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¿La democracia es un riesgo para Javier Milei?

En la cuenta regresiva hacia las elecciones presidenciales, la campaña se encuentra atravesada por la difícil situación socioeconómica, los escándalos de Martín Insaurralde, 'Chocolate' Rigau y Pitty la numeróloga, por las 'mega sesiones' maratónicas en el Congreso y las decisiones de alto impacto de Comodoro Py y la Corte Suprema. El río está revuelto y el escenario de cara al 10 de diciembre es brumoso. El hecho de que el candidato más votado en las PASO, Javier Milei, sea un outsider contribuye a esa bruma. En la democracia argentina, no existe experiencia previa de un caso como el de Milei, un candidato sin estructura partidaria.

Para Andrés Schipani, doctor en Ciencia Política de Berkeley y Profesor de la Universidad de San Andrés, la experiencia de Milei en Argentina se diferencia notablemente de la de líderes de derecha en la región, como Jair Bolsonaro o Donald Trump. El expresidente de Estados Unidos es el ejemplo de una derecha que conquista un partido tradicional, el Partido Republicano. En Brasil, Bolsonaro es casi un outsider, apoyado por corporaciones de derecha muy establecidas en el país: el Ejército, las iglesias evangélicas y el campo. Milei es una entidad aparte. No cuenta con un partido establecido ni con el respaldo de tales corporaciones.

"En este caso, se vislumbran tres escenarios posibles: en primer lugar, el autoritario, aunque lo veo improbable debido a la reticencia de las fuerzas armadas argentinas a inmiscuirse en política. En segundo lugar, el juicio político, es decir, gobernar en medio del caos y ser destituido por la asamblea. En tercer lugar, la compra de gobernabilidad mediante un enfoque gradualista, donde el sistema le brinde la estructura necesaria".

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La incorporación de Guillermo Francos, exrepresentante del BID, y otros personajes del menemismo, junto con los acercamientos a sindicalistas como Luis Barrionuevo y los coqueteos con un sector de la derecha del PRO que le muestra interés, indican que Milei ya está transitando por este tercer escenario. De hecho esta semana afirmó que sumaría tanto peronistas como gente "rescatable" del PRO. Hubo guiños del partido de Milei a Schiaretti , a Randazzo y otros referentes del peronismo cordobés. Ante la consulta por este tema del Cronista desde La Libertad Avanza afirmaron que "estallaron las dos grandes coaliciones en mil pedazos" y que se va a reconfigurar todo el mapa político si gana Milei. "Tal como se encuentra actualmente, Milei no está en condiciones de gobernar. Si llega a la presidencia, deberá buscar apoyos fuera de la coalición, como lo hizo Menem con Bunge y Born en 1989, para asegurarse la gobernabilidad", señala Schipani.

Pero las dudas acerca de su relación con la gobernabilidad y la democracia no surgen solamente debido a la falta de estructura de Milei, sino también por sus posturas y las de su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, respecto a los años '70. Hace unos meses, en una entrevista en TN, Milei evitó responderle a Luciana Geuna si cree en la democracia. En el debate presidencial del domingo pasado, lanzó una serie de afirmaciones negacionistas sobre lo ocurrido durante la última dictadura militar. Afirmó que "no fueron 30.000 desaparecidos, sino 8753", y argumentó que en la década del '70 "hubo una guerra" en la que "las fuerzas del Estado cometieron excesos, pero los terroristas del ERP y Montoneros mataron, pusieron bombas y cometieron delitos de lesa humanidad".

Consultado sobre este tema para El Cronista, el doctor en Ciencia Política de Yale y profesor de la Universidad de San Andrés, Germán Feierherd, destaca que la democracia representa un riesgo mayor para Milei que Milei para la democracia. "El 10 de diciembre, este país seguirá siendo lo que es. El escenario autoritario de Milei cerrando el Congreso es poco probable. En esa fecha, seguirán existiendo movimientos sociales, sindicatos, movimientos de mujeres, universidades públicas y una sociedad muy activa. Además, la Corte Suprema continuará imponiendo límites", afirma Feierherd.

La semana pasada, la Universidad de San Andrés divulgó la última Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública, que respalda esta afirmación con números: los argentinos encuestados están muy insatisfechos con el desempeño de los tres poderes de la República. La insatisfacción con el Poder Judicial alcanza el 89%, seguido del Poder Ejecutivo con un 88%, la Cámara de Diputados con un 88%, y el Senado con un 87%. La encuesta también muestra que los argentinos están muy insatisfechos con el rumbo general de las cosas. En este contexto, para el profesor Schipani, Milei se encuentra en un escenario similar al de Menem en 1989: "El statu quo es tan insoportable para el votante que cualquier cambio es mejor".

Milei navega en aguas desconocidas de la política argentina y el resto de los argentinos navegamos en las aguas desconocidas de Milei.

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