¿Qué dice el contrato del Presidente con los argentinos?
Cada vez que asume un funcionario, sobre todo del poder ejecutivo y aún más si es el presidente de la Nación, se produce un convenio mutuo del líder con los ciudadanos. Explícito a partir de las propuestas y promesas que expresó el candidato en su campaña, pero también tácitas e implícitas en cuanto a lo que suponen e interpretan los votantes.
Se trata de un gran pacto social entre los que serán gobernados y la persona a la cual le confieren la autoridad. Una alianza democrática de base entre quien dirige y quienes serán dirigidos (hayan o no elegido la fórmula ganadora en las elecciones)
Tres autoresHobbes explicaba que los humanos cedemos derechos individuales a un soberano a cambio de protección. Locke propone la misma línea contractual pero dividido en dos procesos, el primero es entre las personas para vivir en sociedad y el segundo en la relación con el gobernante. Rousseau consolida con la publicación de “El contrato social en 1762, la obra más reconocida de este tipo de pactos entre personas para vivir en democracia.
El contrato del PresidenteEntre lo dicho y lo sugerido, Alberto Fernández “prometió varias cuestiones claves en la campaña, lo potenció en la transición y a la asunción varias veces los dejó bien claro.
Las 5 promesas- El tono. Moderado, cordial y prudente.
- El Modo. Sensato, conciliador y componedor.
- El Estilo. Cercano, comprensivo y empático.
- El Diálogo. Sostenidos para lograr consensos sostenibles. Buscando dejar de lado los enfrentamientos, las confrontaciones diarias, las “chicanas políticas por el bien común y en busca de un gran acuerdo nacional
- Las acciones tendientes a no dividir. Para no generar más grietas sino tender puentes con aquellos que no piensan igual.
La luna de miel inicial sumado a la pandemia posterior produjo un efecto de paréntesis para desarrollar una evaluación objetiva, por eso el comienzo del gobierno de Alberto será juzgado con muchos peros, comas y aclaraciones.
Los presidentes de la democraciaRaúl Alfonsín es recordado porque prometió democracia y cumplió. Debió irse con una economía muy débil. Carlos Menem se encontró cumpliendo su prometida reactivación, pero no exactamente con su planteo inicial. Fernando De la Rúa no logró cumplir ni su mandato de 4 años, hubo grandes promesas de campaña (sobre todo implícitas) que le significó más un peso que un apoyo. Néstor Kirchner prometió el sueño de alejarse del abismo y logró fundar un relato sobre esa base. Cristina Fernández fue continuadora, pero cosechó amores y odios con un estilo muy vehemente y confrontativo. Macri prometió una economía con lógica de mercado y sentido común; no le fue bien y la crisis le costó la reelección.
ConclusionesAlberto tiene la oportunidad de trabajar en su promesa inicial. Articular el frente interno, trabajar en el consenso con algunos de los opositores. Sus discursos iniciales sumado a los momentos de establecer y prorrogar la cuarentena apuntaron en ese sentido. Aún existe la ilusión del gran acuerdo nacional, la imagen de adversarios “buscándole la vuelta
Sostener ese rumbo implicaría cumplir con el contrato de la campaña. No hacerlo es un gran riesgo sobre todo para su legado.
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