El mercado inmobiliario español busca al "inquilino de lujo": cómo funciona este cambio
El mercado de compraventa de inmuebles español está a la baja. En agosto se registraron 14,9% operaciones menos que en el mismo mes de 2022.
El mapa de la vivienda en España sufre una sensible variación si se tiene en cuenta una caída en los contratos de compraventa, con respecto al mismo período del año anterior, y un crecimiento pronunciado del rubro inquilinos, según se desprende de sendos estudios, público y privado.
En agosto de este año las operaciones inmobiliarias fueron 46.867, un 14,9% menos que en el mismo mes de 2022, al tiempo que las hipotecas sufrieron un retroceso del 21.8% interanual, de acuerdo a la Estadística Registral Inmobiliaria, dada a conocer ayer por el Colegio de Registradores.
El rubro compraventas lleva nueve meses consecutivos de curva descendente, al igual que las hipotecas, que suman siete meses de descenso. Salvo en Navarra, donde las operaciones en ese período se elevaron un 15.3%, en el resto del país todos los números fueron a la baja. Principalmente en Baleares (-34,1%), Melilla (-24,6%), Canarias (-22,2%) y en Madrid (-18-3).
En lo que respecta a las hipotecas, salvo en Canarias, donde las mismas aumentaron un 28,2%, el mayor retroceso se dio en Melilla (-79,0%), Madrid (-35,9%), Valencia (-34,9%) y en Asturias (-33,4%).
Pero esa fotografía del sector inmobiliario español podría cobrar mayor nitidez si se observa un estudio realizado por la filial local de la empresa inmobiliaria The Simple Rent. Según esa firma, el 54% por ciento de las viviendas que se compran en España están destinadas al rubro alquileres, de las cuales el 25% apuntan "al inquilino de lujo".
"Un cliente que se caracteriza por ser mayoritariamente extranjeros y de alto poder adquisitivo", acota el informe, en el que se resalta y confirma los números dados a conocer por el Colegio de Registradores, ya que año a año, el número de propietarios que adquieren "una vivienda para comprar desciende y aumenta el número de alquileres".
Ya en lo que respecta a alquileres, el porcentaje de españoles que viven en una vivienda de renta asciende al 24,9%, frente al 20,2% de 2020. Estos datos ubican a España en "el tercer lugar de los países europeos en el que más ha caído el número de propietarios, solo por detrás de Dinamarca y Lituania", según la empresa inmobiliaria.
A pesar de las caídas en las transacciones, el mercado refleja que los precios por metro cuadrado no acompañan esa misma tendencia, ya que para el presente año se esperaba un descenso en los valores, lo que no sucedió en los hechos, según la opinión de distintos agentes inmobiliarios.
Otro rubro en el que se muestran alteraciones es en el de las construcciones destinadas exclusivamente a la renta (build to rent) que tuvo un significativo ascenso del 65%, principalmente en ciudades con mayor densidad habitacional encabezadas por Madrid y Barcelona y seguidas por otros centros urbanos como ser Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao o La Coruña.
En cuanto al perfil del inversor en lo que al build to rent, respecta, el estudio precisa que son los grandes fondos de inversión los que tienen enfocados todos sus cañones. Actualmente, ostentan el 63% de las compras con fines de renta, aunque la presencia de inversores privados subió un 6 % en los últimos tres años, pasando del 10 al 16%.
El perfil de ese inversor privado tiende a ser de origen extranjero, mayor, de más de 40 años y que se inclina por España por su óptima calidad de vida, privilegiando el buen clima, ya no solo en la época veraniega, sino para pasar también las temporadas de otoño e invierno.
Esta metamorfosis del mercado, impulsada por el build to rent, impulsó también la contratación de servicios de gestión, para poder rentabilizar los inmuebles, una actividad que creció un 175% tan solo en el último año y con excelentes perspectivas para el futuro inmediato.