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"Ustedes son periodistas, miren si les voy a decir", dijo a este cronista uno de los principales invitados a la Cena Anual de la Fundación Libertad al pedirle su opinión sobre la disertación que había hecho minutos antes Javier Milei, en la cual afirmó que podría "tirar" la Ley Bases y lograr sin problemas sus objetivos económicos, que la economía "va a subir como pedo de buzo" y en la que desplegó como pocas veces su faceta de showman, la cual generó risas y algún enojo particular.
Tras hablar en un evento organizado por el sindicalista Luis Barrionuevo en septiembre del año pasado, el Presidente volvió al Golden Center de Parque Norte para elaborar un discurso de casi una hora frente a expresidentes como el español José María Aznar y el boliviano Jorge Quiroga, así como su par uruguayo Luis Lacalle Pou y el expresidente Mauricio Macri.
Con un salón lleno de empresarios y dirigentes corporativos, la presencia más notoria fue la extensa comitiva que llevó el Gabinete Nacional y la amplia gama de dirigentes nacionales y provinciales -en su mayoría del PRO- que asistieron al evento del think tank liberal.
Lo que no se vio del reencuentro de Milei con Macri
Al terminar de hablar, Milei saludó primero a Lacalle Pou y a continuación se fundió en un abrazo con Macri. Según le confiaron a este medio, el jefe de Estado calculó su tiempo para llegar al momento de disertar, por lo que no participó de la recepción del encuentro y luego de hablar se limitó a saludar y fotografiarse brevemente con algunos curiosos que se acercaron.
Se trata de la primera ocasión en la que ambos concurren a un mismo evento formal luego de la asunción presidencial.
El encuentro se produce en el marco de la redefinición de su vínculo mientras continúa latente la posibilidad de que sus respectivos espacios políticos acerquen su alianza estratégica. La alternativa más asequible es la conformación de un interbloque legislativo en el Congreso, mientras que la más osada es la fundación de una coalición electoral.

Ambas cuestiones todavía son un enigma. "Ni Mauricio sabe lo que quiere. Está terminando de decidir a ver qué hace y seguir con sus reuniones", comentaba una fuente del PRO horas antes del evento.
Los dos dirigentes lograron afinidad a partir de un acercamiento ideológico, que a veces logra distanciarse por las formas que tiene el libertario: un ejemplo es la ofensiva de Milei contra Jorge Lanata, amigo de Macri.
l exjefe de Gobierno discrepó de esas formas, pero no había salido a oponerse en público. En su brevísimo discurso de ayer, Macri resaltó la "batalla épica" que está librando Milei, y se limitó a marcar que "la libertad debe ser tanto política como económica y de libertad de expresión".
¿Amiguismos entre el PRO y los libertarios?
Los dirigentes de ambos partidos conviven con la incertidumbre sobre lo que puede llegar a pasar. La masiva presencia de figuras del PRO en el evento de ayer parecieran ser una especie de introducción forzada entre ambas fuerzas.
Un importante funcionario del gabinete señaló ayer que "la mimetización es evidente". "El PRO del futuro está directamente ligado al resultado de nuestro gobierno. No tiene destino diferenciado", reflexionaba.
Algunas de las conversaciones que se daban luego del discurso de Milei tenían como partícipes a funcionarios del actual gobierno y referentes que antes ocuparon cargos jerárquicos en el gobierno de Mauricio Macri, todos con pasado en el PRO.
Hay dirigentes que cumplen con los dos requisitos: el ministro de Economía, Luis Caputo, terminó siendo saludado por sus colegas actuales y anteriores; algo que se repitió con el subsecretario de Intervención Federal, Federico Angelini, y la misma ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La burla a Melconian que generó controversia
También dijeron presentes los economistas ligados a la estructura del PRO y exfuncionarios macristas como los exministros de Hacienda de Macri, Nicolás Dujovne y Hernán Lacunza, y el expresidente del Banco Central, Guido Sandleris. Los tres se sentaron en la misma mesa y se les evidenció una incomodidad manifiesta al ser objeto de burla del Presidente, que se mofó de los especialistas que en la tevé critican la viabilidad de su programa económico.
Con seguridad, el punto más álgido de esas críticas fue cuando Milei uso un tono de sorna para referirse al famoso "no hay fideos ni tuco" que uso Carlos Melconian durante la campaña presidencial de Patricia Bullrich para explicar la inviabilidad del programa dolarizador que proponía La Libertad Avanza.
Sin que el economista libertario lo supiese, Melconian era uno de los invitados por la Fundación Libertad y estaba a pocos metros del escenario. Aunque algunas personas que estaban cerca suyo difundieron que se había ido indignado por la imitación de Milei, otros luego aclararon que se había ido unos minutos antes para asistir una participación que tenía pactada en el programa A Dos Voces. Aun así, ese episodio de color fue uno de los que mayor repercusión tuvo en redes.
El mensaje de Lacalle Pou y la comitiva libertaria
Antes de que el mandatario libertario disertara en el evento, Lacalle Pou mencionó en una parte de su discurso que uno de los actos más difíciles de gestionar era el "gobernar para todos". Casi como un mensaje para su par argentino, remarcó que como "hay que buscar algunos caminos de entendimiento" y que "si el todo no está bien, no hay libertad posible".
El presidente oriental fue uno de los más participativos de las charlas posteriores al evento en el pasillo principal del Golden Center. Conversó brevemente con la canciller Diana Mondino, a quien le reconoció en su discurso quien -a pedido de Milei- concretó el dragado a 14 metros del Puerto de Montevideo, una demanda que venía pidiendo desde hace años.

Mientras que los ministros Sandra Pettovello y Mario Russo optaron por no quedarse mucho tiempo después de que el presidente finalizara su discurso; Guillermo Francos (Interior), Luis Petri (Defensa) y el diputado nacional José Luis Espert fueron de los oficialistas que más conversaron con los diferentes dirigentes de diferente signo que se apersonaron en Parque Norte.
Una de las ausencias llamativas fue la del jefe de Gabinete, Nicolás Posse; quien al menos llevó a su segundo al mando, el vicejefe José Rolandi. También estuvieron sentados en las mesas el vocero presidencial, Manuel Adorni; el subsecretario de Prensa, Javier Lanari; el asesor presidencial, Federico Sturzenegger; el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo; y el estratega digital de La Libertad Avanza, Fernando Cerimedo.
En tanto Milei se fue con las mismas personas con las que vino: su hermana Karina y el cineasta Santiago Oría.












