LinkedIn: 8 consejos prácticos para generar contenido

El reto en LinkedIn y en la vida es animarnos a ser autores de nuestras líneas. Algunos tips sencillos para que pierdas el miedo a la hoja (o la pantalla) en blanco y te lances a la aventura.

Son muchos los que pasean por LinkedIn y en esta red hay algunos perfiles marcados. Está el voyeur: pasa tiempo conectado pero no da señales de andar por ahí. Está el likeador: se deja seducir por el contenido y cuando ve algo que le llama la atención le muestra su afecto (algunos son likeadores y otros likeadores seriales, tienen el clic fácil). Está el compartidor que cura y amplifica contenido: a veces dejando su opinión, otras no. Y finalmente está el autor: ¡el que aporta su granito de arena!

El reto en LinkedIn y en la vida es animarnos a ser autores de nuestras líneas. Por eso aquí te traigo algunos tips sencillos para que pierdas el miedo a la hoja (o la pantalla) en blanco y te lances a la aventura.

¿De qué escribo?

Vas a escribir cinco ideas que estén en tu cabeza. No importa su tamaño ni hace cuánto te den vueltas sino que te brillen los ojos cuando hablas de ellas. Si a vos no te importa, no le va a importar a nadie más. Si a vos te "mueven", ¡seguro lográs contagiar a alguien más! Cuando las tengas, revisá: ¿cuál es un regalo que solo vos podés hacerle a alguien más?

La vida es demasiado corta para escribir algo que ya está escrito y, si lo escribe la Harvard Business Review, seguro lo hace mejor que cualquiera de nosotros.

¿A quién le escribo?

Supongamos que conectaste con una idea. Ahora viene el siguiente desafío: "el otro". No estamos escribiendo en nuestro diario íntimo. Si vas a publicar en LinkedIn estás usando tu teclado para conectar con alguien más y esto requiere menos "corta y pega" y más empatía.

Por eso te traigo unas preguntas vitales para conectar con tu lector:

¿Quién es?, ¿cómo es su día a día?, ¿con qué sueña y qué le quita el sueño?

¿Cómo podrías lograr que se sienta "tocado" con lo que le estás contando?

Estas preguntas te van a ayudar a crear ese vínculo con el otro. La conexión tiene que ser evidente y tu interlocutor se tiene que sentir interpelado. Hablale de tú a tú, sin que necesite subtitulados y tocando su fibra sensible.

¿Cómo escribo?

No empieces sin armar un guión: una estructura que te permita acomodar tus ideas. Invertí tiempo en "bulletear" lo que vas a contar o correrás el serio riesgo de contar lo mismo en varios párrafos. No ser redundantes es vital hoy que tu interlocutor tiene la atención de un mosquito.

Cuando tengas la estructura, tené presente que menos es más:

Es mejor transmitir una buena idea que 3.

Lo que puedas decir en 20 palabras no tenés que decirlo en 30 sino en 10.

Lo más fácil para vos será lo más fácil para tu lector también.

Recordá que la empatía en la primera oración genera lazos y que la invitación a la acción o a la conversación en el último párrafo le pone un moño a ese lazo. Escribir para otro es tejer esos vínculos de principio a fin.

¿Cómo le doy forma?

¡Haciéndolo! Empezá con el mínimo post viable: uno cortito antes de meterte en uno largo y sabiendo que no hay párrafo perfecto; que nadie sabe qué está quedando afuera y que lo importante es que suene bien lo que cruce "al otro lado".. Eso sí, ¡revisá la ortografía! Hay correctores y personas que pueden darte una mano con ello y es una linda señal que no haya horrores en tus palabras.

¿Qué hago cuando tenga el borrador?

Aceptar que no te va a gustar y que tenés que ser compasivo con vos mismo. Por eso volvé a leer lo que escribiste con mindset de aprendiz, bajá las exigencias y recordá que estás aprendiendo. ¡Nadie espera que seas un premio Nobel y a escribir se aprende escribiendo!

Tené un garante

Cuando vamos de la mano de alguien, vamos mejor, así que te sugiero que le des a alguien la potestad de...

Presionarte para que te pongas en marcha.

Darte feedback temprano antes de darle al botón de "publicar".

Recordarte que no te estás jugando la vida: ¡solo es un post!

Entrenar tu músculo escritor

Uno encuentra su estilo en la escritura (y cualquier otra cosa) después de jugar, probar y ver con qué se siente cómodo; analizando qué reacciones y eco reciben sus publicaciones. Por eso te sugiero que experimentes y vayas registrando qué te funciona y qué le funciona a tu interlocutor.

Y un último aviso: desarrollar el hábito de escribir va a ser más fácil si lo hacés "rápido y barato". Nada de dedicarle una semana a 5 oraciones. Salir rápido a la cancha va a quitarte presión y vas a aprender más rápido.

LinkedIn y la vida

El reto es ser personas en LinkedIn, ni eminencias ni robots. En el momento en el que podemos mostrarnos genuinos y transparentes abrimos un espacio de confianza con el otro. Suena fácil pero es todo un reto: mostrarnos tal como somos nos hace sentir incómodos, expuestos, inseguros. Pudor, vergüenza y miedo son palabras que vienen a menudo a nuestra cabeza y que esta nueva era nos desafía a soltar...

Todo lo que acabas de leer vale para un post en LinkedIn, para una propuesta comercial o cualquier otro documento que salga de tu pluma o teclado. Todo lo que acabas de leer vale para escribir y para la vida. Todo lo que acabas de leer vale para nosotros y nuestros hijos. Tal vez, soltar la exigencia y encontrar nuestra voz en la red ¡y en el mundo! sea nuestro desafío.

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