Cuando una crisis bancaria complica al mundo, la Argentina torea al que presta
Comprender la dinámica financiera no es una tarea sencilla en ningún país del mundo. Aunque Estados Unidos es una potencia planetaria y tiene la ventaja de que el mundo acepta financiar su economía cada vez que demanda dólares, los ahorristas reaccionan igual cuando perciben que su capital está en riesgo. Lo que sucedió en las últimas horas es una prueba de que el temor se expande más rápido que cualquier razón, y que una defensa preventiva siempre es vista como mejor respuesta que un arrepentimiento tardío. Los depositantes del Silicon Valley Bank se agolparon en las puertas de sus sucursales, en una imagen que para los argentinos rememora los tiempos del corralito, y como si fuera Eduardo Duhalde en el Congreso, el presidente estadounidense Joe Biden debió salir a prometer que el sistema de garantías que provee el gobierno americano cubrirá los retiros. Dicho en argentino, el que puso dólares se llevará sus dólares.
La Casa Blanca salió a dar un mensaje claro: su preocupación no será proteger a los banqueros, como sucedió en la crisis de 2008, sino a los depositantes. Más allá de ese compromiso, todos se preguntaban ayer en Wall Street quién le seguirá al SVB.
Nadie sabe cuánto tiempo puede durar esta incipiente ola de pánico. En mercados convulsionados pierden los más frágiles, empezando por los que no tienen crédito. Si hubiera que identificar a un país con esa condición, la Argentina está seguro.
Si hay un factor que ayudó a contar con la comprensión de los accionistas del FMI y el apoyo de los bancos argentinos (manifestado en la reciente operación de canje de deuda en pesos) es que nadie quiere hacer olas en una economía que atravesará en breve un proceso electoral.
El comunicado que ayer divulgaron los técnicos que supervisan el acuerdo con la Argentina tiene un beneficio visible, que es una flexibilización de la meta de acumulación de reservas vigente desde el año pasado, ya que reconoce que la sequía causó un daño que no puede ser reparado con ninguna política cambiaria. También asume como una realidad que la inflación subió en lugar de bajar, y que el costo fiscal adicional que causará la moratoria previsional que votó el Congreso, deberá ser compensado para que la meta de déficit se mantenga inalterable.
Anoche La Cámpora, la agrupación que representa al kirchnerismo, cuestionó el documento del Fondo y dijo que es una evidencia más de que sus técnicos son quienes toman las decisiones sobre la economía local. Hablamos del mismo FMI que prestó fondos para evitar el default. El que donó DEG. El que anota los compromisos de los funcionarios argentinos. El que manda dólares para que no haya olas, aunque la Argentina las provoque.
Raul Nieto
Excelente titulo que expone nuestra insensatez y donde la falta de profesionalismo, de ética, de honorabilidad y de austeridad permitió que el gobernante despilfarre el esfuerzo de los argentinos y gasten muy por sobre nuestra posibilidades generando pobreza y decadencia con la única salvedad que quienes administran el estado viven como príncipes Basta, 2023 por un nuevo horizonte