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En el marco de la Ley 27.656 que fue aprobada por el Congreso de la Nación en diciembre de 2021, las tareas de restitución de legajos que la Comisión de Trabajo por la Reconstrucción de Nuestra Identidad viene realizando hace 18 años en organismos públicos, llegarán al sector privado.

El proyecto de reparación dispone la inscripción de la condición de detenido desaparecido en los legajos laborales de quienes al momento de su desaparición o secuestro estaban en relación de dependencia en alguna empresa.

Las tareas comenzarán en las próximas semanas, con el relevamiento de empleados privados que hayan sido víctimas, sin embargo, la investigación que se llevó a cabo para fundamentar la ley, incluyó un fluido diálogo con empresas.

Julian Scabbiolo, coordinador de la Comisión, contó que más allá de las compañías que tuvieron un rol activo, incluso meses antes al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 en la Argentina, "existen miles de empresas, pymes, comercios familiares que perdieron a sus trabajadores, que también fueron víctimas, y están dispuestos a avanzar con la reparación documental que hoy es un derecho laboral".

El Congreso se iluminó para seguir diciendo "Nunca más"
El Congreso se iluminó para seguir diciendo "Nunca más"

"Hay casos que han tenido mayor relevancia y trascendencia, algunos judicializados; son delitos que no prescriben pero, fundamentalmente, detrás de cada legajo hay historias de personas que permiten reconstruir un momento del movimiento obrero", agregó.

El universo sobre el que trabaja la Comisión es tan amplio como la cantidad de víctimas, 30.000, sin embargo, el foco se concentra en un 75% de ellas que, según el informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), eran trabajadores al momento de su desaparición.

Por medio del decreto 1199/2012, el Estado incorporó como política pública la rectificación de los legajos para que figure en los mismos la verdadera causal del cese laboral: "la desaparición forzada como consecuencia del accionar del terrorismo de Estado".

Ante cada reparación del legajo original por parte del Estado, la Comisión entrega una copia a la familia en un acto público en el lugar de trabajo, con los trabajadores actuales y los excompañeros.

Además, los hijos y las hijas de esos trabajadores y trabajadoras pueden incorporarse en los puestos que dejaron sus padres; a partir de la reglamentación de la ley el mismo derecho se transferirá al sector privado.

Último legajo en AFIP

El administrador federal de Ingresos Públicos, Carlos Castagneto, encabezó esta semana un acto donde se restituyó el legajo de un trabajador desaparecido durante la última dictadura militar. "Esto es producto de decisiones políticas para restituir derechos. Sin política ni democracia no se puede hacer nada", destacó el funcionario, durante la conmemoración del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

La AFIP restituyó el legajo de un trabajador desaparecido durante la última dictadura militar
La AFIP restituyó el legajo de un trabajador desaparecido durante la última dictadura militar

En ese marco, junto al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, Castagneto señaló que "algo como un legajo que a veces lo miramos por los sistemas y nos parece una tontería, para los hijos e hijas tiene otro significado, es poder tener de vuelta la identidad de su mamá y su papá, a quien quizá no conocieron".

A través de un video que recopiló casos de hijos e hijas que recuperaron el legajo de sus progenitores, se mostró que en su mayoría los documentos fijaban como causal del despido la "ausencia sin aviso"; "ausencia injustificada" o "abandono de tareas".

Entre sellos, credenciales, las primeras cartas con el pedido del empleo y hasta fotos-carnet, quedaron registradas solicitudes de licencias por paternidad o vacaciones; avisos de embarazo y hasta una nota que anuncia: "ha nacido mi hija Silvina".

Esos recuerdos que se volvieron "piezas de un rompecabezas", en las manos de hijas e hijos, 20 o 30 años después, les permitieron a algunos conocer por primera vez la letra de su padre o madre o algo tan básico como la firma de puño y letra.

Los documentos también reflejan el desconcierto ante la abrupta pérdida en el entorno familiar con solicitudes de padres que piden al empleador que por favor conserve el puesto de trabajo. "Acceder al legajo es parte de humanizarlos y de saber si algún día caminamos por el mismo pasillo", reflexionó Maite Fleischmann, que hoy ocupa el puesto de trabajo de su padre en la casa central de la AFIP.