

El Gobierno sigue adelante para cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pese a la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos por sus diferencias con la hoja de ruta acordada por Martín Guzmán. Y pese al ruido interno, presiona por la baja de sobretasas del FMI tras la promesa del organismo de analizarlas en este primer trimestre.
Por el volumen del acuerdo, que refinancia los u$s 44.500 millones de Stand By, califica como un programa de acceso extraordinario y mantiene una sobretasa de un punto, según explicó el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos.
El presidente Alberto Fernández indicó anoche que espera que el FMI defina la baja de los sobrecargos el mes que viene. "Prometió Kristalina Georgieva que lo iban a tratar en marzo", indicó en una entrevista con C5N.

En ese marco, el pedido del Gobierno, que no exclusivo de Argentina, sumó renovada presión desde sector internos de Estados Unidos. Una de las que tomó la bandera es diputada la demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, que encabezó un pedido a Janet Yellen para que EE.UU. apoye ese alivio en medio de la suba de tasas de la Fed, que encarecerá el costo de los créditos internacionales.
"Seguimos dando la discusión por los sobrecargos, pero es una discusión global, e incluye a la Argentina ya otros países, también es un problema para Pakistán, Egipto Ecuador, Armenia", remarcó Chodos.
También los bonistas privados que reestructuraron deuda con Argentina y buscan asegurarse sus pagos se sumaron a la presión por los sobrecargos. Esos costos hoy generan un extra de u$s 1000 millones por año.













