La salida de dos ministros clave dejan al gobierno de Boris Jonhson al borde de la crisis

El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y el secretario de Salud, Sajis Javid, lideraron una ola de renuncias tras una polémica sobre la honestidad del primer ministro británico

Boris Johnson está tratando se aferrarse al poder después de que el canciller [con funciones de ministro de Finanzas] Rishi Sunak y el secretario de Salud Sajid Javid renunciaran dramáticamente con pocos minutos de diferencia.

También presentaron su renuncia varios miembros subalternos del gobierno, y muchos parlamentarios tories [conservadores] creyeron que el motín ministerial podría señalar el principio del fin de Johnson.

Pero hubo alivio en Downing Street cuando otros altos cargos -como el viceprimer ministro Dominic Raab, la secretaria de Asuntos Exteriores Liz Truss, el secretario de Defensa Ben Wallace y el secretario de Nivelación Michael Gove- indicaron que se quedaban.

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Johnson comenzó inmediatamente a remodelar su gabinete. El secretario de Educación, Nadhim Zahawi, fue nombrado nuevo canciller. Steve Barclay, exministro del Tesoro y actual jefe de gabinete de Johnson, sustituye a Javid como secretario de Salud.

Alex Chalk, procurador general, fue el tercer ministro que abandonó el gobierno de Johnson. En su carta al primer ministro, decía que "la capacidad del Número 10 [como se conoce a la residencia oficial del primer ministro] para mantener los estándares de franqueza que se esperan de un gobierno británico se ha roto irremediablemente".

Varios ayudantes ministeriales, o secretarios privados parlamentarios, también dejaron el gobierno, entre ellos Jonathan Gullis, un ferviente partidario de Johnson, y Saqib Bhatti, que siguió a la salida de su jefe Javid de la Secretaría de Salud. Bim Afolami, vicepresidente del partido tory, también dejó su cargo por televisión en vivo.

Muchos legisladores conservadores creen que el mandato de Johnson se acerca a su fin. El mes pasado, más del 40% de los diputados expresaron su desconfianza en su líder, y la unidad del gabinete se rompió.

Sunak y Javid criticaron la conducta del primer ministro, y Sunak dijo en una carta de renuncia exhortante: "Los ciudadanos esperan, con razón, que el gobierno sea conducido de forma adecuada, competente y seria".

En un día en el que se puso en duda la honestidad de Johnson, Sunak sugirió que el primer ministro estaba dispuesto a engañar a los votantes sobre la lamentable situación de la economía y la necesidad de tomar "decisiones difíciles".

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"Creo que el público está preparado para escuchar la verdad", dijo, añadiendo que Johnson y él estaban "fundamentalmente" en desacuerdo sobre la política económica. "Nuestra gente sabe que si algo es demasiado bueno para ser verdad, entonces no es verdad".

Los legisladores tories leales dijeron que Johnson les había dicho que ahora era más probable que propusiera recortes de impuestos tempranos, una política popular entre los derechistas tories pero que Sunak teme que pueda alimentar la inflación a medida que las subas de precios se dirigen hacia los dos dígitos.

Johnson también quiere revertir el aumento previsto del impuesto corporativo, que se incrementaría de 19% a 25% el próximo año, una medida a la que se oponía Sunak, que creía que la suba era necesaria para sanear las finanzas públicas.

La renuncia de Sunak se produjo minutos después de la de su amigo Javid. En su carta, Javid decía: "El tono que usted establece como líder, los valores que representa, se reflejan en sus colegas, en su partido y, en última instancia, en el país".

Las renuncias de Sunak y Javid llegaron después de que la semana pasada se produjera la salida forzosa de Chris Pincher, exjefe del bloque tory en el Parlamento británico, tras las acusaciones de que había manoseado a dos hombres mientras estaba borracho en un club privado.

Downing Street insistió durante días en que Johnson no había sido informado de las "acusaciones específicas" de mala conducta de Pincher en el pasado. El martes, sin embargo, Johnson admitió que había sido informado sobre las acusaciones en 2019, pero que lo había olvidado. "Es una vergüenza absoluta", dijo un ministro.

Otro revés para Boris Johnson: le renunciaron dos ministros

Con los ministros poco dispuestos a defenderlo públicamente, el primer ministro concedió una entrevista a la BBC antes de las renuncias en la que se disculpó por haber nombrado a Pincher como jefe de la bancada tory en febrero. "En retrospectiva, fue un error", dijo.

Pero mientras se emitía la tardía disculpa de Johnson, Javid anunció que se iba. El secretario de Salud, que ya había renunciado como canciller en 2020 tras una lucha de poder con N°10, cree que puede ser una figura unificadora como futuro líder tory.

Javid dijo en su carta de renuncia: "El voto de confianza del mes pasado demostró que un gran número de nuestros colegas están de acuerdo. Fue un momento de humildad, unión y nueva dirección. Lamento decir, sin embargo, que tengo claro que esta situación no cambiará bajo su liderazgo".

Los aliados de Sunak insistieron en que las dos renuncias no estaban coordinadas, pero las salidas significan ahora que Johnson tiene dos potenciales rivales a su liderazgo sentados en el asiento de atrás.

El excanciller dijo que él y Johnson tenían enfoques de la economía que eran "fundamentalmente demasiado diferentes". La propuesta de un discurso económico conjunto de los dos hombres ha resultado imposible de acordar.

Un aliado ministerial de Sunak dijo que la principal diferencia entre el canciller saliente y el primer ministro era que "uno es sensato, el otro es un payaso".

Los mercados estarán atentos a las señales de lo que significará el cambio de canciller para la futura política económica, incluida la posibilidad de un régimen fiscal más laxo que podría obligar al Banco de Inglaterra a subir las tasas de interés más rápidamente.

Varios diputados conservadores pidieron la renuncia de Johnson el martes por la noche. La semana que viene el partido elegirá un nuevo ejecutivo del Comité 1922 de la bancada, que establece las reglas para los concursos de liderazgo.

Se espera que una lista de candidatos anti-Johnson impulse un cambio en las normas del partido para permitir otro voto de confianza sobre el primer ministro. Las normas actuales establecen que este tipo de votación sólo puede producirse cada 12 meses.

Sir Keir Starmer, líder laborista, dijo: "Después de toda la sordidez, los escándalos y el fracaso, está claro que este Gobierno se está derrumbando".

Sir Ed Davey, líder de los liberal-demócratas, dijo: "Un castillo de naipes construido sobre mentiras y engaños se derrumba".

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