

Mayo puede convertirse en un punto de inflexión para el Gobierno. No lo sabremos hasta que transcurran al menos dos semanas, pero es una percepción que empieza a tomar forma con algunos datos relevados en abril. Los números de inflación del mes pasado que procesaron los consultores privados confirman que la segunda tanda de ajustes tarifarios (puntualmente el gas) hizo sentir fuerte su impacto, tal como se esperaba, y que por esa razón nadie espera que el indicador oficial se ubique abajo de 2%. Los precios todavía se muestran difíciles de domar, sobre todo en el rubro alimentos, donde el aumento fue cercano al promedio mensual. Sin embargo, los analistas cambiaron su sesgo hacia adelante: le pusieron una ficha a la jugada del Central, ya que el último relevamiento de mercado corrigió a la baja la proyección anual.
Si mayo entrega un IPC cercano a 1,6%, como prevén los anotados en el REM, el BCRA podrá mostrar una ganancia de credibilidad y en paralelo podrá revisar con menos presión la política de tasas altas que aplicó como torniquete monetario. Tendrá una nueva carta para usar: desde junio, alineará su meta con los datos del IPC Nacional que empezará a difundir el Indec. Hay un número que ya los tranquiliza: el mercado ve en abril que la inflación a 12 meses ya está en 17,9%. La meta todavía está lejos, el ritmo de aumento no.
Otro dato que marca un cambio de clima es la encuesta de GOP incluida en la edición de hoy de El Cronista. Sube la imagen de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal y cae la de Sergio Massa, Daniel Scioli y Cristina Kirchner. Por primera vez, un sondeo arriesga que los favoritos de la gobernadora bonaerense para encabezar las listas de candidatos, Esteban Bullrich y Gladys Martínez, se impondrían por escaso margen ante cualquiera de las martingalas que mide el PJ, en las que se cruzan la ex presidenta, Scioli y la matancera Verónica Magario.
Hay muchos frentes que todavía requieren políticas más activas de parte de la Casa Rosada. El plan de reconversión de planes sociales no entusiasma demasiado a las empresas. La apreciación cambiaria con suba de costos en dólares tampoco. Es que el Gobierno está nuevamente enfocado en la gobernabilidad de corto plazo. Como señal macro, lo único que habrá disponible en los próximos días son las visitas del Presidente a Japón y China. Son encuentros de alto nivel y trascendencia, pero que no mueven la aguja en el Gran Buenos Aires.














