Las claves de Darío Turovelzky para no perder audiencia en "la época dorada de los contenidos"
El CEO de Telefe entró a la televisión de la mano de Jorge Lanata y fue asistente de producción en el programa de Susana Giménez antes de convertirse en el máximo responsable del canal.
Darío Turovelzky entra al Palacio Duhau vestido de jeans, camisa y saco azul. Se pide un té de menta y en lo que dura poco más de una hora, responde a cada pregunta de manera amable y con un discurso entrenado. No lleva apuro, se relaja, cómodo en el sillón, dispuesto a hablar.
"Yo lo llamo una posición generalista", dice sobre el rol que ocupa: vicepresidente Ejecutivo de Broadcast y Estudio de América latina para Paramount Global. O, CEO de Telefe. Pero, para llegar a eso y sobrevivir en una industria tan cambiante -dice- "hay que tatuarse tres palabras: adaptabilidad, flexibilidad y resiliencia".
"Hasta hace 10 años no había plataformas de streaming y de pronto cambió la forma de consumir. Uno se pregunta, ‘cómo me adapto a una industria que está en permanente transformación para no perder audiencia e ingresos', porque en el fondo esto es un negocio y tenés que mantener la rentabilidad", dice Turovelzky quien se define como "fiel creyente de los contenidos".
Para Paramount, el core del negocio se basa en que los contenidos atraviesen diferentes plataformas y formatos que lleguen a la mayor cantidad de audiencia para disputar participación en el mercado ante una competencia que prolifera. Si bien la publicidad tradicional sigue representando un gran porcentaje de sus ingresos, lo digital y la diversificación de contenidos crecieron de manera exponencial en los últimos años.
Y, a pesar de que es una industria volátil que se transforma a medida que corren los años -o los meses- no se puede dejar de lado la planificación de contenidos. Según comenta el ejecutivo, ya tienen definido el 80% de la programación de 2026. "Vuelve la Voz argentina, en breve vamos a dar novedades. En lo que respecta a ficción, me senté con Sebastián Ortega y dijimos ‘tenemos que volver con esos éxitos que hicimos como Graduados, Buscando a Nina, Cien días para enamorarse'. Necesitamos volver a atraer a la gente con comedias que conecten, que hagan reír. También estamos armando una nueva ficción, El extraño de pelo largo", adelanta.
Está claro que no hay una hoja de ruta definida sobre el futuro de la industria. El gran abanico de contenidos es, sin embargo, un envión necesario para pisar el acelerador y sumarle ritmo a un modelo de negocio que es, de por sí, vertiginoso.
"Estamos en una época dorada de los contenidos. El tema es cuáles son los contenidos que realmente perduran. Yo creo que van a haber menos contenidos pero de mayor envergadura, y que vamos a ir hacia un modelo asociativo, de alianzas estratégicas -en Estados Unidos ya está sucediendo- donde se empiezan a unir dos o tres plataformas. Es parte de las conversaciones de la industria en general y Paramount también lo está analizando", comenta. Hay una cuestión que remarca a lo largo de la conversación y es la necesidad de "ofrecer experiencias y conectar con las audiencias". Se refiere a crear contenidos que generen, "conexión emocional", como lo hace la Selección Argentina o la reversión de series que marcaron a una generación.
"Necesitamos encontrar modelos que permitan que esta industria, que ha sido de oro en otras épocas, vuelva a hacerlo como lo es hoy la española o la turca".
"Ofrecer experiencias y diferentes contenidos como deportes y tener, por ejemplo, a la Selección Argentina en Telefe después de muchos años de haber pasado por la TV pública o el cable, es un punto muy relevante. Tener ese tipo de propiedades o derechos habilita a tener otro tipo de conversaciones que generan nuevos ingresos y más audiencia. Permite distribuirlos en las plataformas que quieras y hacer reversiones, remakes, películas, lo que sea vinculado a un contenido. No es una sola rueda la que gira, son varias, y en ese movimiento es como empezamos a moldear nuestro propio negocio".
Menciona, además, que uno de los principales desafíos que enfrenta la industria es la falta de incentivos fiscales. "Hoy es muy relevante lo que sucede en Colombia y Uruguay, donde por hacer una ficción hay una devolución entre el 30% y el 40% de impuestos, que es mucho dinero. Hay algunos programas acá en la Argentina que empiezan a tomar forma, pero necesitamos encontrar modelos que permitan que esta industria, que ha sido de oro en otras épocas, vuelva a hacerlo como lo es hoy la española o la turca".
Un hombre de la industria
Su background en la industria es extenso y conocido: empezó de joven trabajando en radio y gráfica. A la televisión llegó de la mano de Jorge Lanata y pronto se sumergió en el mundo de Susana Giménez, el prime time del momento, como aprendiz de producción -lo que se transformaría en asistente de producción-.
En esa época se dedicaba a dos cosas principalmente: las notas freaks, "las notas de los personajes extraños como la persona más alta del mundo, la de los senos más grandes, el hombre de dos penes, los hermanos hombre lobo", y la producción de notas a figuras internacionales como Robert Duvall, Anthony Quinn, Naomi Campbell.
"Susana Giménez hacía 45 puntos de rating, una cosa abismal. Yo en ese momento decía ‘ya está, ya llegué, ¿qué hay después de esto? Porque estaba en el programa más visto de la Argentina. Después te das cuenta de que el desafío que viene es mayor", recuerda.
Durante los 2000 empezó a trabajar en RGB Entertainment, la productora de Gustavo Yankelevich, como productor ejecutivo, y en el 2010 asumió como director de contenidos donde trabajó con Cris Morena Group produciendo contenidos como Chiquititas, Floricienta y Casi Ángeles.
Ahora destaca su interés por la inteligencia artificial y dice que la quiere incorporar en la producción de nuevos contenidos, como lo fue la entrevista que hizo Susana Giménez a La Mary, el personaje que marcó su carrera. "Yo vengo insistiendo en que quiero hacer algo con inteligencia artificial. Nos llevó tres meses este trabajo porque era un mix entre live action e inteligencia artificial. A raíz de esto se me ocurrió una idea: por qué no hacemos entrevistas de Susana con personajes fallecidos, pero que fueron íconos para la Argentina. Podría Susana entrevistar a Maradona en el ‘86, después de haber ganado la Copa del Mundo, o a Sandro en su apogeo o a Olmedo cuando hacía "No toca botón". Estamos explorando".
Admite que es "curioso en todo sentido". Eso lo lleva, según dice, a ser un autodidacta en lo que respecta a las neurociencias, a estar tomando clases de italiano hace cinco años y de guitarra hace uno. "No puede ser que vayas a un fogón y no puedas tocar una canción. Yo quería poder hacerlo. Empecé el año pasado, no digo que soy Eric Clapton, pero te labura el cerebro".