Los mercados argentinos nunca transitan la previa electoral con calma. Estamos condenados no al éxito sino a la volatilidad. Para peor, las expectativas generan efectos desiguales en esas previas: cuando un gobiernopopulista se va y esta por ganar uno promercado, el mercado lo anticipa y genera un auge en precios de bonos y acciones que facilitan esa previa. Cuando gobierna uno promercado y puede ganar una oposición populista, caen los precios de bonos y acciones y sube el dólar y se le complica la previa.
La gran incertidumbre pasa por el resultado de las elecciones del 26-O y el día después. El fantasma que alimenta los traspasos al dólar en primer lugar es que el gobierno pierda los comicios y que resurja el populismo con chances de ser gobierno en el 2027. Otra incertidumbre pasa por la sostenibilidad de las bandas de flotación. La impresión entre operadores es que el equipo económico, independientemente del resultado, abandonará el esquema cambiario permitiendo lalibre flotacióny sin restricciones para empresas. No sólo es impresión, sino también el deseo del fin al miedo a flotar. Ayer en la señal A24 tras el cierre del mercado, el presidente del BCRASantiago Bausili aseguró que no habrá cambios en el actual esquema cambiario ni antes ni después de las elecciones.

Hay también bandas interesadas en generar caos en la previa. En las últimas ruedas circularon versiones sobre un "corralito" y antes sobre cepos al dólar. También fueron desmentidas por Bausili. Las medidas oficiales tampoco contribuyen para que estas versiones no prendan. Las disposiciones para limitar compras a banqueros o relacionados con el sector financiero, y las "anti rulos" abrieron la ventana para que circulen esas versiones que alarman al ahorrista. La relación gobierno-mercado financiero está herida.
Restan 17 ruedas hasta el 26-O. Demasiado. ¿Tocará el techo de la banda nuevamente? El dólar mayorista está a 8% de ese tope. No es difícil imaginar lo que se viene: el Tesoro saldrá a vender seguramente los dólares comprados en bloque recientemente. Quizás ello demore la llegada a ese techo. Una noticia positiva como la recepción de Donald Trump a Javier Milei el 14 de octubre, doce días antes de los comicios, prácticamente pasó desapercibida.
Hay negociaciones con el Tesoro norteamericano que pueden concluirse antes del 26-0. Recuérdese que Scott Bessent, emulando a Mario Draghi con la crisis del euro, habló del "whatever it takes", lo que sea necesario, para auxiliar a la Argentina. Por más que esté descontado en gran parte, detalles de esa asistencia pueden alivianar la previa.
El deseo del mercado: que todo pase rápido.
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