"Pará. Esperame un segundo", dice la voz del otro lado del teléfono. Pasan un par de segundos. "Listo, volví: fui a tocar madera", se justifica. Es el CEO de una de las mayores automotrices del país y contesta así cuando se le pregunta si debió parar la fabricación de sus vehículos por falta de neumáticos.

"Pero eso no significa que duerma tranquilo: estamos con monitoreo permanente. Mi horizonte máximo es de 48 horas. Todos los días", agrega. Su producción -que subió fuerte este año y planea otro salto importante el próximo- depende de que trabajen dos de las tres fábricas de cubiertas que hay en el país. "Un vehículo al que le falta algún componente podés correrlo y llevarlo al playón para no frentar la línea. El auto, sin ruedas, no puede salir", explica lo obvio. Tiene la promesa explícita del CEO de uno de sus proveedores de que hará lo imposible para que, irónicamente, no deba frenar la rueda.

El CEO automotor y sus pares llevan más de 100 días así. Desde el 17 de mayo, cuando finalizó la conciliación obligatoria entre el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) y las tres fábricas de cubiertas que operan en el país: la japonesa Bridgestone, la italiana Pirelli y la nacional Fate, de la familia Madanes Quintanilla, dueños de Aluar. El conflicto acumula más de una veintena de paros y, desde entonces, se convirtió en una auténtica espada de Damocles que amenaza a toda la producción de vehículos del país. Hasta ahora, sólo hubo una fábrica que debió interrumpir durante 48 horas su actividad por falta de neumáticos: la que hace pick-ups para Renault y Nissan, en Santa Isabel, Córdoba. Fue a mediados de junio. Pero, en estos días, crecen fuerte las probabilidades de que deje de ser la única.

Operarios de Fate cortaron varias veces la Panamericana. La planta de San Fernando está trabajando al 40% de su capacidad desde que comenzó la puja.
Operarios de Fate cortaron varias veces la Panamericana. La planta de San Fernando está trabajando al 40% de su capacidad desde que comenzó la puja.

El lunes de esta semana, fracasó una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo. Como ocurre, sistemáticamente, desde hace tres meses por la cerrazón de ambas partes. El sindicato rechaza el aumento que ofrecen las empresas -66%, 16 puntos por encima del 50% pactado un año atrás- y es inflexible en la exigencia de cobrar al 200% -es decir, el triple- por las horas trabajadas en fin de semana. Idéntica intransigencia exhibe la otra parte sobre este punto: alega que conceder eso -algo inédito, según sus estándares internacionales- significaría una suba del 15% en sus costos, estructura que, alega la Cámara de la Industria del Neumático (CIN), habrá crecido 17 puntos por encima de la inflación acumulada entre junio de 2016 y el mismo mes de 2022, si el sindicato acepta la propuesta que mantienen las compañías. En sentido inverso, la productividad local cayó 25% contra Brasil, ilustra la entidad. Los únicos tres integrantres de la CIN son Bridgestone, Fate y Pirelli.

El conflicto fue, originalmente, por la revisión de la paritaria 2021-2022. Ese acuerdo caducó el 30 de junio -en plena puja- y ahora sumó la pauta salarial 2022-2023 a la mesa de negociación. Con el correr de las semanas, la pulseada escaló en tensión. Además de paros, cortes -en Panamericana, por ejemplo-, marchas y protestas, hubo denuncias del Sutna ante Trabajo por hostigamiento, agresiones físicas, intimidación, discriminación, deslealtad, fraude laboral y otras violaciones legales contra Pirelli y Bridgestone.

El último episodio se produjo este jueves. Tras la estéril audiencia del lunes, el gremio no decidió nuevos paros. Pero sí asambleas y manifestaciones en las puertas de las fábricas. El Sutna denunció presencia de personal policial no sólo en los ingresos, sino dentro de las plantas, "caminando armados por los pasillos". Fate habría recurrido seguridad privada para que velara porque los operarios que se presentaron a trabajar cumplieran con sus tareas. El Sindicato Único de Trabajadores Custodios Argentinos (Sutca) se negó a interferir en el conflicto y declaró el estado de alerta para que cualquiera de sus afiliados que trabaje en una fábrica de cubiertas se abstuviera de hacerlo. Su secretario general, Christian López, expresó además su "apoyo irrestricto y solidaridad" con el Sutna.

"Va a ser más fácil encontrar restos del Arca de Noé que cubiertas", dijo Javier Madanes Quintanilla, de Fate.
"Va a ser más fácil encontrar restos del Arca de Noé que cubiertas", dijo Javier Madanes Quintanilla, de Fate.

"Les salió el tiro por la culata", celebró el líder del gremio del neumático, Alejandro Crespo, hombre que abreva en el trotskismo. Como en muchas otras ramas de actividad, el Sutca es un sindicato corre por izquierda al Upsra, el gremio histórico de los trabajadores de seguridad privada.

"Va a ser más fácil encontrar restos de Arca de Noé que neumáticos", declaró el jueves Javier Madanes Quintanilla, dueño de Fate, en una entrevista con Radio Mitre. En el último año y medio, los precios al público de las cubiertas crecieron hasta 20 puntos por encima de la inflación (300% denunció este viernes el Sutna). A la metáfora bíblica a la que Madanes recurrió en su profecía se suma otra plaga: el cepo a la importación, que afecta mayoritariamente al mercado de reposición. La mayoría de la producción local se destina al segmento de terminales. De hecho, las tres plantas abastecen al 90% de los modelos de vehículos que se fabrican en el país, desde los más vendidos en el mercado local (Fiat Cronos y Peugeot 208), a los más exportados (Toyota Hilux, Ford Ranger, VW Amarok, Renault Alaskan, Nissan Frontier y los dos autos de Stellantis).

Madanes -el único empresario del sector que hace oír su voz en este conflicto- contó que Fate hoy trabaja al 40% de su capacidad. Según datos del Sutna, el sector fabricaba un promedio mensual de 1 millón de unidades antes de que comenzara el conflicto. Fuentes gremiales calculan en 50% la caída de producción desde entonces.

La CIN rogó hace dos meses por una resolución rápida y alertó el riesgo de desabastecimiento. AFAC, la asociación de autopartistas, le exigió a Claudio Moroni, titular de Trabajo, que intervenga directamente por el efecto nocivo que la disputa podría tener en toda la industria automotriz. Hasta ahora, la sangre no tiñó el río sólo porque las automotrices exigieron, al máximo, sus stocks de seguridad. Es decir, la cantidad de neumáticos almacenados como resguardo de un eventual corte en el flujo de abastecimiento. La variable de ajuste, en esos casos, fue el vaciamiento de los depósitos de sus propios proveedores. Algo que esta semana empezó a revertirse. Pero no por voluntad propia.

"Les salió el tiro por la culata", dijo Alejandro Crespo, titular del Sutna, el gremio del neumático.
"Les salió el tiro por la culata", dijo Alejandro Crespo, titular del Sutna, el gremio del neumático.

Las manifestaciones del Sutna en los accesos de las fábricas -ubidadas en Llavallol (Bridgestone), Merlo (Pirelli) y San Fernando (Fate)- fueron bloqueos, piquetes concretos en los que se decidía quién entraba -y quién no- de cada planta, denunciaron las empresas. No se interrumpió producción. Pero tampoco ingresó -ni salió- camión alguno sin la venia sindical. Así, Pirelli acumuló 50.000 neumáticos y colmó su depósito, consignó Ámbito Financiero. Sin más capacidad de almacenamiento, no le quedará otra opción que paralizar su actividad. Pirelli es proveedor de Stellantis (Fiat y Peugeot), Ford y Renault, además de varias fabricantes locales de motocicletas, un mercado que sumó más ventas que el de autos en 2021 y en lo que va de 2022.

Más fuego a la cubierta que ya arde hace tiempo en llamas. El lunes, está prevista otra audiencia -y van- entre las empresas y el gremio. "Según lo que ocurra, decidiremos las próximas medidas", los tambores de guerra que se oyen en el Sutna y que auguran un recrudecimiento del conflicto. La reunión será en Trabajo, la cartera de Moroni, sobreviviente del gabinete original de Alberto Fernández y de los últimos "funcionarios que no funcionan" contra los que apuntó hace ya un año Cristina Fernández y que continúa estando entre los hombres del Presidente.