Análisis

La pandemia y dos mundos distintos ante un mismo drama: G10 y emergentes

Desde que se anunció la invención de la vacuna hacia el último trimestre del 2020, casi todos los mercados de acciones del mundo tuvieron un rally muy agresivo que no solo contagió al mercado accionario norteamericano sino también y en gran escala a emergentes. 

De hecho, esa inercia contagió el inicio de un 2021 que había comenzado muy positivo en el relativo con el EEM (ETF que replica acciones emergentes) teniendo una muy clara overperformance sobre el SPY (ETF que replica al S&P de Estados Unidos).

Dicha dinámica se mantuvo hasta el 27 de febrero de este año en donde el EEM alcanza máximos y desde ahí lamentablemente, a la luz de una pandemia que vuelve a complicarse ferozmente en el mundo emergente, comenzó a derrapar muy fuertemente. 

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Hacia el 27 de febrero de este año la performance acumulada del EEM era de 12% anual, luego de derrapar está actualmente en 5%. De manera que existe y probablemente seguirá existiendo un fuerte castigo para acciones emergentes a la luz de una pandemia que empieza a tener fin en economías del G10 pero una larga espera en naciones emergentes.

Esta muy significativa discrepancia entre la dinámica sanitaria entre las principales economías desarrolladas del G10 versus las principales naciones de emergentes de cierta forma tomó al mercado financiero global por sorpresa. Con la invención de las vacunas es como que el mercado en general subestimó el monumental desafío logístico que el planeta enfrentaría respecto a la producción y distribución de la vacuna por una sencilla razón: la raza humana enfrenta un desafío bíblico el cual es vacunar a toda la humanidad, ni más ni menos, y no es nada fácil.

La escala del problema es casi infinita y esto marca además notables diferencias entre naciones desarrolladas que exhiben una fluidez logística muy superior a la mostrada por economías emergentes. Esta discrepancia sanitaria no estaba contemplada al inicio de este año, de hecho fue muy subestimada y en la actualidad dicha diferencia relativa comienza a tener enormes efectos en las recuperaciones comparativas de las distintas economías del mundo. 

Una cosa será la recuperación económica de Israel por ejemplo, que ha tenido una campaña vacunatoria extraordinariamente eficiente y otra muy distinta será por ejemplo la recuperación económica de dos gigantes de emergentes como Brasil e India, ambas naciones frente a una crisis sanitaria monumental. Por ejemplo, el castigo al mercado accionario de India ha sido muy severo en los últimos días al enterarse el mercado de la tan grave crisis sanitaria que enfrenta dicho país.

Si ponemos en perspectiva el pricing de esta dinámica a la que di en llamar "brecha sanitaria" se entiende con precisión la enorme subestimación que se hizo a inicios de 2021. 

En relativo, el EEM está 7% negativo frente al SPY desde comienzos de año y desde el máximo del 27 de febrero está -12%. Si consideramos los mismo para China, el FXI en relativo está 10% negativo desde inicios de año y desde los máximos del 27 de febrero 18% negativo. India en relativo desde inicios de año está 12% negativo y desde el 27 de febrero 14% negativo. Turquía desde inicios de año en relativo está -28% y desde el 27 de febrero 31% negativo. Finalmente el EWZ de Brasil está desde inicios de año en relativo 17% negativo.

Existe un castigo sanitario descontado por un mercado que entiende que la recuperación económica del G10 a la luz de una notable mayor eficiencia vacunatoria superará en un año al menos a la recuperación esperada en emergentes.

A la luz de lo analizado en el ultimo párrafo, queda claro que aquellas economías como Estados Unidos, Canadá, Australia, Inglaterra, Alemania exhiben a través de sus índices accionarios una performance acumulada anual en promedio del 10% mientras que el EEM de emergentes está solo al 5%, el FXI de China casi con retornos nulos y Brasil en la zona del 5% negativo. 

Existe un castigo sanitario descontado por un mercado que entiende que la recuperación económica del G10 a la luz de una notable mayor eficiencia vacunatoria superará en un año al menos a la recuperación esperada en emergentes.

La brecha sanitaria comenzó a descontarse desde finales de febrero y no creo que estemos ni cerca de haber culminado con ella. En este contexto, parece lógico tener posiciones de acciones sesgadas al G10 y dentro de él a compañías con poca exposición a emergentes. La pandemia para emergentes lamentablemente lejos está de culminar.

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