La historia detrás de la sopa que se transformó en un ícono pop y hoy factura u$s 9000 millones
La empresa Campbell empezó fabricando conservas de frutas y verduras. El trabajo de un químico la hizo despegar con su lata concentrada.
Treinta y dos lienzos situados uno al lado del otro, como si fuera la góndola de un supermercado. Cada uno de ellos exhibe una variedad distinta de sopa concentrada. Pero no cualquier sopa, sino la ahora reconocida lata roja y blanca. La icónica obra de Andy Warhol posicionó a la marca Campbell como uno de los productos más emblemáticos de la cultura popular. Sin embargo, detrás de esta peculiar muestra de arte se encuentra la historia de un químico que cambió por siempre el negocio de una empresa.
Joseph Campbell nació en Bridgeton, Nueva Jersey, en 1817. Si bien su padre era herrero, el clan familiar dedicaba buena parte de su tiempo al cultivo de frutas y verduras. El joven Joseph aprendió el oficio y continuó el legado de sus progenitores. De a poco construyó su negocio como vendedor mayorista, pero todo cambió cuando conoció a Abraham Anderson.
Durante mucho tiempo Anderson tuvo una empresa de congeladoras y luego fundó un proyecto de enlatados. En 1869 se asoció a Campbell y juntos lanzaron un emprendimiento de conservas de frutas y verduras, Anderson & Campbell, en Camden, Nueva Jersey.
La sociedad no duró mucho. Anderson decidió dejar el proyecto en 1876 y Campbell compró su tajada por lo que decidió renombrar a la empresa Campbell Preserve Company. A las salsas de tomate le sumó otros productos como condimentos, aderezos y mermeladas.
La primera gran estrella del portfolio de la compañía salió al mercado en 1895. Ese año presentaron la sopa de tomate en frasco lista para comer, Beefsteak Tomato. Arthur Dorrance había sucedido en la presidencia a Campbell, quien se había jubilado a los 77 años. No obstante, todavía faltaba una vuelta de tuerca para que la sopa pasara de ser un producto con buena performance a la estrella de la empresa.
El origen de la icónica sopa Campbell
John Dorrance, sobrino del titular de Campbell Preserve Company, había estudiado Química en MIT y había conseguido un doctorado en la Universidad de Gotinga, en Alemania. A los 24 años, por pedido de su tío, se unió a la empresa para trabajar en el laboratorio de producción.
Uno de los principales problemas de la compañía eran sus costos. La sopa era económica de producir, pero cara para distribuir. A Dorrance se le ocurrió remover el ingrediente más pesado del producto, el agua. Así creó una sopa concentrada en lata que debutó en 1897 y le permitió a la firma recortar sus gastos, además de expandirse a escala nacional.
El icónico envase rojo y blanco apareció recién un año después, luego de que un ejecutivo de la compañía quedara fascinado con los colores del uniforme del equipo de fútbol americano de la Universidad de Cornell. John Dorrance asumió la presidencia de Campbell Preserve Company en 1914 y ocho años más tarde la rebautizó Campbell Soup Company para hacer énfasis en su producto estrella.
De aquella primera sopa de tomates, la marca fue ampliando sus opciones. En 1934 lanzaron la sopa de fideos y pollo y la de crema de hongos, que hoy son de las más populares. Campbell salió a la bolsa de Nueva York en 1954 y tres años después abrieron un nuevo cuartel general de 12.600 metros cuadrados. Incluso tuvieron como protagonista de una de sus publicidades al actor Ronald Reagan, futuro presidente de los Estados Unidos.
De sopa común a fenómeno artístico
Andy Warhol empezó su carrera como artista comercial dentro del mundo publicitario. Luego trabajó como diseñador en una empresa de zapatos hasta que decidió lanzar su carrera como artista.
Irving Blum, director de la galería de arte Ferus, en Los Ángeles, lo visitó para ofrecerle un espacio para sus obras y descubrió que en su casa tenía varios cuadros de latas de sopa Campbell's. "Voy a hacer 32. Uno por cada variedad", le contó Warhol.
El pequeño espacio se transformó en una exhibición en 1962. Blum le compró toda la colección a Warhol por u$s 1000 y hoy continúa exhibida en el Museo de Arte Moderno (MoMA) en Nueva York.
La sopa Campbell pasó de ser un producto económico de las góndolas a insertarse en la cultura pop mundial. Su portfolio creció a través de las adquisiciones y en la actualidad factura más de u$s 9300 millones por año.
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