De "joven promesa" en YPF a valer $ 100.000 M: cuál fue el quiebre fundamental en la vida de Marcos Galperin
Fundó una empresa que en 20 años pudo destronar a YPF y Techint como la más valiosa del país Encabezó la estrategia regional para competir con Amazon en Brasil y México, dos de sus mercados clave, y les ganó en ambos. En 2020, lideró una de las pocas compañías bendecidas en la pandemia. Pero la coyuntura lo aleja, cada vez más, de la Argentina.
La tentación de seguir el negocio familiar debe haber sido grande para un joven Marcos Galperin. Sus andanzas en la Universidad de Stanford son famosas por haber propiciado las conexiones e ideas detrás del gigante MercadoLibre pero, como casi cualquier giro del destino, podría no haber sucedido nunca. Si le hubiese interesado, por caso, el negocio del cuero que terminó liderando su hermano Miguel -los Galperin son dueños de Sadesa, la mayor curtiembre del país- o si hubiese apostado a seguir su pasión por el rugby, un deporte que aprendió a amar en el exclusivo colegio San Andrés, de Victoria, quizá estaría recibiendo premios por otros honores.
Pero en la vida de Marcos Galperin aparecieron las computadoras en un momento clave: sus 10 años. De la mano de su padre, Ernesto, que siempre le traía libros del rebelde jugador de ajedrez Bobby Fisher a quien Galperin admira de adolescente, apareció la primera PC en su vida, un regalo significativo en un país en el que todavía no eran un producto masivo. En esos años, fantaseó con la idea de ser científico, no CEO. Su paso por la famosa Escuela de Negocios de la Universidad de Pensilvania -Wharton- lo hizo cambiar de opinión: se graduó en 1994 y volvió, como tantos otros, a trabajar a la Argentina de los '90. YPF, dirigida por José Estenssoro, prometía: allí permanecería hasta 1997 cuando surgió la oportunidad, vía YPF, del MBA en Stanford. Ese viaje le cambiaría la vida.
Un perro verde
La anécdota es famosa. Cuando el siglo 20 estaba viviendo sus últimos días, Galperin -que tenía un auto Golf verde en el que se movía por Palo Alto, la ciudad en la que está apostada Stanford y cuna de las startups tecnológicas de Silicon Valley- se ganó el privilegio de asistir al prestigioso profesor de Finanzas de la casa, Jack McDonald, famoso por llevar a verdaderos emprendedores a contar "cómo la vivieron" en los comienzos de sus carreras.
Galperin sabía que John Muse, un inversor de riesgo que tenía capital en varias empresas de América latina, como la Cablevisión de Eurnekian, podría aportar a la idea embrionaria que había aparecido en su cabeza: un eBay en América latina. Puso su auto a disposición para llevarlo al aeropuerto y le quemó la cabeza con su visión de lo que luego sería la empresa número uno del país, con un valor bursátil que llegó, en plena pandemia, a US$ 50.000 millones: "Quería impresionarlo. Había practicado el speech 700 veces. Él se entusiasmó mucho con lo que le contaba pero nunca esperé que me dijera: ‘Me encanta la idea'. Estaba enloquecido y después de eso no paré, lo ametrallé con ideas", contó Galperin en el libro de Sebastián Catalano, "Los nuevos reyes de la Argentina" que cuenta la génesis de los unicornios locales. La "ametralladora Galperin" dio resultados: "Si necesitás plata, llamame", cuenta que le dijo Muse. "Fue el 15 de mayo de 1999, no me olvido nunca más".
Cuando volvió al país su padre le dio otra mano: le prestó el garage en el que se daría inicio a la empresa que haría de Marcos Galperin el empresario más rico de la Argentina con una fortuna que, según varios rankings, supera los US$ 4600 millones. El empujón se lo dio Endeavor y su elevator pitch hizo historia: "Quiero demostrar que en la Argentina se puede crear una empresa de calidad mundial. No queremos venderla".
Al primer éxito -la primera venta que se hizo en la plataforma, cuenta Galperin, fueron ciervos vivos de un vendedor de Córdoba por $ 200- le sobrevinieron otros, como la alianza con el gigante eBay en 2001. Quizá la fruta más golosa haya sido la compra de su máximo competidor local, DeRemate, en 2008 por US$ 40 millones. O, por caso, empezar a cotizar en el Nasdaq, el índice bursátil en la que también están empresas como Netflix, Microsoft, Apple, Amazon y Alphabet. Las grandes ligas. El sueño del pibe. Que fue un verdadero hito personal lo prueban las fotos que todos ven cuando entran a su oficina en el edificio Dot: allí se ven dos fotografías del verano boreal de 2007, el día que nacieron las siglas MELI. "Para los que hacen las cosas bien el IPO no es más que un hito, algo que marca que venís bien. Es una llegada, una meta. Pero no sos el mejor", supo decir.
Ser públicos fue una buena decisión. El capital atomizado les permitió invertir en tecnología de punta. Lo explica Diego Salama, actual Head de Tecnología y Operaciones del Banco Santander, y que trabajó 10 años en el equipo tech de MercadoLibre. "Cuando entré el equipo era muy chiquito y programar era difícil. Era una masa de código monolítico, entonces si se rompía una parte se caía todo. Era una aplicación para todo el sistema. Con Daniel Rabinovich pensábamos que había maneras diferentes de trabajar, que se podía modularizar, y ahí nació el gran proyecto de rearquitectura de la aplicación que permitió pasar de 300 programadores a los 4000 que son hoy".
El mismo Rabinovich, hoy Chief Operating Officer después de haber pasado 10 años como CTO, define el ethos que impulsa a la empresa desde esos comienzos en una entrevista con Infotechnology en 2019. "Sabemos bien lo que somos. No hacemos vuelos, hotelería, y nunca hicimos cuponeras, que estaban de moda hace algunos años, aunque presión para hacerlo no faltó. Dijimos que no porque sacaba el foco del core business: construir algo que sea increíble en términos de experiencia. Obvio que hubiese sido más fácil armar un sitio de clasificados. Pero eso no te da la mejor experiencia. Si necesitás asegurarte que los envíos lleguen te tenés que meter en el problema. Muchas empresas prefieren evitar entrar en logística y almacenamiento, por ejemplo, porque es un tema extremadamente complejo. Lo que guía el pensamiento de Marcos desde el principio es que hay que hacer lo que haga falta para que los usuarios tengan lo mejor. Si seguís esa lógica, hay problemas en los que hay que meterse de lleno aunque sean colosales".
Un ejemplo de mercados en los que Galperin y sus socios decidieron invertir como parte de una cadena de negocios más amplia fue MercadoPago, en 2001. Osvaldo "Ozzy" Giménez, una de las personas de más confianza de Galperin y CEO de la fintech de pagos más importante de la Argentina, también lo entiende así. "Hoy, en la región, hay cientos de millones de personas que no tienen acceso a servicios financieros de manera eficiente y barata. En China, que tiene una población enorme, allanaron mucho el camino: no vas a ningún lado con efectivo, todo se maneja con códigos QR. Para el comercio se abren oportunidades porque lo único que necesita es bajarse una app para aceptar métodos de pago", aclaró en una nota con APERTURA en 2018.
No es para menos. MercadoPago se convirtió en la unidad de negocio ganadora dentro de MercadoLibre superando incluso a su negocio original de marketplace a mitad de este año. El agresivo lanzamiento del código QR hace dos años y los sucesivos intentos de sumar herramientas de inversión y pagos lo convirtieron en una opción reconocida entre los consumidores y los comerciantes. Más de 1,3 millones de comercios están adheridos a los pagos por QR y 4,7 millones de argentinos tienen la app descargada en su celular, según datos de la empresa.
"Haití tiene más préstamos al sector privado que nosotros. Los niveles de la Argentina son de un país pobre de África. Se presta el 16 % del PBI mientras que en otros países es 200 por ciento del PBI", desarrolló Galperin en una charla con Gerry Garbulsky, director de TED en Español.
Si algo no le falta a Galperin es visión. ¿Hacia dónde lo guía su olfato ahora? Una mayor presencia en otros mercados importantes para Mercado Libre: el primero, Brasil -significa 50 % del revenue de la empresa- estrenó el proyecto "MELI Air", como se denominó al plan internacional de asociarse con aerolíneas de forma exclusiva y pintarlas con su branding. "Los desafíos geográficos de Brasil son muchos; queremos llegar en 24 horas a todas partes", dijeron voceros de la empresa el día en que el mismo Galperin dio la noticia en su red social preferida, Twitter.
México vino después. En Argentina, por ahora, "no hay planes similares".
No show
Hermético como siempre, Galperin declinó esta vez participar de la entrevista habitual que se hace a los CEOs ganadores todos los años aunque su hombre en la Argentina, Juan Martín de la Serna -que lo sucedió en la presidencia de la empresa en el país en enero de este año- describió parte de la personalidad de su jefe al recibir el premio que todos los años otorga APERTURA. "Lo tiene muy merecido. Tuve el privilegio de trabajar con él durante toda la historia de Mercado Libre, desde 1999, y siempre apostó al largo plazo. Es un reconocimiento justificado no solo por haber fundado esta empresa sino por liderarla todos estos años y porque, después de 21 años, sigue en el día a día más metido que nunca. Y sigue pensando en los próximos 20 años".
En el libro Argentina Innovadora de las periodistas Silvia Naishtat y Maria Eugenia Stenssoro, Galperin intentó explicar por qué el retiro está lejos de su agenda. "Hoy, el comercio electrónico sigue siendo en la vida diaria de la gente algo pequeño pero va a ser enorme. Es súper democratizador porque le ofrece redes de distribución, medios de pago y financiamiento a vendedores y compradores. Lo puede usar un fabricante de muebles de Lanús y un carpintero de Bella Vista".
Antes, en aquel podcast de Garbulsky, Galperin fantaseaba con el día de dejar todo y "ponerse un bar en la playa" aunque no decide todavía qué querría hacer con su tiempo libre. "Me cuesta proyectar pero en algún momento quiero decir que si bien todo fue espectacular es hora de hacer otra cosa. No quiero que toda mi vida sea MercadoLibre. Pero es muy difícil encontrar el momento. Cómo hacerlo, quién toma mi rol, cuándo, eso me desvela mucho", expresó. Quizá la mudanza a Uruguay a principios de este año -donde vivió de 2002 a 2016 cuando volvió a vivir en Buenos Aires-haya tenido que ver con potenciar su vida familiar, delegar, y tomar distancia de esa Argentina que lo vio nacer.
La versión original de esta nota se publicó en el número 324 de Revista Apertura.
Katterina Iglesias
Ídolo esplendoroso !