Malas noticias de Hacienda: habrá que declarar los pagos con tarjeta de crédito si superan esta cantidad
Las entidades emisoras deberán informar sobre operaciones que excedan ciertos límites.
En un esfuerzo por combatir el fraude fiscal y aumentar la transparencia financiera, el Ministerio de Hacienda ha implementado una nueva normativa que afecta a los pagos realizados con tarjetas de crédito, débito y otros medios electrónicos.
Esta medida busca supervisar de manera más efectiva las transacciones de alto valor y asegurar el cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes.
A partir de 2025, las entidades emisoras de tarjetas estarán obligadas a presentar una declaración anual detallando las operaciones de sus clientes que, en conjunto, superen los 25.000 euros anuales por tarjeta.
Esta obligación incluye no solo a las tarjetas tradicionales, sino también a tarjetas virtuales, de prepago y monederos electrónicos, sin importar la moneda en la que se realicen las transacciones. La primera declaración bajo esta normativa se presentará en 2026, correspondiente a las operaciones efectuadas durante 2025.
Cómo funcionará este cambio
Según lo comunicado, las entidades emisoras deberán incluir en su informe anual:
- Identificación del titular de la tarjeta: ya sea una persona física o jurídica.
- Número total de operaciones realizadas durante el año.
- Importe global de las transacciones, abarcando tanto compras como retiradas de efectivo.
Esta medida se enmarca en una estrategia más amplia del Gobierno para monitorear las grandes transacciones electrónicas, con el objetivo de prevenir actividades ilícitas como el blanqueo de capitales y la evasión fiscal.
Qué va a implicar para empresas y autónomos
Además de la declaración anual, el decreto establece que las entidades financieras deberán reportar mensualmente a la Agencia Tributaria todos los cobros efectuados mediante tarjetas, Bizum o PayPal por parte de autónomos y empresas, sin importar el importe de las transacciones.
Esta medida busca evitar la evasión fiscal en negocios que operan con pagos electrónicos y garantizar que todas las operaciones sean correctamente declaradas. Con esta nueva normativa, los profesionales que dependen de estos métodos de cobro deberán llevar un registro más riguroso de sus movimientos financieros para cumplir con las exigencias fiscales.
Cuáles fueron las reacciones a la normativa
Esta nueva normativa ha generado diversas reacciones entre los sectores afectados. Mientras algunos ven la medida como un paso necesario para fortalecer la transparencia fiscal y combatir el fraude, otros expresan preocupaciones sobre la carga administrativa adicional que podría representar para las entidades emisoras y los posibles efectos en la privacidad de los usuarios.
Es fundamental que tanto empresas como particulares se mantengan informados sobre estas novedades fiscales para asegurar el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y evitar posibles sanciones.