Estados Unidos: Donald Trump termina su mandato al borde de un segundo juicio político
A contra reloj, los demócratas se preparan para debatir un segundo juicio político contra Donald Trump pero, a una semana de la asunción de Joe Biden, es díficil que la medida vaya a ser más que un gesto simbólico.
Los demócratas –liderados por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de los senadores, Chuck Schumer– insisten en dejar sentado algún tipo de sanción sobre el presidente Donald Trump, a quien le atribuyen haber incitado a un grupo de violentos para irrumpir en el Capitolio el día que el Congreso certificaba la victoria de Joe Biden.
Los demócratas están empujando una resolución para instar al vicepresidente, Mike Pence, a sacar a Trump del gobierno en nombre de la 25 Enmienda, por considerar que no está apto para ejercer su cargo.
En su primera aparición pública desde los incidentes del Capitolio, el presidente dijo hoy que: "La 25 Enmienda es de riesgo cero para mí" aunque aseguró que "volverá para perseguir a Joe Biden y a la administración Biden. Como dice la expresión, ten cuidado con lo que deseas", alertó.
Más allá de profunda grieta que se abrió entre Trump y Pence –el mandatario acusa a Pence de ser desleal al no trabar la certificación de los votos, y el vice está furioso con Trump luego de que un grupo de sus seguidores entrara al Capitolio gritando "¡Cuelguen a Mike Pence!"–, la dupla se comprometió a seguir trabajando juntos hasta el fin de sus mandatos.
Y es que, a pesar del ultimátum de los legisladores demócratas, es virtualmente imposible que el vicepresidente acceda a remover a Trump de la Casa Blanca a sólo una semana de la asunción de Biden, a la que Pence – en otro desafío contra el mandatario–, se comprometió a asistir.
Agotado el camino de la 25 Enmienda, los demócratas se encaminan mañana a la aprobación de un segundo impeachment contra Trump (récord para un presidente estadounidense) por Incitación a la Insurrección. Además de que son mayoría en Representantes, los demócratas creen que podrán sumar a un pequeño número de republicanos indignados con el accionar del presidente. La mayoría, no obstante, no está de acuerdo con el impeachment aunque estarían a favor de otras alternativas como una moción de censura.
En este sentido, Trump advirtió que "el engaño del impeachment es una continuación de la mayor y más vil caza de brujas en la historia de nuestro país y está causando una tremenda ira y división y dolor, mucho mayor de lo que la mayoría de la gente jamás entenderá, lo cual es muy peligroso para los EE.UU., especialmente en este momento tan delicado .
Por otra parte, se desligó de lo ocurrido en el Congreso y ratificó sus dichos después de los incidentes: "Si leen mi discurso –y mucha gente lo ha hecho, lo he visto en los diarios, en los medios, en la televisión– fue analizado y la gente pensó que lo que dije era totalmente apropiado", dijo Trump.
Varios republicanos coinciden con el mandatario en que un segundo impeachment podría aumentar la furia de los seguidores de Trump. Un boletín interno del FBI ya alertó que para el próximo 20 de enero se planean protestas (con armas) en los 50 estados y en el Capitolio entre el 17 y el 20, pero también otros edificios gubernamentales podrían ser blancos de ataques en los próximos días.
En todo caso, es difícil que la iniciativa de los demócratas pase de un gesto simbólico: aunque los legisladores aprueben el impeachment –lo cual es muy probable–, el Senado, que es la cámara que efectivamente deberá juzgar si hay motivos o no para remover al presidente vía juicio político, está en receso y volverá a sesionar recién el próximo 19 de enero, un día antes de la asunción del nuevo gobierno. Si el juicio comienza ese día, eso retrasaría otros asuntos vitales como la confirmación del gabinete de Biden, que debe ser aprobada por el Senado.
Para no complicar al nuevo gobierno, algunos demócratas están analizando la posibilidad de postergar el juicio dentro de los primeros 100 días de la gestión Biden, lo que prácticamente vaciaría de peso la iniciativa. Por otra parte, adelantar la sesión requeriría el acuerdo unánime de los 100 senadores y la cooperación del líder de la mayoría, Mitch McConnell que, aunque alejado de Trump, no se sabe si está dispuesto a impulsar el impeachment. Según pudo saber el New York Times, McConnell (cuya esposa, Elaine Chao, exsecretaria de Transporte fue la primera oficial senior del gabinete en renunciar tras los hechos en el Capitolio) le dijo a sus allegados que estaba contento de que los demócratas impulsaran el juicio polítco porque así será más fácil expulsarlo del partido republicano.
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