Default o no, frenarán operaciones en dólares y recrearán las de pesos

El Gobierno tiene varios frentes abiertos a la hora de hablar de economía. Mientras los empresarios tienen aún más urgencia que los particulares en saber cuándo se termina la cuarentena, o se flexibiliza, así las compañías vuelven a producir, los acreedores internacionales quieren que la oferta de reestructuración de la deuda sea más amigable para sus expectativas. Pero los desafíos de la gestión del presidente, Alberto Fernández, no sólo se encaminan a salir de la cuarentena con la menor cantidad de muertos posibles, y en llegar a un acuerdo con los acreedores. Lo que parece desvelar al oficialismo es tratar de imponer un cambio cultural a la hora de pensar en qué moneda deben ahorrar los argentinos.

De hecho, en el Gobierno están convencidos de que los argentinos tienen que ahorrar en pesos. Una tarea no menor teniendo un cuenta la inflación y la desvalorización del peso en los últimos años y la cultura local de pensar, ahorrar, invertir, y comprar y vender bienes durables en dólares. ¿Pero en qué piensa el Gobierno cuando habla de un mercado en pesos?

Un ejemplo es lo que hizo el titular del Central, Miguel Pesce, el mes pasado. Orientó su mirada a observar el comportamiento del dólar blue, y los dólares financieros, aquellos que se pueden adquirir a través de la compra de bonos o acciones. El resultado fue el que esperaba. 

Ayer, en la reunión que mantuvo Pesce con la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), quedó reflejado el espíritu de lo que el Gobierno pretende. No es casual que un titular del BCRA se reúna con la UIA. Es todo un acto a interpretar de la nueva realidad y de lo que se intenta convalidar en los próximos años. En definitiva, se logre o no, la proa intenta estar puesta en un desarrollo productivo más que en convalidar un mercado financiero donde el principal actor es el dólar y el actor de reparto, también. 

Los ejes de la reunión fueron: la actualidad del vínculo entre el sistema financiero y el sector productivo, la ampliación de los instrumentos financieros disponibles -en particular para las empresas que hoy no acceden al crédito- y las propuestas del sector industrial para consolidar una estrategia financiera que sostenga la producción y el empleo. Durante la reunión, las autoridades de la UIA y Pesce dialogaron sobre los esfuerzos que está llevando adelante el Banco Central para que las líneas de crédito lleguen a cada región y sector productivo del país, comunicó el BCRA luego de la reunión.

Está claro que el BCRA quiere recrear un mercado en pesos que hoy no tiene. También, que los créditos se vayan a la producción y no a "fugar divisas". También quiere renegociar la deuda y que los bonistas acepten la propuesta argentina. La tensión es lógica, los frentes abiertos son muchos.