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Los precios de los alimentos tuvieron un nuevo incremento en la semana que acaba de terminar, esta vez de 1,5%, y con ese dato la variación promedio de estos productos de consumo masivo acumula nada menos que 5,6% en las últimas cuatro semanas.
El dato surge del relevamiento que hace la consultora LCG y que da cuenta de una tendencia a la aceleración que comenzó en la cuarta semana de marzo y que no logra revertirse, pese a los programas oficiales de control de precios (Precios Cuidados, Cortes Cuidados, fideicomisos del trigo y del aceite, etc).

La variación de precios de los alimentos en las últimas dos semanas, incluso marca un incremento respecto de la medición de precios del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Para el mes de junio el organismo oficial midió en 4,6% la inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas, versus el 5,6% medido por LCG en las dos últimas semanas de junio y las dos semanas que lleva este mes.
Así, el costo de los alimentos (promedio de cuatro semanas) lleva 17 semanas consecutivas por encima del 5%.

"En la segunda semana de julio la suba de precios de los alimentos promedió 1,5%, desacelerándose 1 punto porcentual respecto la semana anterior", señaló LCG.
Y remató: "El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 5,6% promedio en las últimas cuatro semanas, pero de 6% punta a punta en el mismo período".
Qué pasó, sector por sector
En el desagregado por rubros, en la última semana se observó un salto de 3,2% en Comidas listas para llevar, mientras que Bebidas e infusiones para consumir en el hogar aumentó 2,6%, y Frutas lo hizo en 2,1%, lo mismo que Azúcar, miel, dulces y cacao.

Un escalón más abajo se ubicó el Aceite (2%), coincidiendo con la suba de Condimentos y otros productos alimenticios.
La variación de precios en Panificados, cereales y pastas fue en la última semana de 1,4%, mientras que Productos lácteos y huevos avanzó 1,2%, las Carnes el 0,8% y Verduras el 0,3%.
Esta heterogeneidad en las subas, en parte responde a cuestiones estacionales, aunque también se observa que la economía argentina ha entrado ya en una suerte de dinámica inflacionaria difícil de cortar sin programa integral.












