uno de estancamiento, con el promedio del crecimiento en torno al 1%. Este último quinquenio en promedio probablemente no sea muy diferente, andará por el 1,5% quizá, pero tuvimos la pandemia y la sequía, es decir, hubo dos eventos extraordinarios y en 2020 el PBI cayó un 7%, es decir, no es justo medirlo con la misma vara. Pero en términos generales el problema que tiene el país es que tiene que crecer a un promedio del 3% porque si no hay forma sino de mejorar las condiciones de vida de la gente bajo la línea de pobreza, de sostener el Estado de bienestar que el uruguayo pretende y eso requiere una serie de cambios macro y micro en los que no podemos seguir tirando la pelota para adelante.
-¿Las políticas sociales no se ponen en discusión en Uruguay cuando hablan de modernización del Estado?
-Nosotros planteamos que el Estado es muy pesado, pero no tanto por las políticas sociales, sino más bien por la burocracia, por el número de funcionarios públicos que hay, fíjate que los últimos dos censos de población fueron en 2011 y 2023 y la población no creció, está estancada a lo largo de esos 12 años, y en esos 12 años los funcionarios públicos aumentaron un 15%, 38.000 nuevos funcionarios públicos. La discusión pasa por gastar mejor, achicar el aparato estatal
-¿Y las regulaciones, también forman parte de esos cambios que le piden al próximo Gobierno?
-Sí, también, eso también, eso es parte del peso del Estado, que hay que achicarlo, hay muchas regulaciones. Hay regulaciones que hacen que determinados productos de tocador como la pasta de dientes valga cuatro veces más que en Argentina porque solo la pueda traer un importador, limitan la competencia y hacen que el Uruguay sea un país caro. Esas son cosas que deben estar en el centro de la discusión.
-¿Cómo está el vínculo con Argentina y cómo piensan que puede evolucionar a partir de esta elección?
-Con la anterior administración de gobierno de Argentina, la situación de los exportadores uruguayos a Argentina estaba muy complicada, les costaba mucho cobrar con las SIRA. Eso cambió con el nuevo gobierno en Argentina, no es que esté hecho un relojito, pero ha mejorado el flujo y el relacionamiento, va en la dirección correcta. Por otro lado también, con este cambio de gobierno rápidamente se logró el aval argentino para profundizar el puerto de Montevideo a 14 metros, que es otra cosa muy importante para nosotros, para el país, y que hace años que venía trabado, así que creo que eso también es algo muy positivo. Después está la expectativa en lo que pueda hacer el Mercosur, que para nosotros viene siendo un corsé bien apretado y, por lo menos en lo declarativo, la posición del gobierno argentino ha cambiado. Veremos qué efecto tiene.
-¿El sector empresario coincide con el planteo de Lacalle Pou de poder negociar de manera unilateral, sin la atadura del formato 4 más 1 tradicional?
-Si se pudiese avanzar con el Mercosur, obviamente que es mucho mejor, pero Brasil y Argentina han sido muy proteccionistas. Como país chico, tenemos una economía que no se puede abrir al mundo, nos complica mucho, entonces necesitamos poder avanzar. Pero si no es con todos, al menos unilateralmente.
-¿Cómo ven ustedes el cambio de gobierno de Argentina? Hubo candidatos locales como Ojeda que se referenciaban en Milei en algunos aspectos
-Creo que los sistemas políticos uruguayo y argentinos son diferentes en ese sentido. Acá hay un sistema partido sólido que creo que es algo positivo, que es algo bueno, que es una forma de canalizar las demandas de la población y es una forma de gestionar el Gobierno y el Estado y que nos ha dado resultados. Es diferente a la Argentina. Entonces no querría hacer juicios de valor pero evidentemente es un estilo que acá no creo que pueda caminar
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