Día de la Virgen de Loreto | La oración preferida para atraer abundancia y protección este 10 de diciembre

El 10 de diciembre se celebra el día de la Virgen de Loreto, la figura asociada a la Casa de Loreto en Nazaret, el lugar donde, según la religión, María recibió la aparición del Ángel Gabriel. La fecha conmemora un momento central de la tradición católica: el anuncio de la encarnación de Jesús.

A solo semanas de la Navidad, dedicarle un momento de oración a esta figura tan especial nos conecta con una energía poderosa. La madre de Jesús, como portadora de la buena nueva, representa la esperanza y la abundancia. El papa Benedicto XVI le dedicó un importante rezo durante su visita en 2007.

Al conectar con su energía, abrimos un canal para recibir bendiciones en todos los aspectos de nuestra vida. Es un momento ideal para pedir por la prosperidad, la salud y la paz, tanto para nosotros mismos como para nuestros seres queridos.

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El poder de la Virgen y la Casa de Loreto en Nazareth

La Casa de Loreto, ubicada en la ciudad italiana del mismo nombre, es un importante centro de peregrinación. Se trata de una construcción antigua de tres paredes, que según la tradición fue trasladada milagrosamente desde Nazaret en el siglo XIII. 

Según el Vaticano, los estudios históricos y arqueológicos han documentado algunas particularidades de su origen, como la técnica de construcción nabatea y los restos encontrados en sus muros.

Para los creyentes, este lugar representa más que un sitio histórico. Es un símbolo de la apertura de María al plan divino y un punto de referencia para la espiritualidad católica. Cada año, miles de peregrinos visitan el santuario para rezar y reflexionar sobre el momento de la Anunciación.

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10 de diciembre: ¿cuál es la oración del papa para atraer abundancia el día de la Virgen de Loreto?

La oración que el papa Benedicto XVI le dedicó a Nuestra Señora de Loreto en su visita oficial a su santuario para el ágora con los jóvenes italianos en 2007 es la siguiente:

María, Madre del sí, tú escuchaste a Jesús
y conoces el timbre de su voz
y el latido de su corazón.

Estrella de la mañana, háblanos de él
y descríbenos tu camino
para seguirlo por la senda de la fe.

María, que en Nazaret habitaste con Jesús,
imprime en nuestra vida tus sentimientos,
tu docilidad, tu silencio que escucha y hace florecer
la Palabra en opciones de auténtica libertad.

María, háblanos de Jesús, para que el frescor
de nuestra fe brille en nuestros ojos
y caliente el corazón de aquellos
con quienes nos encontremos,
como tú hiciste al visitar a Isabel,
que en su vejez se alegró contigo
por el don de la vida.

María, Virgen del Magníficat
ayúdanos a llevar la alegría al mundo
y, como en Caná, impulsa a todos los jóvenes
comprometidos en el servicio a los hermanos
a hacer sólo lo que Jesús les diga.

María, dirige tu mirada al ágora de los jóvenes,
para que sea el terreno fecundo de la Iglesia italiana.
Ora para que Jesús, muerto y resucitado,
renazca en nosotros
y nos transforme en una noche llena de luz,
llena de él.

María, Virgen de Loreto, puerta del cielo,
ayúdanos a elevar nuestra mirada a las alturas.
Queremos ver a Jesús, hablar con él
y anunciar a todos su amor.