Bitcoin capturó la atención del mercado financiero tras alcanzar un nuevo pico a mediados de agosto, seguido de una significativa corrección en su valor. Esta fluctuación desató un intenso debate sobre su trayectoria futura, con proyecciones que varían ampliamente entre analistas e inversores.

Y si bien la mayoría mantiene una perspectiva optimista a largo plazo, anticipando valores entre u$s 150.000 y u$s 175.000 para finales de 2025, no todos comparten este entusiasmo.

En la vereda de enfrente a este optimismo generalizado aparece Mike McGlone, influyente analista de Bloomberg Intelligence, quien en las últimas horas sorprendió con una advertencia que resonó en el ecosistema cripto.

A través de un artículo que publicó en sus redes sociales, McGlone planteó la posibilidad de un drástico desplome en el precio de BTC, llevándolo hasta la marca de los u$s 10.000 dólares, en una visión mucho más cautelosa sobre el futuro inmediato de la criptodivisa.

Según el experto de Bloomberg, la percepción de Bitcoin como un "oro digital" o un refugio seguro disminuyó considerablemente. En lugar de replicar el comportamiento de los metales preciosos, el rendimiento actual de Bitcoin se asemeja cada vez más al del índice S&P 500, indicó.

Esta correlación, asegura, lo expone directamente a las dinámicas y debilidades que puedan experimentar los mercados de acciones tradicionales, desvirtuando su rol como activo "descorrelacionado".

Para ilustrar su punto, McGlone destaca el desempeño contrastante con el oro. Mientras el metal precioso exhibió un crecimiento cercano al 30% desde diciembre, Bitcoin apenas mostró un movimiento significativo en el mismo período. Incluso con un repunte en el último mes de 2024, que lo llevó a superar los 100.000 dólares, su incremento porcentual resulta modesto en comparación, indicando una clara falta de impulso.

Otro factor que McGlone señala como una señal de alarma es el comportamiento de la volatilidad del mercado. El índice VIX, comúnmente conocido como el "indicador del miedo", experimentó su punto más bajo en agosto antes de un fuerte repunte. Históricamente, este patrón predijo a techos en los precios de los activos de riesgo, lo que reforzaría la hipótesis del analista sobre una potencial reversión a la baja para la principal criptomoneda.

Adicionalmente, el analista de Bloomberg subrayó la creciente proliferación de monedas digitales alternativas. A pesar de que la oferta limitada de Bitcoin es uno de sus pilares fundamentales, la aparición constante de nuevos tokens debilita el argumento de la escasez. Si los inversores comienzan a percibir a Bitcoin como un activo menos exclusivo o único, su valor intrínseco a largo plazo podría verse comprometido o incluso diluido, afirma.

Sin embargo, el panorama del mercado sigue polarizado. Los entusiastas de Bitcoin argumentan que la criptomoneda superó desafíos aún mayores en el pasado y que podría beneficiarse de un eventual nuevo ciclo de liquidez global. Por otro lado, los inversores más prudentes consideran que el entorno económico actual presenta una serie de riesgos sin precedentes que no deben ser subestimados, acercándose más a la postura del analista de Bloomberg, que recomienda una evaluación crítica y prepararse ante diferentes escenarios futuros.