El Banco Central (BCRA) generó ruido al final de la semana pasada con una nueva normativa que reimplantó la "restricción cruzada", una de las capas del cepo cambiario desarmado en abril que impide comprar dólares oficiales y revenderlos en el mercado bursátil dentro de los 90 días.
Al respecto, Orlando Ferreres explicó cuál es el impacto que puede tener este "nuevo cepo" y qué va a pasar con el dólar hacia adelante, así como los desafíos que enfrenta el gobierno para normalizar el mercado cambiario.
La caída reciente del dólar blue
Ferreres explicó que la baja del dólar, que cotiza este lunes a $ 1350, se debe a una combinación de factores: el campo comenzando a liquidar, la población vendiendo sus ahorros en dólares para llegar a fin de mes debido a la falta de liquidez, y el "torniquete monetario" del Gobierno que limita la emisión de pesos.
El economista proyecta que el dólar se mantendrá estable en estos niveles por un tiempo, hasta que la economía comience a reactivarse, momento en el cual podría experimentar un alza.

El dilema del cepo cambiario
Ferreres fue categórico al afirmar que el Gobierno no está en condiciones de levantar el cepo cambiario porque necesita acumular reservas primero, ya que sin ellas el tipo de cambio podría dispararse.
El especialista señaló que "para acumular reservas es necesario que el campo liquide toda su cosecha, especialmente en abril y mayo", pero advirtió que "si el tipo de cambio no es de mercado, los productores solo liquidarán una parte y retendrán el resto".
¿Está atrasado el tipo de cambio?
En medio del debate sobre el nivel del tipo de cambio, Ferreres sostiene que actualmente está "un poco atrasado", una posición que cobra relevancia considerando que el Gobierno necesita que el campo liquide completamente para fortalecer las reservas.
"Tiene que haber un tipo de cambio más de $ 1500 o $ 1600, considerando que la paridad teórica de equilibrio es de $ 1660", explicó.
La alternativa a la dolarización
Ferreres advirtió que la dolarización no es una buena solución para una economía como la argentina, proponiendo en cambio el modelo peruano como ejemplo a seguir: una moneda fuerte que no se devalúe, con inflación del 3% anual y crecimiento sostenido con estabilidad económica durante los últimos 20 años.
El economista explicó que el problema actual es que el Gobierno no tiene reservas, lo que impide abrir el cepo, aunque cuando logre acumularlas podrá avanzar hacia una estabilización cambiaria.
La visión de Ferreres deja en claro que la normalización del mercado cambiario argentino será un proceso gradual, condicionado por la capacidad de acumular reservas y por decisiones estratégicas sobre el nivel del tipo de cambio que incentive la liquidación de divisas del sector exportador.













