

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, se comió al bloque PRO para engrosar el músculo político de La Libertad Avanza y el jefe de la bancada, Cristian Ritondo, evalúa armar un interbloque cambiemita temporal para recuperar fuerzas a la hora de negociar las comisiones.
El vicepresidente del partido libertario consiguió la primera minoría que tanto deseó a costa de que el bloque amarillo se reduzca: primero se pasaron los siete diputados que responden a Patricia Bullrich, sumado a la cordobesa Belén Avico, la santafecina Verónica Razzini (quien ya se había distanciado del PRO con Gabriel Chumpitaz este año) y Alejandro Bongiovanni.
A los aliados del PRO se sumaron también los “radicales con peluca” de Liga del Interior, y llegaron a 94 bancas violetas que, junto con el quiebre de Raúl Jalil en el bloque de Unión por la Patria, terminó dejando a LLA como el bloque más numeroso del Congreso, lo cual le habilitó a Menem un fuerte poder de negociación para la constitución de las comisiones.
Con eso en mente, Ritondo -que quedó con 14 bancas- por estas horas comenzó a dialogar con la Unión Cívica Radical, el bloque de Miguel Ángel Pichetto y los dos exlibertarios del MID, Oscar Zago y Eduardo Falcone, que se pasearon por todas las oficinas para encajar en algún interbloque que los empodere a la hora de designar lugares en los cuerpos legislativos.

“Sería un interbloque para asumir la nueva etapa del Congreso”, definieron desde el espacio amarillo. En el Palacio Legislativo dan por sentado que no se tratará, a priori, de una unidad ideológica, sino de una conformación estratégica temporal para tener mejores números a la hora de definir los lugares.
El bloque de Pichetto, Encuentro Federal, se pensaba como parte del bloque de Provincias Unidas, junto con lo que quedó de los radicales de Democracia Para Siempre, el conglomerado de provincias serían Chubut, Córdoba, Santa Fe y Jujuy.
Sin embargo, los Pichettistas ven con buenos ojos distanciarse porque durante las últimas semanas la rosca legislativa quebró los consensos cuando el gobernador Maximiliano Pullaro impuso a Gisela Scaglia para reemplazar a Pichetto como jefa de la bancada.

Las conversaciones aún no están cerradas, según repiten desde varios despachos en el Congreso, pero a priori en LLA no ven con malos ojos la maniobra de Ritondo. Aunque claramente se trata de una reacción de malestar y EF, por caso, fue uno de los bloques más hostiles con el Gobierno este tiempo, las fuentes consultadas opinaron que les “parece perfecto”.
Todo parece una idea todavía y, según precisaron fuentes de Casa Rosada, se reunirán esta noche para definirlo. A priori, el miércoles en la sesión de jura y la preparatoria la victoria será nuevamente violeta, ya que Menem se asegura la reelección frente a la Cámara y, a su vez, gracias a ser primera minoría podrá apuntarse la vicepresidencia del bloque. La maratón comienza a las 11.















