La Fed bajó a tasa de interés la semana pasada y proyectó más recortes en 2026. A su vez, Trump plantea nominar un nuevo presidente de la Fed ya que en mayo se le vence el mandato al actual presidente, Jerome Powell.
Recortes de tasas
La semana pasada el Banco Central de EEUU, la Reserva Federal, decidió recortar la tasa de interés en un cuatro de punto, para ubicarla en el rango de 3,5% y 3,75%.
Además de eso, se publicaron las proyecciones de la Fed en la que los miembros del Banco Central de EEUU proyectan nuevos recortes de tasas en 2026, aunque evidenciando una mayor dispersión entre los funcionarios respecto del sendero de tasas hacia el año que viene.
De los 12 miembros del Comité de Política Monetaria, solo 9 votaron para un recorte de 25 puntos básicos. Dos miembros votaron no modificar la tasa y un miembro se inclinó por un recorte de 50 puntos básicos.

Mientras algunos miembros prevén mantener las tasas estables durante todo 2026, otros estiman al menos dos recortes, reflejando la tensión entre la debilidad del mercado laboral y la persistencia inflacionaria.
El dot plot también confirmó un único recorte adicional para 2027, mientras que las estimaciones de largo plazo permanecieron prácticamente sin cambios.
A su vez, la comunicación del comité sugirió incertidumbre sobre el ritmo futuro de ajustes, retomando un lenguaje similar al utilizado previo a la última pausa en los recortes.
Por su parte, el presidente Jerome Powell afirmó luego de la decisión de tasas y frente a periodistas, que la política actual es lo suficientemente restrictiva para continuar moderando los precios, pero evitó confirmar que el próximo movimiento sea necesariamente un recorte, aunque fuentes de mercado aseguraron que un aumento no figura como escenario base.
De alguna u otra manera, lo que plantean la decision recientes de la Fed y las proyecciones para 2026 y los proximos años es que estamos en un contexto de relajamiento monetario, es decir, de baja de tasas de interes, las cuales es esperable que perduren en 2027.

Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, destacó que la clave en materia de tasas en EEUU seguirá pasando, en el corto plazo, por la dinámica que exhiban variables clave como la actividad, el empleo y la inflación.
“El mercado se irá moviendo al compás de los datos, con las tasas de EEUU del tramo a 3 años en adelante mostrando tendencia alcista ante algunos datos mejores que lo previsto en cuanto a actividad (de septiembre), empleo (renovaciones de solicitudes de seguros de desempleo a fines de noviembre mostraron caída), confianza del consumidor (mostró un dato mejor que lo esperado en diciembre) e inflación (el PCE de septiembre siguió debajo de 3% anual”, detalló.
Positivo para emergentes
Un escenarios de baja de tasas tiende a ser posoitivos para los mercados emergentes y, en particular, para la Argentina, que en los proximos años deberá emitir deuda en dolares para rollear sus abultados comprimisos en moneda dura.
Los inversores tienden a buscar retornos en otros segmentos del mercado, demandando deuda de emergentes y hundiendo su tasa de interes, permitiendo que estos paises puedan acceder a tasas mas bajas.
Matías Ballestrín, jefe de Inversiones de Banco Piano, afirmó que el contexto tasas de referencia internacionales a la baja es positivo para emergentes, porque en tanto no se presenten por un contexto se crisis provoca la búsqueda de riesgos más rentable y eso nos beneficia.
“La clave para Argentina es sostener el objetivo de superávit fiscal, rollover de la deuda en pesos y reforzar reservas. La deuda argentina tiene chances de seguir comprimiendo spreads y eso genera demanda de deuda soberana”, señaló.
Dante Ruggieri, socio de AT Inversiones, explicó que, si bien la Fed anticipó un recorte para el 2026, dependerá mucho del monitoreo y la tasa de desempleo que tenga EEUU.
“La Fed en su última minuta aclaró que pretende usar todos los mecanismos a su alcance para que el desempleo no aumente de los niveles actuales. Con lo cual, es posible que veamos tal vez más de una baja para el 2026”, estimó.
En esa línea, agregó que el hecho de que la Fed baje la tasa de política monetaria es un viento de cola para todo el segmento de países emergentes y sobre todo para la Argentina que necesita imperiosamente poder rollear parte de los vencimientos futuros.
“La semana pasada el Tesoro hizo dio el puntapié inicial en el mercado local consiguiendo u$s 1000 millones a una tasa de 9,26%. En un contexto de baja de tasas posiblemente veamos apetito del mercado internacional por bonos high betas, como son los argentinos. Con lo cual bajo este escenario y con una Fed más laxa resulta un contexto por demás positivo para Argentina”, detalló Ruggieri.

Por otro lado, un escenario de bajas de tasas de la Fed tiende a impulsar el nivel de actividad y deprimir el dólar, lo cual podría favorecer al alza a las materias primas.
Justamente, la Argentina y los emergentes se podrían favorecer de un escenario de materias primas al alza.
Los analistas de Sailng Inversiones explicaron que en los períodos de relajación monetaria global suelen ser favorables para los activos de riesgo y, en particular, para los precios de los commodities.
“Dado que Argentina es un exportador neto de materias primas, un escenario de tasas más bajas a nivel global puede traducirse en mejores términos de intercambio, mayor ingreso de divisas y un entorno macroeconómico más benigno. Esto contribuye a mejorar la percepción de riesgo país y refuerza el atractivo relativo de los activos financieros locales, tanto de renta fija como de renta variable”, dijeron.
En cuanto a los bonos, desde Saling Inversiones consideraron que la expectativa de un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en 2026 debería tener un impacto positivo sobre la renta fija local.
“La tasa libre de riesgo estadounidense es un componente central en la determinación de los rendimientos exigidos a los activos soberanos emergentes. Una baja en esa referencia reduceel rendimiento requerido y favorece la compresión de spreads. En un contexto de menores tasas en economías desarrolladas, los flujos globales tienden a buscar mayores retornos en mercados emergentes, lo que puede aumentar la demanda por deuda argentina y contribuir a una baja adicional en los rendimientos”, dijeron.

Nuevo presidente de la Fed
El presidente Donald Trump ha tenido un fuerte debate y pelea con al presidente de la Fed, Jerome Powell por la dinámica en las tasas de interés.
Trump insiste en que la Fed debe bajar la tasa de manera mas acelerada respecto de lo que ha realizado hasta ahora ya que quiere ver una economía con mayor crecimiento a la vez que busca reducir el costo financiero del Tesoro de EEUU con tasas más bajas.
Sin embargo, la Fed no ha encontrado demasiados argumentos para ser más laxa respecto de lo que ya fue hasta ahora (recortó la tasa 3 veces este año).
Los riesgos inflacionarios por las tarifas provocaron que varios miembros de la Fed se tornen mas cautelosos en 2025, evitando favorecer mayores bajas de tasas, lo cual llevó a un enfrentamiento directo con Trump.
Esta pelea llega justo al final del mandato de Powell y en el que Trump planea nominar un sucesor, el cual muy probablemente tenga un sesgo mucho mas laxo sobre el futuro de la política monetaria.
Un nombramiento de un presidente de la Fed más laxo (dovish) sobre la política monetaria podría provocar una continuidad en el proceso de debilidad del dólar y de bajas de tasas hacia adelante.

Esto es así ya que el mercado podría esperar un escenario de tasas bajas de la Fed por más tiempo, haciendo que los flujos se vean menos atraídos en regresar a EEUU e ir a buscar rendimientos en otros mercados.
Todo ello contribuye a un contexto de dólar y tasas más bajas, fortaleciendo el resto de las monedas y potenciando al resto de los mercados, favoreciendo a los mercados emergentes en general, incluyendo a la Argentina.
Los analistas de Delphos agregaron que el aumento en las probabilidades de nombramiento de un Fed Chair de perfil más dovish (laxo) refuerza el escenario internacional favorable para los emergentes high yield, con un dólar más débil y tasas estables.
Desde Delphos entienden que esto podría favorecer a la Argentina.
“A la espera de una continuación en la dinámica de dólar más débil y tasas estables, y del nombramiento de un presidente de la Fed más dovish, esperamos que el grupo de países Latam high yield continúe exhibiendo compresiones notables de riesgo país”, dijeron.
Además, agregaron que “en este marco, el riesgo país argentino continúa mostrando un rezago significativo frente al promedio high yield de Latam, por lo que vemos margen para una compresión adicional del riesgo país, aunque continuamos monitoreando el deterioro incipiente en el segmento CCC de corporativos estadounidenses”
En este contexto, con una depreciación del dólar index en torno a 10,3% desde los máximos de principios de año, sumado a un sendero de baja en las tasas de referencia, el grupo de países high yield de Latam registró una compresión sostenida de riesgo país a lo largo del año, alcanzando una disminución promedio en el año de 230 puntos en sus spreads vs las tasas de EEUU.
Los analistas de Delphos esperan mayores bajas del riesgo país gracias al contexto internacional.
“La combinación de un panorama internacional favorable a países emergentes y un rezago notable del riesgo país soberano argentino vs el promedio high yield de Latam favorece a una compresión adicional en el EMBI”, dijeron.
Además, agregaron que a pesar de una compresión notable en el spread de tasas del promedio high yield de Latam vs USA, el riesgo país argentino registra una expansión de riesgo país en torno a los 60 puntos en el año, por lo que esperan mayores subas en los bonos.
“Esperamos compresiones adicionales en los niveles de riesgo país, a la espera de un catch up a las compresiones en el año de los pares de la región, sumado a un contexto favorable para emergentes high yield. Hacer este catch up vs el promedio de comparables de la región, implicaría una compresión adicional en nuestro riesgo país de 290 puntos, lo que implicaría un upside en torno a 17% para los soberanos en el tramo largo”, estimaron.

Sobre el impacto local, Franco agregó que la dinámica de las tasas de interés en EEUU vendrá determinada por los datos de actividad, empleo e inflación en ese país, con la Fed explicitando que la incertidumbre al escenario económico es importante.
Además, destacó que el sucesor de Powell en la Fed al finalizar el mandato en mayo del año próximo será una variable clave y si será importante determinar si este tendrá un sesgo dovish o hawkish, en un contexto en el que la última decisión de la Fed mostró cierta división entre los miembros del FOMC.
“En este contexto, flujos a emergentes serán otro de los puntos a monitorear, con una interesante suba de este en las últimas ruedas. En el caso de que las tasas globales se vean presionadas a la baja por distintos motivos, inversores con apetito por rendimiento buscarán posiciones en emergentes con buenos fundamentos, algo que podría favorecer a corporativos argentinos, pero también a bonos soberanos en caso de mejorar las perspectivas macro”, dijo Franco.

Bonos en máximos y potencial alcista
La curva soberana argentina mostró una importante mejora desde las elecciones hasta la fecha.
Luego del resultado electoral, la curva se desplazó a la baja y se aplanó. Hoy la misma muestra una leve pendiente positiva, con el tramo corto rindiendo 8,8% en el Global 2029 y 9,5% en el Global 2030.
En el tramo medio y largo de la curva se ven tasas que rondan el 10%, mostrando cierto aplanamiento.
Es decir, la curva se desplazó a la baja y se aplanó, mostrando una mayor confianza de los inversores sobre la capacidad de pago de la deuda y con menor riesgo se default implícito.
Pese a que se evidenció una mejor en los bonos y en una percepción de menor riesgo de default, la curva soberana sigue operando con rendimientos por encima de sus comprables.
Hoy la curva de Argentina se encuentra por encima de otros créditos similares como el de Turquía, Egipto, Nigeria, Angola, El Salvador, entre otros.
Despejado el riesgo político y con la actualización del esquema cambiario y la compra de reservas, el mercado ve un escenario positivo para la deuda local, con chances de que los bonos compriman hacia lo que rinden los mercados emergentes.

Dadas estas perspectivas, desde Facimex Valores ven espacio para que la renta fija local pueda comprimir hacia lo que rinden los demás países emergentes y de la región.
“Con los spreads de emergentes en torno a mínimos de los últimos años, los Globales son uno de los pocos bonos soberanos que siguen con espacio para la compresión para completar la convergencia a nuestros comparables. Su potencial es mucho más acotado en relación a los meses previos y los spreads entre los distintos asset class del universo hard dollar son mucho más similares entre sí”, dijeron.
En relación a las perspectivas y el potencial alcista de la deuda hacia adelante, desde la compañía detallaron que, para que el tramo corto de la curva opere con tasas similares a los de crédito B, la deuda de corto plazo podría subir 29% en promedio, mientras que el tramo medio y largo muestra un potencial de entre 37% y 40%.
En el caso del potencial hacia los créditos BB, los bonos corto locales podrían avanzar entre 38% y 39%, mientras que los más largos podrían ganar entre 57% y 63%.

Maximiliano Bagilet, gerente comercial de TSA Bursátil, consideró que la trayectoria de tasas Fed continúa siendo un factor clave para la renta fija emergente en general.
“En 2025, la combinación de una política monetaria más laxa en EE.UU., la debilidad del dólar y el apetito global por riesgo favoreció retornos sólidos en bonos de mercados emergentes. En este contexto, los bonos soberanos de menor calidad crediticia (incluidos los de Argentina) lideraron el desempeño”, sostuvo.
Nicolás Guaia, CEO de Max Capital Asset Management, consideró que la reciente baja de tasas de interés en Estados Unidos constituye, en principio, una señal positiva para la Argentina
“Una política monetaria más laxa a nivel global suele traducirse en mayores condiciones de liquidez y en un contexto de risk-on que beneficia, en términos generales, a las economías emergentes”, comentó Guaia.
Sin embargo, Guaia advierte que el impacto de las decisiones de la Reserva Federal no fue lineal a lo largo de la curva.
“Mientras que las tasas de corto plazo responden de manera directa a los recortes de tasa de la Fed, los tramos más largos de la curva muestran una dinámica distinta. De hecho, en las últimas semanas las tasas a largo plazo han tendido a aumentar, ampliando el spread entre los rendimientos a 2 y 10 años.Este comportamiento sugiere que el mercado comienza a incorporar mayores riesgos inflacionarios de mediano plazo en EEUU”, alertó.
Dicho de otra manera, Guaia advierte que una política monetaria más expansiva podría dificultar la contención de la inflación futura, lo que lleva a los inversores a exigir una mayor prima por plazo para protegerse frente a ese escenario.
“Este punto resulta especialmente relevante para la Argentina, dado que el tramo largo de la curva es aquel en el que el país probablemente buscaría emitir deuda una vez que recupere el acceso a los mercados internacionales. En ese contexto, el costo financiero al que estaría expuesta la Argentina no se estaría reduciendo como consecuencia de las recientes decisiones de la FED, sino que, por el contrario, se mantendría prácticamente estable o incluso podría registrar una leve suba”, resaltó.















