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Si estás pensando en visitar Francia y querés sumar algunos destinos extra además de los clásicos como París o la Costa Azul, una buena idea es hacer algunas paradas en pueblitos que están fuera del circuito turístico tradicional, pero que, a la vez, tienen un encanto que vale la pena conocer.
Además,Francia anunció que considera que Argentina ya no es un riesgo y la incluyó a los países con buena situación epidemiológica en lo referente a la pandemia de coronavirus. Esto implica que los argentinos podrán ingresar a ese territorio sin hacer cuarentena y sin tener el esquema completo de vacunación. ¡Andá preparando las valijas!
1. Balazuc
El escenario de este pueblo no puede ser mejor: un acantilado a orillas del río Ardèche,Balazuc, ubicado en la región de Ródano-Alpes, al sur de Francia, fue elegido entre los pueblos más lindos del país.

A pesar de estar cerca de la cordillera de los Alpes, una zona muy visitada por los turistas, Balazuc todavía es uno de los secretos mejor guardado de la región. Tiene un rico pasado medieval que fue restaurado, con edificios que fueron declarados monumentos históricos, como el Castillo Feudal y la iglesia románica de Santa Magdalena.
La localidad de apenas 300 habitantes también tiene una pequeña playa que permite bañarse en el río y el centro histórico tiene encantadoras tiendas de artesanías para recorrer.
2. Eguisheim
Lo bautizaron como "el pueblo más bonito de Alsacia", y tiene sentido porque caminar sus calles es como trasladarse a un cuento.
Es difícil resistirse al encanto de Eguisheim, una localidad de 1500 habitantes que fue lugar de nacimiento del viñedo alsaciano, y clasificado en la lista de los pueblos más bellos de Francia desde 2003.
Una visita al casco antiguo es una oportunidad para descubrir toda su arquitectura notablemente conservada que data de los siglos XVI y XVII. Rouffach es la antigua capital de los dominios del Haut-Rhin del príncipe-Bischopris de Estrasburgo, que convirtió la ciudad en una verdadera fortaleza rodeada de murallas conectadas al castillo de Isenbourg, que domina la ciudad.
3. Provins
Esta localidad de 12.000 habitantes fue declarada Patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2001 y es célebre por sus fortificaciones medievales, de 1.200 metros de longitud con 22 torres, construidas entre 1226 y 1314.

Ubicado a una hora de París, este pueblo era famoso en la época medieval por albergar grandes ferias a las que asistían comerciantes de toda Europa. Hoy todo ese patrimonio está muy bien conservado y es una visita obligada para los fanáticos de la historia.
4. Dinan
Esta localidad de 15.000 habitantes situada en la región de Bretaña es otro punto ideal para trasladarse a la época medieval.

La ciudad fortificada conserva su casco histórico en muy buenas condiciones y hay varios puntos de interés para visitar. Desde el Castillo de Dinan (una construcción de 1384 que tiene hasta un foso que lo rodea), hasta abadías y basílicas o la famosa Torre del Reloj, a la que se puede subir y acceder a una de las mejores vistas del pueblo.
5. Najac
Por último, Najac, un poblado de 800 habitantes ubicado en el departamento de Aveyron, en la región ahora conocida como Occitania, se distingue por su castillo del siglo XII (construido originalmente por los Condes de Toulouse y reformado con posterioridad).
Además, es bueno saber que en esta región hay 10 pueblos listados entre los más bonitos de Francia, por lo que visitar Najac puede ser solo el punto de partida para maravillarse con otras localidades del estilo.
Lo primero que sorprende en Najac es la increíble panorámica del pueblo serpenteando sobre la cresta de una colina. El recorrido puede empezar en la Place du Faubourg, donde suele organizarse el mercado de la ciudad, y recorrer las bellísimas casas de piedra y madera ideales para hacer fotos.













