Las polémicas persiguieron al Papa en su viaje a Chile

El papa Francisco concluyó su visita a Chile y llegó a Lima sin poder despejar los nubarrones de las polémicas que lo acompañan desde su llegada a Santiago. Fundamentalmente los casos de abuso sexual por parte de miembros religiosos y sacerdotes contra menores. Especialmente el caso de un obispo que fue acusado de encubrir a un sacerdote pederasta, que se tornó tema principal de la gira.

 

Al respecto el Papa fue categórico. Dijo que las acusaciones "son calumnias" y que quienes lo denuncian deben presentarle pruebas.

Estas declaraciones lograron levantar más polvareda en un país en el que el tema de la pederastia de clérigos afectó mucho la credibilidad de la Iglesia-

Aunque estos cuestionamientos lograron desviar en parte el mensaje pastoral que intentó traer a Sudamérica, los gestos de Francisco siguen dando que hablar en el mundo.

En su última actividad en Chile celebró una misa en la localidad de Iquique donde tocó ante 50.000 personas, el asunto más emblemático de su pontificado: la defensa de los migrantes.

El papa eligió la región chilena donde más inmigrantes llegaron en los últimos años desde República Dominicana, Haití, Venezuela, Colombia y Ecuador. Allí alertó sobre la explotación e injusticias a los inmigrantes. "Estemos atentos a todas las situaciones de injusticia y a las nuevas formas de explotación que exponen a tantos hermanos" a la "precarización del trabajo", a que se "aprovechen de la irregularidad de muchos inmigrantes" y a la "falta de techo", dijo el pontífice.

Más de medio millón de extranjeros viven en situación legal en ese país, según datos oficiales, un 3% de la población de 17,5 millones y cerca de 105.000 haitianos y más de 100.000 venezolanos llegaron en los últimos tiempos.

Por la tarde, Francisco aterrizó en Perú, uno de los países más católicos de Latinoamérica.

En su primera actividad, en el tradicional papamóvil recorrió las principales avenidas de Lima, dónde lo saludaron miles de personas.