Ómicron no da tregua. Mientras a nivel global esta última semana se registraron 19.801.230 nuevos contagios en todo el mundo, un 16% más respecto de los siete días previos, en nuestro país este lunes se registraron más de 100 mil casos y 191 muertes. La positividad, en tanto, se mantiene cercana al 70%, muy por encima de la recomendada por la OMS (10%).Variante Ómicron: el síntoma en común que presentan las personas vacunadasVacuna de AstraZeneca: un error de ANMAT y la aclaración sobre el grafenoDe esta forma, el acumulado de la primera quincena de enero asciende a 1.375.216 positivos, casi 34 veces más que los 40.593 del mismo período en diciembre, y con una positividad de casi el 70%, muy por encima de la recomendada por la OMS (10%).Variante Ómicron: qué es el efluvio telógeno En este contexto preocupante, la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD por sus siglas en inglés) señaló en su último informe a la pérdida de cabello como un nuevo síntoma común en aquellas personas que dieron positivo de coronavirus y atraviesan la etapa final de la enfermedad, previo al alta.De acuerdo a las conclusiones a las que arribó el cuerpo de investigadores, el cuadro de visibilidad estética responde a que "los folículos pilosos se debilitan después de que el paciente se expone a una temperatura alta", escenario cuyo nombre técnico es efluvio telógeno y "ocurre naturalmente con una fiebre elevada".El cuadro de visibilidad estética responde a que "los folículos pilosos se debilitan después de que el paciente se expone a una temperatura alta"."Esta caída es más notable a los dos o tres meses después de haber tenido la enfermedad. Mechones de cabello salen al bañarse o al peinarse. Y esto puede mantenerse así de seis a nueve meses, antes de detenerse. El cabello vuelve a su aspecto normal y deja de caerse", indicó el informe. Otra de las causas que la AAD indicó como uno de los desencadenantes en efluvio telógeno es la adopción de un estrés emocional. "Nuevamente, la caída empieza de dos a tres meses después de que se inicie el estrés. Aunque ver que el pelo se cae puede añadirse a su angustia, es recomendable hacer lo contrario y mantener la calma. Sólo así dará la señal para que la caída se detenga".En diálogo con el portal ElUniverso.com, el dermatólogo Manuel Briones, explicó que la fase de crecimiento activo del pelo, o fase anágena, dura de dos a cinco años en el cuero cabelludo.Otra de las causas que la AAD indicó como uno de los desencadenantes en efluvio telógeno es la adopción de un estrés emocional."El efluvio telógeno ha aumentado mucho a raíz de la pandemia, y si bien la infección viral es una causa, el estrés y desórdenes como la tricotilomanía (compulsión por arrancarse el pelo) tienen mucho que ver", detalló el especialista, para luego agregar. "Normalmente, se nos caen entre 50 y 100 cabellos diarios. Si está dentro de estos rangos, no tiene sentido preocuparse".LOS SÍNTOMAS DE ÓMICRONSegún el último reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la variante Ómicron del coronavirus, los principales síntomas que produce son:CansancioDolor de cabezaDolor de gargantaTosDolor de cuerpoRonqueraEscurrimiento nasal y estornudosSudoración nocturnaConfusión mentalPérdida del apetitoMÁS INFORMACIÓN SOBRE LA VARIANTE ÓMICRONVariante Ómicron: "efluvio telógeno", el nuevo síntoma estético y visible después del contagioÓmicron: optimista, pesimista o fatalista ¿con qué grupo se identifica? Ómicron: anticipan que las muertes por COVID subirán en las próximas semanasVariante Ómicron: la pesadilla de los camioneros argentinos que quieren cruzar a ChileÓmicron: cómo quedan los requisitos de España, Italia, Francia y Alemania para el ingreso de argentinosÓmicron: cancelaciones complican la temporada de Punta del EsteVariante Ómicron CABA: ¿Debo aislarme si fui contacto estrecho?Ómicron: Europa sacó a la Argentina de la lista de países seguros, vuelve a pedir certificado de vacunación y no acepta todas las vacunasVariante Ómicron: el síntoma que anticipa el contagio después de haber sido contacto estrechoVariante Ómicron: cómo funciona la inmunidad a largo plazo que podría convertir al COVID en un resfrío