CFO del Año

Es el capitán de tormentas de la mayor citrícola del país y advierte que "las olas son cada vez más grandes"

Pablo Miedziak dice que hay que tener siempre listo un plan alternativo para hacer frente a lo imprevisto. La clave está en saber aprovechar las ventanas de oportunidad que se abren en el país.

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Con tres participaciones en la terna finalista del CFO del Año en los últimos tres años, se puede considerar que Pablo Miedziak, CFO de San Miguel, es un destacado piloto de tormentas. Es que para llevar a buen puerto las finanzas de una compañía en la Argentina actual hay que ser no solo un buen timonel, sino que se debe saber ajustar las cuerdas correctas para evitar el naufragio.

A lo largo de su carrera este ex PwC, El Sitio, Tenaris, Starwoods, Aerolíneas y San Antonio tuvo que lidiar con distintos momentos económicos de la Argentina y atravesar crisis de todo tipo y color. Solo en los últimos años tuvo que hacer frente a la reestructuración de deuda de San Antonio y la venta a la española Citri&Co de sus negocios de fruta fresca en Perú y Sudáfrica, que llevó a la citrícola de las familias Bemberg y Otero Monsegur a concentrarse en los concentrados de limón y a la inversión de US$ 51 millones en plantas en Sudáfrica y Uruguay.

"Me tocó trabajar en contextos complicados en Aerolíneas y San Antonio. El tema es que la tormenta es cada vez más grande. Parecería que te metés en el mar y las olas que vienen son cada vez de mayor tamaño desde hace tres años. Primero era la ola del 50 por ciento de inflación. Después te venía la del 80-90. Y ahora ya estamos hablando de un 150. Pero yo creo que al final la receta siempre la misma. En el corto plazo tenés que tener un plan A, un plan B y un plan C. Creo que este es el momento de mayor incertidumbre de los últimos 20 años. No sólo tenés el tema de la inflación, sino que estamos por definir un nuevo presidente, con una fuerza política con posibilidades de ganar a la que no conocés, no tenés nada de historia y no sabes realmente lo que puede pasar", dice.

La Argentina está viviendo un contexto de alta inflación y dificultades para acceder al crédito, ¿cómo se hace para planificar las finanzas en una situación como la actual?

Tenés que estar muy afilado en el día a día. Por ejemplo, el lunes post PASO se anunció una devaluación del 20 por ciento. Para una compañía exportadora como San Miguel el tipo de cambio hace una diferencia muy grande. Uno podría pensar que esa situación puntual te va te va a favorecer, pero hay que mirar cómo juegan los costos y cuánto de la devaluación se traslada. Nosotros gestionamos en dólares y exportamos en dólares y tenemos nuestra deuda en dólar también. El 14 de agosto los costos se habían diluido un 20 por ciento, pero en solo un mes, con la inflación se perdió esa mejora. Por eso tenés que esta viendo el día a día.

Y lo mismo pasa con las inversiones. Hoy te quedaste en pesos un día con números grandes y no estás bien calzado, si tenés un descalce muy grande con lo que es tu deuda, son números astronómicos. Creo que así como la tormenta es más grande cada año que pasa, tenés que estar más cerquita para ver qué es lo que puede pasar. Y algo que es fundamental es contar con muy buenos equipos y alineados. Yo tengo la suerte de tener equipos buenísimos, que en lo que hacen saben más que yo y confío muchísimo en ellos.

Gestionar el día a día

¿Es medio desgastante estar tan en el día a día y no poder tener un horizonte normal de mediano o largo plazo?

Bueno, mira es muy loco, pero yo te diría que el plan de la compañía de largo plazo está superclaro y sabes qué hacer a tres años y en qué momento te va a vencer algo de deuda y cómo lo vas a rollear en su momento. El tema es que para llegar ahí tenés los próximos 90 días en los que te preguntás qué hacer. Algo que creo que nosotros como equipo financiero hemos hecho muy bien siempre es estar listo para las ventanas de oportunidad que te da este país. Hay momentos en los que hay necesidad de cobertura y ahí tratás de ofrecer un producto y salís al mercado. Hay que estar listo en el momento adecuado para ofrecerle al mercado lo que está demandando. Eso creo que es lo que hace la gimnasia de la persona que se mueve rápido. El año es el mismo para todos, los vaivenes son los mismos para todos, pero tenés que estar ahí y tenés que estar muy afilado con el mercado, tenés que manejarte muy rápido con los bancos, con los colocadores, con las Alyc. Tenés que estar siempre en el día escuchando hablando y utilizando los momentos. Este es un país de ventanas de oportunidad, tenés un par de semanas y tenés que aprovecharlas porque se te cierra el mercado.

La semana anterior a las PASO todo el mundo corrió al dólar linked. El lunes después de las elecciones todo el mundo se fue. Una locura. A lo mejor en los Estados Unidos la inflación empieza y vas a un nivel del 4 o 5 por ciento, tarda un par de años y después va bajando de a poco... Acá estás hablando que de un viernes a un lunes te cambia absolutamente todo. Y el lunes a primera hora es: ‘¿Qué hacemos ahora? ¿Estamos bien cubiertos?' Sí, es muy desgastante, es recontradesgastante.

San Miguel es una empresa exportadora que tiene ingresos en dólares, algunos costos algunos en dólares y otros en pesos, pero con los niveles actuales de inflación, ¿cómo se maneja la compañía?

El problema es que tenés una inflación que le estuvo ganando a la devaluación durante los últimos años. Y has tenido momentos en donde a lo mejor vos tenías una inflación de 50 por ciento y una evaluación del 25 o una inflación del 80 y una devaluación del 40. Y al final, sin hacer nada, perdés la mitad de puntos de margen porque tus costos te suben al doble que tus ingresos. Tratás de sacarle la máxima efectividad la máxima eficiencia a la rentabilidad de la compañía, pero el core business no te da eso. La verdad, perdés margen y tenés que estar listo para ver si en algún momento eso se te da vuelta. Veremos lo que pasa con los próximos gobiernos, pero en este país se te hace difícil.

Y ahora se suma que nadie sabe qué va a pasar con el próximo gobierno, si se mantiene el peso, se dolariza...

Lo que siempre hemos tratado de hacer y que yo hice durante toda mi vida, es tratar de estar calzado o hedgeado lo mejor posible con tu fuente de ingresos. Ahí es ver cuál es tu fuente de financiamiento. Nosotros por eso cada vez que vamos al mercado emitimos deuda dólar linked, porque en definitiva, todos nuestros ingresos están en tipo de cambio oficial. Nuestra deuda tiene un match casi perfecto. Vos lo que tenés que ver siempre es cómo calzás tu deuda con tus ingresos. Como hay ingresos en dólares, tratamos de buscar que la mayoría de la deuda sea dólar linked. Así, si tenés una gran devaluación, probablemente tengas más deuda en pesos, pero vas a tener muchos más ingresos en esos pesos y quedás calzado. Después lo que tenés que ir viendo es cuándo son tus vencimientos y en qué momento los tratás de diferir el tiempo. Eso te diría que es básico. Si vos te quedás especulando y bastante descalzado pensando que una devaluación te va a mejorar o te va a empeorar, estás asumiendo un riesgo muy grande. Y estás en un país en el que cuesta mucho hacer predicciones. Yo no lo recomiendo.

Evitar el descalce

¿Y para el día a día qué estrategias de cobertura están usando?

Nosotros armamos el año pasado por una muy buena idea que tuvo nuestro gerente financiero, Juan Mihanovich, un fondo dedicado, que es un fondo que administramos cien por ciento nosotros. Vos lo que podés hacer para administrar tu dinero es comprar parte de algún fondo o hacer algún plazo fijo. Nosotros armamos un fondo que lo manejamos nosotros directamente y fijamos cuál es la estrategia de inversión en ese fondo. Si en algún momento querés riesgo soberano, lo asumís, pero también decidís cuándo salir. Si vos comprás parte de un fondo estás en manos de lo que quiera hacer el administrador. Nosotros decidimos todos los días qué queremos hacer. Semanalmente miramos la caja, tenemos una reunión una vez por semana y ahí vamos viendo cuáles son los vencimientos, cuáles son los pagos, cuál es la caja del día a día y dónde tenés o no tenés más cobertura sobre la base de lo que está sucediendo.

Casi como tener una mesa de dinero dentro de la compañía...

No llegamos a eso, pero estamos todo el día en contacto con el mercado. Y te digo, necesitás mucho networking y estar conectado, porque estás todo el tiempo viendo las necesidades de otros. Muchos te llaman y te dicen: ‘¿Estás en este momento para algún pagaré dólar linked?', para emitir o para tomarlo. En eso nosotros tenemos una muy buena gimnasia de cuándo nos conviene, y cuándo no nos conviene tomar algo.

¿Cómo se compara el momento actual con otros que le tocó vivir?

Veo este momento más difícil, de mayor incertidumbre. Dejame decirte un poco que me pasa a mí como cuando era un poco más joven. Yo estudié siempre y me preparé como para hacer alguna experiencia internacional, pero por motivos familiares con mi esposa, tomamos la determinación de apostar al país y a que la familia se desarrolle acá, un poco más unida sobre todo con vínculos familiares. Quedarme en la Argentina no me prohibió de un buen desarrollo profesional. Yo creo que hoy por hoy esa es una gran diferencia. Y cuando vos hacés algunas comparaciones, me parece que hoy es un momento bastante más difícil para alentar a la juventud a que se quede y que vea posibilidades de desarrollarse acá en la Argentina. No solo desde el punto de vista de un desarrollo profesional, sino también de cómo el día de mañana se va a poder comprar una casa o tener una inversión. Creo que hoy hay muchísima más incertidumbre de la que yo tenía cuando tenía 20 años.

Pero también es cierto que trabajar en un entorno como el argentino prepara de una manera diferente para para trabajar afuera...

Yo tuve muchas experiencias en varias multinacionales y, de hecho, en dos que tenían operaciones en muchísimos países siempre tuve ofertas. La decisión de quedarme acá fue mía en todos los casos. La Argentina te da esa gimnasia. Vos tenés una devaluación el domingo a la noche y a la mañana lo primero que estás haciendo es ver cómo es el modelo, qué es lo que va a cambiar. Ya sabás qué va a pasar, te toma más o menos un par de horas empezar a ver alternativas. Estoy de acuerdo que te da esa gimnasia, pero te la da también cuando tenés algunas canas. Hoy los chicos a lo mejor están pensando en irse con poca o casi sin ninguna experiencia.

La mira en el largo plazo

Hace un par de años decía que es más fácil planificar a cinco años, que a corto plazo, ¿sigue siendo así?

Ahora directamente no tenés ni idea lo que puede pasar en 60 días. Sin embargo, cuando nosotros hacemos proyecciones a cinco o a 10 años va perfecto. La tenemos, es en dólares. El tema es cuál va a ser el tipo de cambio que tenés en 60 días. Hace un año hablábamos de que a lo mejor teníamos o no teníamos algún dolor de cabeza cuando queríamos importar algo. Hoy está bastante más difícil que hace un año y no sabés qué va a pasar en dos o tres meses. Nosotros tenemos que pagar insumos e incluso siendo generadores netos de dólares para economía, tenemos limitaciones. No me quiero imaginar alguien que vive 100 por ciento de la importación.

¿Qué se puede esperar de acá al año próximo?

San Miguel viene haciendo una transformación. Tenemos un CEO, Pablo Plá, que está haciendo un buen plan de turnaround. Y él tiene tres pilares. Crecimiento en ventas, optimización de los costos y cambio estratégico. De eso no cambia nada, nuestro core business está recontraseguro. Lo único que te puede pasar son los factores que no controlás, de los cuales dos te pueden hacer que tus números puedan mejorar o empeorar un poco: tipo de cambio e inflación. Más adelante está el acceso al financiamiento que yo no lo veo tan complicado. Me refiero a que creo que hay mucha incertidumbre en los próximos dos o tres meses, pero después vas a saber qué va a pasar los próximos cuatro años. Yo creo que dentro de seis o nueves meses vas a tener un buen panorama para saber cuáles son las reglas del juego. No sé si será fácil conseguir financiamiento en enero que de acá a fin de año, pero para mitad del año que viene seguro porque ya vas a tener que estar en claro cuáles son las medidas más importantes del gobierno. Después ajustarás por más o menos riesgo, y pagarás más o menos tasa.

Lo importante es que puertas adentro de la compañía las cuentas estén ordenadas, tener los números claros y mostrar una situación financiera sana como para estar preparado para cuando llegue la ventana poder aprovecharla.

Puertas adentro te diría que no tenemos preocupaciones de hacia dónde vamos. Hay un buen alineamiento con los accionistas, con el Comité Ejecutivo. El tema es lo que no manejás

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