La negociación con el FMI avanza, la otra deuda en pie de guerra
El Gobierno, los acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional (FMI) saben que la Argentina no puede pagar la deuda tal como está. Ni por los montos, ni por los plazos.
Sin embargo, la negociación que parecía bastante fácil de lograr en los papeles, es mucho más compleja en términos reales. Con los acreedores privados, porque simplemente quieren cobrar en las condiciones que compraron esa deuda y no admiten, al menos por ahora, cambios en las condiciones. Ante esta situación, lejos de mostrarse frágil, el Gobierno endurece su discurso. La jugada es de alto riesgo para las dos partes. Si no hay acuerdo, un nuevo default caerá sobre la vapuleada condición de credibilidad pagadora de la Argentina.
Si hay default, es verdad que pierden los argentinos, pero también pierden los acreedores cuyos bonos cotizarán a precios de remate. Esa es una de las jugadas, un espadeo a matar o morir que puede dejar muy heridos a los dos. Si esto sucede, los fondos buitre, que ya están pidiendo asesoramiento en Buenos Aires, volverán a enfocar su inteligencia en el país.
Con el Fondo Monetario, la situación parece diferente. Si bien la vicepresidenta, Cristina Kirchner, pide desde Cuba que el FMI acepte una quita de la cuantiosa deuda que tiene la Argentina con el organismo y que fue tomada por el exmandatario, Mauricio Macri, con el aval del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la sensación es que el Gobierno tiene intenciones concretas de arreglar con el Fondo.
Una muestra de esto último es la decisión del presidente Alberto Fernández de aumentar las jubilaciones y pensiones por decreto y dejar de lado la fórmula de subas semestrales que había impuesto por medio de una fórmula, la administración anterior. Si bien es un costo político grande y un ahorro menor para Estado, es muy significativo de cara a la negociación con el FMI.
En este contexto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, podrá tener un buen dato para mostrarle a la titular del FMI, Kristalina Georgieva, esta semana cuando se encuentre durante la Cumbre del G20 para ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales en Riad, Arabia Saudita. De hecho, uno de los compromisos de palabra del Gobierno con el organismo es acotar el gasto público. Guzmán también se reunirá con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin. Y desde la capital de Arabia Saudita, el ministro tiene pensado pasar por Nueva York antes de volver a Buenos Aires.
En lo formal, el Gobierno está pidiendo al FMI años de gracia para comenzar a pagar. En el Fondo, están convencidos de que la propuesta argentina no es descabellada, pero no quieren saber nada con los pedidos de quita de la deuda, aunque entienden el juego de pase de facturas entre la actual administración y la de Macri.