La Argentina consiguió hacerse de 11 nuevos cargamentos de gas licuado (GNL) importados para julio y agosto a un precio promedio de u$s 24 por millón de BTU, una operación que costará cerca de 650 millones de dólares, contaron fuentes del mercado a El Cronista. La licitación se realizó este miércoles y la adjudicación estaba a punto de cerrarse al término de esta edición. Con estos contratos, el país tendrá garantizada la llegada de 42 barcos en total, por un monto de aproximadamente u$s 3000 millones, que ya empezaron a salir de las reservas del Banco Central (BCRA). Ese colchón seguirá drenando divisas al menos hasta fines de agosto. De los 11 buques que se ofertaron en el reciente tender 5, 8 irán a la terminal de regasificación Expedient, en Escobar, y 3 a la terminal Exemplar, en Bahía Blanca. Ambos barcos emplazados en la costa bonaerense pertenecen a la empresa estadounidense Excelerate Energy. En el Gobierno estaban satisfechos por esta operación. La planificación de las autoridades energéticas determinó a principios de año que había que esperar para licitar las compras de GNL y no apresurarse, ante una crisis energética mundial que se agravó tras la invasión de Rusia a Ucrania y la extendida guerra en Europa, con sanciones de Occidente a Vladimir Putin y la economía rusa. Aunque el costo del gas licuado a nivel internacional trepó por encima de los 40 dólares por millón de BTU en marzo, fue gradualmente cayendo. La decisión de partir las licitaciones, si bien generó temor en todo el mercado local de que hubiera faltantes de gas natural en el invierno, sirvió para reducir el costo unitario de las importaciones de aquellos u$s 40 hasta los actuales u$s 24. Cada dólar que bajó el precio del gas licuado en el mundo representa un ahorro cercano a los u$s 160 millones para la Argentina. Según el informe que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, presentó la semana pasada al Congreso Nacional, la Argentina necesitaría en total este 2022 unos 57 embarques con GNL. El año pasado habían entrado 56 a un costo promedio de u$s 8,33 el millón de BTU, por el que se pagaron u$s 1096 millones. La campaña actual ya triplica ese valor, a falta de unos 13 cargamentos más. De todas formas, la sangría de dólares por estas importaciones es un signo de atención para el Gobierno. Solamente este mes se irán u$s 600 millones por los buques de gas licuado. A diferencia de la producción local, que se remunera a unos u$s 3,50 por millón de BTU, en pesos y a unos 65 días, las compras de GNL se pagan antes de la descarga en moneda dura. Hay dos preocupaciones que tiene el sector relacionadas al gas licuado. La urgente es un incendio que se registró ayer en la terminal Free Port de Texas, Estados Unidos, que podría mantener inutilizable esa industria de licuefacción (operación de convertir el gas natural a estado líquido) por unas 3 semanas. Si no se logra usar este puerto, peligraría la llegada de 2 barcos a fin de mes. Otro tema que sigue con atención la industria es la contratación por parte de Finlandia del buque regasificador Exemplar, hoy en Bahía Blanca. Existen unos 25 barcos de este tipo en el mundo y Europa está buscando contratar la mayor cantidad posible, ante las sanciones que le impusieron a Rusia de no comprarle más gas natural a través de sus gasoductos.