

Mientras que el candidato presidencial Javier Milei puede especular con una victoria en las generales o un desenlace por la vía del balotaje, la postulante a gobernadora bonaerense de La Libertad Avanza,Carolina Píparo, definirá su suerte definitivamente en las elecciones del 22 de octubre. Si es electa, indica que buscará reformas en diferentes estratos de la gestión estatal, aunque remarca que priorizará cierta progresividad.
En una entrevista con El Cronista, Píparo, apela a que enfatizará el recorte del gasto en los cargos políticos, que no privatizará la salud ni la educación y que ya tiene la composición de su gabinete ejecutivo, sin convocatoria a nombres de otros espacios políticos, aunque no cierra las puertas a que se puedan dar ciertos pactos transversales en un futuro.
- A pesar de ser diputada nacional, usted no viene de la gestión pública de los últimos años, ¿cómo se está preparando para comandar la Provincia de Buenos Aires si gana?
- Cuando Javier me ofrece ser candidata ya había un equipo técnico preparando las diferentes áreas de gobierno, aunque no esperábamos los números que tuvimos. Por eso, después de las elecciones me dediqué las primeras dos semanas a reunirme con los equipos técnicos. Aun así, cuando fui diputada provincial pude aprender muchísimo. Por supuesto, no necesito la estructura que tiene Kicillof, no necesito 19 ministerios; van a ser solamente 8. Lo puedo decir por experiencia personal. Trabajé en el Ministerio de Seguridad bonaerense a partir de 2004 y había cinco subsecretarías: hoy los ministerios se multiplicaron por tres y cinco veces internamente. Tener igual o más estructura me parece ingobernable, fijate sino que lo que pasó con Insaurralde...
- ¿Cómo resolvería el achicamiento de la planta sin que eso impacte en más desocupación o pobreza?
- Yo solo hablo del gasto político. No es la planta del ministerio. Nosotros presentamos una medida cautelar para que frenen todas las contrataciones y las licitaciones, es decir, los recursos del Estado que Kicillof compromete de acá a 12 o 24 meses. Tranquilamente puede esperar hasta el 22 de octubre para ver quién es electo.
- ¿Quiere decir que ya tienen el organigrama básico del Estado y después verán qué hacen con los empleados de planta permanente o temporal?
- Nosotros vamos a resignar funciones. El estado provincial está lleno de psicólogos o abogados, hay mucha gente que sería muy útil para ir a áreas como asistencia a víctimas de violencia de género, por ejemplo; porque faltan un montón de psicólogas, hay un turno de acá cuatro meses, o sea, es un estado enorme, que es un estado totalmente ausente e ineficiente. No es lo que dice Kicillof: no venimos a privatizar ni la salud, ni la educación, ni tampoco a meternos con el laburo de la gente ni con los planes sociales. Confiamos en que el plan de Javier le vaya a dar otras oportunidades a la gente, elegir otro trabajo, pero con condiciones más flexibles y no que el Estado quiera venir a regular una reducción de la jornada laboral; sino que seas vos quien puedas definir tu trabajo y tu vida.

- Usted busca un Ejecutivo con ocho ministerios y dice que el de Desarrollo sería el más significativo, ¿por qué?
- Porque queremos incentivar el desarrollo, no el asistencialismo, porque hasta acá desarrollo social ha sido sinónimo de eso. La cartera tiene un área social, de agro, de producción y trabajo. Si quisiéramos decir que cuál sería el superministerio, sería este.
- ¿Tiene el nombre del ministro?
- Sí, pero todos los ministros los vamos a revelar después de las elecciones si ganamos. Lo de Salvador [Baratta] fue una excepción porque entendí que era importante para los bonaerenses saber quién iba a ser su ministro de Seguridad porque es el tema que más les preocupa y que más me preocupa. Lo que puedo decir es que traigo gente con expertise y no cargos políticos, sí hay gente que estuvo en política, pero es por su conocimiento su capacidad de abordar un momento tan difícil como el que vive la provincia y el país.
- ¿Y qué discusión plantean para combatir la inseguridad?
- Hace años que en la provincia de Buenos Aires no hay una política criminal. Y con Salvador queremos auditar todo lo que recibimos, porque tenemos que reasignar a muchos oficiales y dónde trabajan. No pueden viajar tres horas para ir a trabajar, pues son horas perdidas de seguridad para vecinos. Arreglar las comisarías y sus alcaidías también es la prioridad, al igual que la construcción de cárceles inspirada en El Salvador.
- ¿Y qué se hace con el narcomenudeo?
- Hay que poner reglas claras porque no hay un límite claro de cuándo el tema es federal y cuando es provincial. No se puede no trabajar con las fuerzas federales en conjunto y no se puede dejar de derribar bunkers. El narcotraficante tiene que ir preso muchos años y tiene que estar aislado. Hay que cambiar el código procesal para que no entre y salga más nadie, para que se acabe la puerta de giratoria y para que las cárceles sean lugares de aislamiento y no estén con celular.

- ¿Cuáles son sus propuestas en cuanto a educación y salud?
- Para la salud queremos reforzar todo el sistema preventivo y de recaudación de los fondos para la atención pública bonaerense. Por ejemplo, si tenés obra social, está bueno que la obra social pague por tu paso por el hospital. También queremos aumentar la cantidad de residentes mediante un plan de carrera especial para que se queden en la provincia por lo menos cinco años. También apuntamos al fortalecimiento de la infraestructura de las salitas. Y, lamentablemente, con educación la vara es tan pero tan baja que el plan es alfabetizar y que los chicos aprendan a leer y escribir. Es muy fuerte que hasta tercer grado un chico no pueda no leer con fluidez. También quiero incentivar a la creación de escuelas agrotécnicas e industriales.
- ¿Tienen un plan de reducción de los planes sociales?
- No vamos a quitar los planes. Lo que no va a haber más es intermediarios. Nos encantaría que esa gente pueda tener laburo y reducir el gasto político al máximo posible. Pero cuando se habla de gasto también me refiero a la lista de funciones interminables que asume el Ejecutivo, sus choferes, sus asesores. De vuelta, si soy gobernadora desaparecen los cientos de cargos políticos. Y la planta permanente va a ser reasignada.
- ¿Qué tipo de auditoría va a haber?
- Lo primero que vamos a hacer es una auditoría sobre todas las licencias médicas, de todo el personal público, policías, maestros y empleados municipales. También revisaremos qué pasa con la obra pública, porque para todos no alcanza. No podemos dilapidar plata y tendremos que hacer las cuentas en otras cosas: ¿Es prioridad Astilleros, que no hace un barco hace 8 años? Hay otras partidas del Presupuesto que se asignan y después no se sabe qué se hizo con eso. De esa manera no se puede gobernar más.
- Usted planteó también una reducción del gasto en el Legislativo, ¿cómo pretende llevarlo a cabo con su fuerza, dado que será minoría?
- El gasto de las legislaturas lo voy a reducir drásticamente. Me parece hipócrita que después del caso de Chocolate Rigau salgan con el proyecto de Unicameral, cuando se presenta todos los años y nadie lo quiere tratar. A mí me parece que tiene que ser Unicameral. Y sobre los acuerdos, yo no entiendo por qué ya Juntos dice que no va a acordar... digo, ¿qué saben que voy a proponer? Nuestros diputados van a buscar acuerdos, sea electa o no, porque por hay que cambiar políticamente por ese lado.

- En el caso de ser electa, ¿llamará a dirigentes de otras fuerzas para su gobierno?
- No, voy con los míos y mi equipo ya está armado. Ahora, estoy totalmente abierta a hablar y de hecho lo hago con dirigentes e intendentes de todos los espacios políticos.
- ¿Pero podría convocarlos a su gestión?
- Sí, algunos podrían ser, totalmente. No cierro esa puerta.
- ¿Cómo se define ideológicamente?
- Yo me defino como una ciudadana común que a los 40 años se involucró en política. La verdad que nunca me afilié a un partido político. Y pretendo seguir siendo eso. No me quiero alejar, no quiero desconectar de las personas. Y eso es lo que me hace diferente.
- Usted integró diferentes fuerzas en su carrera, ¿qué opina de la clase política?
- A mí me gusta esta mezcla de gente que ha venido militando desde los 15 años, con gente como yo que se involucra de grande por una cuestión particular. Pero, en general, mi lectura es que buena parte de los políticos terminan desconectados, porque no se explica que un jefe de Gabinete termine en Marbella en medio de la campaña. El problema no es Insaurralde, es que hay muchos cómplices. El día que haga algo así yo me tengo que retirar.
- ¿Por qué La Libertad Avanza podría obtener el voto opositor por encima de Néstor Grindetti [JxC] y mostrarse como la alternativa al kirchnerismo en la provincia?
- Creo que lo capitalizamos porque somos la única boleta distinta. Las demás son lo mismo. Para mí no es un slogan esto de que una provincia distinta es imposible con lo mismo de siempre, me parece que es la realidad cuando uno empieza a ver lo de Insaurralde o el caso de Chocolate, porque el entorno es más o menos parecido. Somos distintos y está a la vista de todos.
- ¿Cómo cambió el formato de recorridas ahora con respecto a las PASO?
- Yo creo que no aumentó tanto el número, aunque sí cambió el formato. Antes eran más caminatas espontáneas, fueron tres bajadas las anunciadas. Pero caminamos muchísimo la provincia, al igual que ahora, todo eso a pesar de que en las dos semanas de los debates estuvo muy enfocado en eso. Ahora se trató esta cuestión de que todos los intendentes puedan tener su foto arriba de la camioneta, algo que sucedió en las PASO. Ahora lo planificamos bien y son todas anunciadas.

- ¿Y en qué municipios ustedes se ven con más posibilidades en la categoría a intendente?
- Nos vemos con posibilidad de ganar en varios lugares. El otro día estuve en el partido de la Costa, por ejemplo, donde la candidata del oficialismo quedó bastante lejos y el intendente está muy preocupado porque con el escándalo de Insaurralde las últimas mediciones lo dan empatado con nuestra postulante. En Merlo, para mí, vamos a tener intendente libertario, al igual que en Bahía Blanca y en otros distritos, donde Javier sacó 21 o 23 puntos y hoy está midiendo 35 entonces. Yo no le quito la posibilidad a nadie.
- ¿Usted también abona a la teoría de que hubo poca fiscalización y que tuvieron mucho menor rendimiento por eso?
- No abono, estoy segura de que fuimos malísimos en la fiscalización. Perdón, no quiero ser injusta... no es que fuimos malísimos, no conseguimos llegar ni a la mitad de los fiscales que se necesitaban. Esto es algo que se acaba si yo soy gobernadora porque voy a implementar la boleta única de papel. Esta va a ser la última vez que se vota así, eso te lo aseguro. ¿De dónde se sacan tantos recursos para pagar 40.000 fiscales que es lo que se necesita en la Provincia de Buenos Aires? Para nosotros es literalmente imposible, entonces hicimos lo que pudimos con mucha buena voluntad.
- ¿Llegan a fiscalizar en su totalidad en esta elección?
- Casi que sí. Por suerte después de las PASO hubo un aluvión de gente que se vino a anotar. Nosotros estamos compitiendo con dos fuerzas que tienen 20 locales en cada ciudad grande.
- ¿Se planteó en alguna ocasión la negociación con Juntos por el Cambio para que Grindetti o usted se baje y así pueda ganarle a Kicillof?
- No, nunca. O por lo menos de mí parte nunca van a escuchar eso.
- ¿Pero no siente que esta situación dilapida significativamente la chance de que alguno de ustedes le gane al oficialismo?
- Lo que pasa es que Javier hizo el intento e invitó a Patricia a sumarse a La Libertad Avanza para competir en una interna para Presidente. Creo que se hizo el intento. Después, si ellos no lo consideraron será problema de ellos. Hasta acá no se han acercado.












