
Frank y Dan Carney estudiaban en la Universidad de Wichita pero se sentían atraídos por una novedad gastronómica de los 50. La pizza recién comenzaba a aparecer en el radar estadounidense y los hermanos tenían entre manos una receta que, creían, podía ser un buen negocio. Le pidieron US$ 600 a su madre y abrieron su primer local que luego se transformaría en una de las cadenas más reconocidas a nivel mundial, Pizza Hut. Una marca que, en la Argentina, tiene una historia de fracasos.
Al principio sus clientes eran amigos y familiares. Pronto fue ganando popularidad y abrió su primera franquicia en Topeka, Kansas con el objetivo de juntar capital. "Los Carney eran personas jóvenes que crecieron en un tiempo en el que la única manera de escalar en el mundo era trabajando en una gran compañía", explica Jay Price, historiador de la compañía.

Como estrategia de marketing crearon una mascota llamada Pizza Pete. Se trataba de un simpático hombre con delantal, camisa a cuadros y bigote. Luego fue reemplazado por el icónico techo rojo a partir de 1969. El nombre de la cadena no llegó tampoco a partir de un brainstorming de branding sino que fue mucho más simple: el cartel tenía espacio solo para ocho letras.
Su expansión internacional comenzó en 1968 en Canadá. Luego llegó Europa, Asia y América latina. Actualmente la marca cuenta con 17.700 locales en el mundo en 110 países, desde Islandia, Rusia y Armenia hasta Panamá y Tanzania.

En 1977, los Carney decidieron venderla la marca a Pepsico. Después de eso se dedicaron a otros negocios, como el real estate, e incluso uno de ellos estuvo asociado a Papa John's, uno de los competidores de Pizza Hut en los Estados Unidos. Frank falleció en diciembre de 2020 a los 82 años, mientras que Dan hoy tiene 90 años y continua activo. Veinte años después de su compra, PepsiCo escindió su negocio de restaurantes compuesto también por Taco Bell y KFC en Tricon Global Restaurants - conocida como Yum! Brands desde 2002.
A lo largo de su historia, la compañía tiene algunos hitos que marcaron agenda dentro del rubro. En 1994 fue pionera al ser la primera cadena estadounidense en ofrecer servicio de delivery por internet. Otros de los eventos son aun más increíbles, como envíos al monte Kilimanjaro y a la Estación Espacial Internacional.

Si bien la marca tiene un gran despliegue global y solo en el primer semestre de este año facturó más de US$ 6300 millones, en el mercado argentino nunca logró hacer pie. Tuvo varios intentos pero tropezó siempre con la misma piedra.
Primero llegó en 1983 pero al poco tiempo cerró la persiana. Volvió en los 90 de la mano de Bestov Foods - de Goard y Eduardo Mestre - en asociación con The Exxel Group, no obstante abandonaron el negocio en 1998 al transferir 17 de sus 20 locales - el resto los cerraron - a la cadena Romanaccio.
"Pizza Hut es un negocio muy chico para nosotros. El costo de operación es terrorífico. Es una isla. Realmente, no fue una decisión adecuada haber entrado en este negocio", aseguró Juan Navarro, titular de Exxel, en aquel entonces a revista Apertura.
En 2010, D&G amagó con un regresó de la marca. Esto luego se pospuso para 2013 y finalmente nunca sucedió. Según los conocedores del rubro, los principales motivos de su fracaso tuvieron que ver con su sabor y la fuerte tradiciónautóctona y nacional de las pizzerías, que también se traslada a nivel cadenas no solo a las de barrio. Otro issue estuvo relacionado con el precio, ya que durante su segundo intento su valor duplicaba el del resto de las cadenas.













