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El economista Miguel Kiguel participó de una nueva edición del CFO Summit que organizó El Cronista, donde analizó el rumbo del plan económico del Gobierno y dejó importantes definiciones sobre las dudas del mercado respecto a la salida del cepo.
Al ser consultado sobre las preocupaciones del empresariado nacional, Kiguel no dudó en apuntar a la actividad económica, que, aseguró, comienza a mostrar algunos síntomas de recuperación, y a lo que sucederá con el cepo, la unificación cambiaria y la evolución de la tasa de inflación.
"Ahí está el centro de la atención del empresario local, pensando en cómo siguen esas variables y en cómo le afectan a sus negocios. Sigue la brecha, sigue el cepo, parece un tema de nunca acabar, pareciera que siempre tiene que haber una condición mas para que se vaya, y creo que eso hace ruido , crea un cierto volumen de incertidumbre que afecta el día a día de los negocios (...) Hay que terminar este tema del cepo, me parece que salir es más fácil de lo que el Gobierno piensa", opinó.
Sobre el comportamiento del índice de precios minoristas, calificó de "exitoso" los intentos del Gobierno por bajar del 25% de diciembre, pero afirmó que de ahora en adelante la caída de la inflación se dará de forma mucho más moderada.
"Tener 25% mensual generó mucha sensación de angustia, y ahora que tenemos 4% parece que estamos en Suiza. No, no es Suiza esto, pero comparados a cómo estábamos, ahora los números son mucho mejores y hay más tranquilidad", indicó.
"Bajar de 25% a 4% es algo lograble, en general se ha dado muchas veces en la historia de la región, porque ese 25% duró un solo mes, fue una cosa muy puntual asociada a una devaluación, pero una vez que los precios se sinceraron, empezó a desinflarse y volvió a un nivel que es muy meritorio para el Gobierno", agregó.
Para explicar qué esperar de acá en adelante, Kiguel utilizó una analogía a la que suelen recurrir otros economistas como Carlos Melconian: la de una persona que se pone a dieta.
"Esto es como hacer régimen, uno baja rápido los primeros kilos y se entusiasma, pero en un momento se da cuenta que tiene que bregar para seguir bajando, y ahí estamos ahora, la inflación llegó a un punto donde ya no vamos a ver que bajamos siete kilos por mes, vamos a bajar de a medio kilo, y eso es lo esperable. Lo importante es que siga bajando y que ese proceso sea acompañado de una suba en el nivel de actividad", explicó.
"La pata cambiaria nos puede hacer trastabillar"
Al analizar el trabajo del equipo económico de Milei, Kiguel dividió el plan oficialista en tres patas, dos de ellas muy fortalecidas y una restante que sigue bastante endeble.
"La primera pata es la del equilibrio fiscal, en ese aspecto hicieron mucho más de lo que uno hubiera esperado y siguen convencidos de frenar el déficit. Con la segunda pata, la de las reformas estructurales que está implementando Federico Sturzenegger, pasa lo mismo. Pero después tenemos la pata cambiaria, donde todavía existen más dudas", aseveró.
El problema, asegura Kiguel, pasa por las reservas netas negativas. "No hemos salido del pozo y las perspectivas son complejas, porque hubo una baja importante en el precio de la soja, en el precio del petróleo, los vencimientos son más importantes, eso está faltando, es la pata que está floja y que nos puede hacer trastabillar", alertó.
Pensando en la entrada de dólares, el especialista advirtió que una de las herramientas a la que más apuesta el Gobierno, la del blanqueo de capitales, no tendrá impacto en las reservas del BCRA.
"El blanqueo muy exitoso en términos de que la gente entre, pero no va a generar recaudación impositiva. Este es un blanqueo raro porque la gente no paga nada para ingresar. Esos dólares no van a ir a las reservas, pero van a movilizar un poco la economía y el crédito, a mover la demanda, en ese sentido es positivo, pero no genera ni reservas ni mejora las cuentas fiscales", concluyó.