

Tras desconcertantes centelleos de luces azules inexplicablemente brillantes en el Espacio, investigadores iniciaron un seguimiento desde su primer avistamiento en septiembre de 2022.
Desde entonces, el suceso que explotó en una galaxia situada a 1.000 millones de años luz, ya cuenta con las primeras hipótesis por parte de la comunidad científica.
Explosiones en el espacio: las sospechas de los científicos ante este fenómeno
Rápidamente, comenzaron a correr diferentes tipos de sospechas e hipótesis. Pero lo primero que se advirtió fue que este fenómeno era parecido a otras erupciones recientes, denominadas transitorios ópticos azules rápidos luminosos (LFBOT, según sus siglas en inglés).
El último estudio de Anna Ho, astrónoma de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) y sus colegas, sobre los LFBOT, publicado en la revista Nature "señala a la presencia de un denso cadáver estelar (que podría tratarse de un agujero negro o una estrella de neutrones abandonada tras la muerte de una gran estrella) como fuerza motriz de estas espectaculares explosiones".

Los astrónomos cuentan con dos principales sospechosos:
- Una estrella de neutrones.
- Un agujero negro.
En la explosión de una gran estrella se desprende un núcleo denso conocido como estrella de neutrones y, con ciertas características específicas, este puede también estallar hasta convertirse en un agujero negro.

"Lo más excitante de este fenómeno es que no tiene precedentes", afirma Daniel Perley, astrofísico de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido) y coautor del nuevo estudio.
A su vez, proporciona su propia hipótesis al respecto: los destellos podrían derivar de chorros que fluyen desde la fuente. Pero también hace referencia a los campos magnéticos de una estrella de neutrones que podría estar desprendiendo estas llamaradas repentinas.
Y apoya también la hipótesis de que podría tratarse de "variaciones en el denso disco de acreción de material que rodea a un agujero negro".
¿Cómo se analizan estas explosiones en el espacio?
Mediante un tipo de "películas" del cielo nocturno, los astrónomos son capaces de capturar la luz de los fenómenos en vez de capturar imágenes estáticas.

Ho y otros investigadores que participan en la Zwicky Transient Facility, un grupo de telescopios usados para custodiar el cielo nocturno en busca de objetos celestes que cambian de brillo, afirman que "los LFTBOT son unas diez veces más brillantes que una supernova, pero como nacen de forma veloz, es cuestión de suerte captar los destellos".
"Es muy complicado conseguir flujos de salida que se acerquen a la velocidad de la luz de algo que no sean agujeros negros o estrellas de neutrones", afirma Brian Metzger, físico de la Universidad de Columbia, que supervisó el nuevo estudio.













