Deflación en China: los precios tocan un piso de 15 años y hay preocupación en los mercados
Los analistas advierten de que una caída prolongada de los precios afectará a la confianza de las empresas y los consumidores.
Los precios chinos cayeron en enero al ritmo anual más rápido de los últimos 15 años, por debajo de las previsiones de los analistas, lo que subraya los desafíos a los que se enfrentan los dirigentes a la hora de reavivar la confianza de los inversores en la segunda economía mundial.
El índice de precios al consumo (IPC) del país cayó 0,8% interanual en enero, según las estadísticas oficiales publicadas este jueves. Esto supone el cuarto mes consecutivo de descensos y la mayor contracción desde 2009.
La caída, más pronunciada que la del 0,5% contemplada en un sondeo de Reuters entre analistas y el descenso del 0,3% registrado en diciembre llegan en un momento en que la economía china se enfrenta a una prolongada crisis del sector inmobiliario, a un desplome del mercado bursátil y a una pérdida de los ingresos por exportaciones.
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En opinión de Eswar Prasad, catedrático de economía de la Universidad de Cornell y exresponsable de la división china del FMI, "ahora mismo hay varios indicadores en rojo; es un periodo peligroso para la economía y los mercados financieros chinos".
El IPC subió un 0,3% mensual, por debajo del 0,4% previsto por Reuters, aunque por encima del 0,1% de diciembre.
El índice de precios a la producción mejoró levemente, cayendo un 2,5% interanual en enero, una pequeña mejora respecto al descenso del 2,7% de diciembre y la previsión de los analistas del 2,6%.
La economía china entró en deflación en julio, y desde entonces los precios se han mantenido estables o han caído todos los meses excepto agosto, lo que ha llevado a los economistas a advertir que una deflación prolongada podría afectar a la confianza de las empresas y los consumidores.
Según los analistas, la presión deflacionista están afectando a los beneficios de las empresas y alimentando la caída de los mercados de valores. El miércoles, China destituyó a Yi Huiman, responsable del regulador de mercados, una decisión que, según los analistas, pretendía apaciguar el ánimo de los inversores, nerviosos por las enormes pérdidas de la renta variable.
"La persistente deflación en China y la difícil situación de los mercados bursátiles indican que la demanda de los hogares y la confianza del sector privado siguen siendo débiles, lo que plantea importantes riesgos para las perspectivas de crecimiento de la economía", afirmó Prasad. "A medida que la deflación siga presente en China, será necesario un impulso político cada vez más fuerte para recuperar la confianza y sacar la economía de esta crisis", añadió.
La Oficina Nacional de Estadística señaló que el dato de los precios al consumo se vio afectada por el calendario de la festividad del año nuevo lunar, que impulsó el gasto en enero del año pasado, pero que este año cae en febrero.
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Lynn Song, economista jefe de ING para la Gran China, dijo que esto exageraba el descenso del IPC del mes pasado, y añadió que el impacto de los precios del cerdo, que han estado impulsando la deflación, debería moderarse en febrero. El aumento del gasto de los consumidores durante el festival de este año debería ayudar a impulsar el crecimiento de los precios hacia territorio positivo este mes, dijo.
La Oficina de Estadística señaló que, mientras los precios de los alimentos cayeron un 5,9% el mes pasado, los de los productos no alimentarios aumentaron un 0,4% interanual.
Los precios de producción de enero se vieron "afectados por las fluctuaciones de los precios internacionales de las materias primas", añadió la oficina. El IPP chino lleva 16 meses consecutivos a la baja.
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Los economistas estarán pendientes de las dos sesiones anuales del Parlamento chino y de su principal comité consultivo en marzo, cuando se espera que el presidente Xi Jinping establezca las prioridades para el año.
El crecimiento económico del año pasado superó ligeramente el objetivo del Gobierno del 5,2%. Sin embargo para alcanzar ese nivel, los funcionarios se vieron obligados a desplegar una serie de medidas para hacer frente a la ralentización del sector inmobiliario y a una reactivación del consumo menos sólida de lo esperado tras la pandemia.
Se espera que las autoridades fijen el mes que viene un objetivo de crecimiento del PBI de alrededor del 5% en 2024, similar al de 2023, que fue el más bajo en décadas.
Las medidas de estímulo de Beijing incluyen la relajación de las tasas de interés de los préstamos críticos y la concesión de créditos a sectores estratégicos, junto con algunas medidas destinadas a apoyar al sector inmobiliario, que suele representar más de un 25% de la actividad económica.
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