El Gobierno promueve un proyecto para frenar la producción fabril ante el riesgo de accidentes

Sin importar la debilitada situación en la que se encuentra su bloque parlamentario tras fracasar en el intento por dar quórum y convertir varias iniciativas en leyes, el presidente Alberto Fernández volvió este miércoles al ruedo con la presentación de un nuevo proyecto de ley que apunta a fortalecer las condiciones de los trabajadores, así como el control de la producción y la colaboración en la dirección de las compañías. 

En el Salón Eva Perón de la Casa Rosada, Fernández recibió a la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) encabezada por el sindicalista Héctor Daer para presentar el proyecto de ley de "Comités Mixtos de Seguridad, Salud, Medio Ambiente y Prevención de Riesgos en el Trabajo", que volvería obligatorio la conformación de un órgano paritario en empresas con más de cien trabajadores a fin de detectar, prevenir y erradicar riesgos para la salud de las personas que desempeñen allí tareas.

El texto trabajado desde el Ministerio de Trabajo con la central obrera también fija mecanismos para prevenir la violencia y el acoso en el mundo laboral, y otras forma de discriminación. 

Sin embargo, la novedad es que, en aras de asegurar la eficacia en la prevención, se fijan mecanismos para ordenar, a instancias de la parte trabajadora, la paralización de la actividad en situaciones excepcionales donde pudiera generarse un "riesgo grave e inminente". 

A la salida del encuentro con el presidente, Daer precisó que el proyecto establecería "reuniones obligatorias sobre salubridad, higiene y condiciones de trabajo", ampliando la discusión respecto a los accidentes laborales, el daño o resarcimiento a los trabajadores. También dijo que, con este proyecto, se atiende "un anhelo del movimiento obrero y de muchos empresarios".

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La renovación de la CGT, en la agenda

La convocatoria a presentar en sociedad el proyecto de ley sirvió de excusa al presidente para discutir cara a cara una negociación que se viene por delante, y que hace a la renovación de las autoridades de la central obrera. 

Desde su proclamación como candidato, en mayo de 2019, el actual titular del Poder Ejecutivo se recostó en el movimiento obrero como aliado, aunque no siempre atendiendo sus múltiples reclamos. A ello se suma una seguidilla de actos, anuncios y gestos que atienden, más bien, la agenda del sector empresarial.

Fernández sentó a la mesa al secretario general cegetista, Héctor Daer; al cosecretario general de esa central obrera, Carlos Acuña; al diputado nacional y dirigente de la CTA, Hugo Yasky, y a los principales líderes de la CTA Autónoma, Ricardo Peidró (Visitadores médicos) y Hugo "Cachorro" Godoy (Estatales de ATE).

También fueron de la partida el titular de la UOM, Antonio Caló; el secretario general de UPCN, Andrés Rodríguez, y a los referentes de los educadores privados, Marina Jaureguiberry. 

A la salida del encuentro, la consulta sobre el proceso eleccionario por seguir en las próximas semanas en la CGT resultó ineludible. A juicio de Daer, en noviembre, cuando se espera la renovación de autoridades, podría darse "la anhelada unidad de movimiento obrero". Días atrás, el sector disidente del movimiento gremial que encabeza Pablo Moyano inició negociaciones con los habitantes de la CGT Azopardo. 

También, este miércoles el presdiente recibió en audiencia privada a Hugo Moyano, el líder camionero al que se pretende reincorporar a la mesa de la CGT, y cuya influencia viene acercando la Casa Rosada para sí.

Por su parte, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, se metió en la negociación, recibiendo a Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez, por separado. El domingo, el Gobierno los participará de un acto por el Día de la Lealtad, mientras el lunes habrá una movilización multitudinaria desde la 9 de Julio al Bajo porteño.