Pocos saben que Roque Fernández, el exministro de Economía de Carlos Menem, fue un militante de UPAU que con el regreso de la democracia formó parte de la mesa fundadora de la UCeDé y hasta le hizo una interna a Álvaro Alsogaray, que perdió.
Tampoco es demasiado conocido que, en 2021, en plena pandemia, fue convocando a todos los liberales que conocía para impulsar un espacio político por fuera de Juntos por el Cambio, una coalición que juzgaba incapaz de llevar adelante las ideas liberales. Entre ellos, Javier Milei.
Con el tiempo, fue detectando que el "rockero libertario", como lo llaman en ese grupo, se fue destacando por sobre los demás. Nadie puede saber si es por la influencia de algún estratega o simplemente por el asesoramiento astrológico de su hermana Karina.
Lo concreto es que muchos liberales ven en el diputado una oportunidad para llegar al gobierno con un candidato propio. Es más, están fehacientemente convencidos de que Milei alcanzará en esta elección la Presidencia en segunda vuelta, y decidieron respaldarlo.

El Partido Demócrata revive con Javier Milei
Quizás el instrumento que más necesita Milei es un partido genuino, no un sello que se vende al mejor postor. Ahí fue que el exfuncionario se puso a trabajar desde el Partido Demócrata, en Córdoba, donde su propio padre tuvo un rol muy relevante, donde se candidateó a senador nacional en el 2021.
En ese momento, ambos hicieron un acuerdo de colaboración mutua. Milei ayudó a posicionar la figura de Fernández y el PD le facilitó en Córdoba una plataforma pública.
De hecho, la capital de la provincia mediterránea fue la primera ciudad del interior argentino donde Milei demostró su capacidad de convocatoria, con un acto al que asistieron miles de personas, sorprendiendo a toda la dirigencia política.

Hoy, el Partido Demócrata llegó a normalizarse en siete distritos; además de Córdoba, en San Luis, San Juan, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, y Mendoza, la provincia donde siempre estuvo más ordenado. Para tener credenciales de partido nacional se necesitan, por lo menos, ocho distritos que cumplan todas las reglas electorales. Conducido a escala nacional por Carlos Balter, en cada distrito el PD se diseñó su estrategia puntual.
En Entre Ríos es probable que no presenten candidato, ya que la gente de Milei acordó con Gustavo Bordet que se realicen elecciones provinciales unificadas con las nacionales, perjudicando la campaña del candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, Rogelio Frigerio.
A cambio, todo indicaría (aunque nadie lo confirma) que la candidata a vicepresidenta de Milei sería la diputada Victoria Villarreal, presidenta del Partido Demócrata de la provincia de Buenos Aires. En Mendoza, el Partido Demócrata ató una alianza con el extitular del PRO, Omar de Marchi, que será candidato a gobernador en esa provincia.
CABA es el otro distrito donde los demócratas están organizados y sobre el que quieren avanzar, entre otras cosas porque tiene influencia nacional. Es ahí adonde Roque Fernández sale a dar batalla en las elecciones internas que se realizarán el próximo 7 de mayo, donde se presentarán tres listas: Mónica Alonso, histórica aliada del PRO en la Ciudad y hoy firme larretista, más un desprendimiento de ese grupo encabezado por González Riobó
Inés Marcucci, la lista que propone la candidatura del libertario y lleva a Roque Fernández de candidato a primer convencional. El objetivo es claro: buscan recuperar el distrito de las manos larretistas y que el partido fundado en 1931 sea el primero que impulse la candidatura de Milei en la Argentina














