

La expresidenta y actual senadora Cristina Kirchner no asistirá hoy al Congreso para participar de la apertura de sesiones legislativas que encabezará el presidente Mauricio Macri.
La legisladora viajó al sur del país, desde donde seguramente seguirá el discurso del mandatario. Los allegados a Cristina aseguran que de esta forma evita primeros planos en momentos en que se espera que Macri haga referencia, no en buenos términos, sobre el país que le entregó hace dos años.
Este no es el primer desplante público de la exmandataria a Macri, si se tiene en cuenta la novela que realizó en pleno traspaso de los atributos presidenciales en 2015.
Durante días, en el Instituto Patria se discutió si la exmandataria asista o no hoy al tercer 1M de Cambiemos. El tercer discurso de Macri ante la Asamblea Legislativa será, además, el primero que debería escuchar la ex mandataria en vivo y en directo en el recinto, ungida como senadora por Unidad Ciudadana el año pasado.
La decisión fue que Cristina evite los primeros planos en vivo en momentos en que el discurso de Macri haga referencia a la herencia. Pero Cristina no estará, ya que hace unos días viajó a Santa Cruz donde pasó el 27 de febrero, día en que Néstor Kirchner habría cumplido 67 años.

Macri y Cristina, una relación tirante.
Desde el fallecimiento de su marido en octubre de 2010, la senadora pasa esa fecha en su “terruñeo y esta no será la excepción, por más que la agenda legislativa la requiera.
Claro que hay una encrucijada en esta táctica: si ella asiste, se habla de ella; si falta, también se habla de ella.
Su hijo Máximo Kirchner, debutando con meses apenas de diputado, faltó a la primera asamblea legislativa de Macri en 2016.
Estaba justificada: decidió quedarse en Santa Cruz para la primera apertura de sesiones ordinarias de su tía Alicia. Al siguiente año, directamente el líder de La Cámpora no esgrimió ningún pretexto: evitó bajar al recinto y prefirió quedarse en las oficinas del Frente para la Victoria del tercer piso del Palacio.













