
Una investigación científica publicada en la revista Nature Metabolism ha avanzado en la comprensión de los efectos del ayuno intermitente en el cuerpo humano.
El estudio plantea cómo el organismo responde a este tipo de alimentación, destacando cambios moleculares que ocurren durante períodos prolongados sin ingerir alimentos.
La investigación fue realizada por investigadores del Instituto de Investigación Universitaria Precision Healthcare de la Universidad Queen Mary de Londresy la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte.
Ayuno intermitente: ¿en qué consistió la investigación científica que reveló los cambios que experimenta el organismo?
Según un completo artículo del medio especializado ABC Salud, el estudio científico siguió a 12 voluntarios sanos que realizaron un ayuno de 7 días solo con agua.
Los voluntarios fueron monitoreados diariamente para registrar los cambios en los niveles de aproximadamente 3000 proteínas en la sangre antes, durante y después del ayuno.

Al identificar las proteínas involucradas en la respuesta del cuerpo, los investigadores pudieron predecir posibles resultados de salud del ayuno prolongado, integrando información genética de estudios a gran escala.
¿Cuáles fueron los resultados que arrojó la investigación científica sobre las consecuencias del ayuno intermitente?
Claudia Langenberg, directora del Instituto de Investigación Universitaria de Salud de Precisión de Queen Mary, explicó que por primera vez se pudo ver lo que sucede a nivel molecular en el cuerpo cuando se practica un ayuno intermitente.

"Las dietas populares que incorporan el ayuno intermitente, afirman tener beneficios para la salud. Nuestros resultados proporcionan evidencia de esos beneficios, pero solo se hicieron visibles después de 3 días de restricción calórica total", explicitó la especialista.
La investigación dirigida por Langenberg arrojó los siguientes resultados:
Cambio de fuentes de energía: en los primeros dos o tres días de ayuno, el cuerpo cambió sus fuentes de energía de glucosa a grasa almacenada.
Pérdida de peso: los voluntarios perdieron un promedio de 5,7 kg de masa grasa y masa magra.
Mantenimiento de peso post-ayuno: después de tres días de reintroducción alimentaria, el peso se mantuvo estable. La pérdida de masa magra se revirtió casi por completo, pero la masa grasa permaneció.
Cambios en los niveles de proteínas: tras tres días de ayuno, se observaron cambios significativos en los niveles de proteínas, que indicaron una respuesta integral del cuerpo a la restricción calórica completa.
Alteraciones en proteínas neuronales: en proteínas que forman la estructura de soporte de las neuronas en el cerebro.
Maik Pietzner, codirector del grupo de medicina computacional del Instituto de Salud de Berlín en Charité, concluyó: "Si bien el ayuno puede ser beneficioso para tratar algunas afecciones, muchas veces no será una opción para los pacientes que padecen problemas de salud".














